Los griegos se ven forzados a volver a la dieta mediterránea
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Gisela FernándezGrecia se ha visto seriamente afectada por las medidas de austeridad tomadas después de la crisis económica de 2008. También ha sufrido su famoso mercado alimentario. Con el cinturón apretado, los griegos han vuelto a sus raíces culinarias para redescubrir la dieta mediterránea.
Europa entera se ha estado apretando el cinturón desde la implantación de las medidas de austeridad. Para encontrar una salida a la crisis económica, Grecia ha hecho algunos redescubrimientos que le pueden ser de ayuda. El más evidente ha sido en el mercado alimentario, en el que la dieta mediterránea se ha convertido en una estrategia popular para luchar contra las altas tasas de desempleo y para asegurar la entrada de dinero al mercado doméstico. Los alimentos básicos de la dieta mediterránea, que es una versión moderna de las dietas tradicionales griega, española y del sur de Italia, son aceite de oliva, legumbres, cereales, fruta, verdura, pescado, queso, yogur y vino. Grecia se ha servido de esta dieta para transformarla en un movimiento que en estos momentos está en auge en la capital, Atenas.
No hay nada como la comida de mamá
Los restaurantes están sucumbiendo al deseo nostálgico por la comida tradicional y hecha en casa. Locales con nombres como La cocina de mamá, El asador de mamá o Restaurante familiar invaden ahora el paisaje ateniense con el objetivo de conservar el vínculo entre madre e hijo. «Tengo una amiga de Creta que ahora vive en Atenas. Su madre todavía cocina para ella y le envía la comida cada semana en barco, que tarda nueve horas en llegar», dice Niki Papalexopoulou, estudiante y guía oficial en el Museo de la Gastronomía Griega, en Atenas. El museo abrió hace pocos meses con una exposición dedicada a los monjes que viven en el Monte Athos y a su dieta mediterránea. Según ellos, solo hay tres ingredientes básicos necesarios para vivir: pan, aceite de oliva y vino. «Los monjes producen sus propios alimentos, pero hay que tener en cuenta que en el Monte Athos únicamente viven hombres y que no permiten hembras de animales, por lo que tienen que importar productos lácteos, huevos y demás». La exposición actual, dedicada a los productos griegos y su uso en recetas tradicionales que han sido revisadas, es representativa del fenómeno que está arraigando en Grecia. «La crisis económica ha ayudado a los griegos a encontrar el camino de vuelta a la gastronomía local».
Made in Greece
Los alimentos suponen un tercio de las 15 mercancías más exportadas de Grecia. En 2013, la exportación de alimentación y bebidas estuvo valorada en tres mil millones de euros. Pescado fresco, aceite de oliva virgen extra, fruta y frutos secos, verdura y queso son los cinco productos más exportados y representan el 6% de toda la exportación griega. La mayor parte de estos ha otorgado a Grecia un reconocimiento internacional. Pero, ¿qué significa hoy en día la marca Made in Greece? Según los organizadores de la feria de alimentación Food Expo Greece, cuya segunda convención se llevará a cabo en marzo de 2015 en Atenas, organizaciones como Made in Greece son una plataforma para promocionar los productos griegos en el mundo y para atraer a clientes internacionales. Otros proyectos en línea incluyen e-FOOD.gr y e-shop.gr.
Tradición con un toque moderno
Alexandros Charalabopoulos, jefe de cocina en el Hotel Titania, en el centro de Atenas, también creyó que era necesario un cambio en la forma de abastecerse y decidió reintroducir productos locales griegos en sus platos. Su carta, que se llama Made in Greece, atrae ahora al restaurante del hotel a turistas y a autóctonos. «Después de la crisis, los griegos querían ayudar a los productores locales comprando sus productos, pero no los encontraban en el mercado. A veces ni siquiera sabían que existían. Así que cuando llegué al hotel, quise crear una carta que estuviera compuesta solamente de productos griegos». Cuando propuso su idea a la dirección del hotel, estos estuvieron de acuerdo inmediatamente.
Alexandros se fue de viaje por Grecia en busca de ingredientes. «Yo no soy originalmente de Atenas. Nací en un pequeño pueblo cerca de Kalamata, en el sur del Peloponeso. Los recuerdos de mi infancia están vinculados a los productos que usaba mi abuela, que eran en su mayoría de pequeños agricultores de la zona. Ahí es donde empecé a buscar. Quería revivir aquellos recuerdos», explica Charalabopoulos, cuya obra maestra es una carta de 10 platos que contiene aceite de oliva de Kalamata, patatas de Nevrokopi, berenjena de Leonidio, botarga de Mesolongi y queso xinomyzithra de Creta.
En contraste con el hotel de cuatro estrellas, el restaurante Dos Puertas está solo a un paso del mercado principal de Atenas. Sus propietarios hace 150 años que llevan el negocio de acuerdo a un mismo concepto, lo que los atenienses llaman magirio, una referencia a la comida casera. Es una práctica que va atrás en el tiempo y que ahora está de moda en Atenas. «El cocinero prepara varios platos de comida sencilla y los sirve a los clientes. No hay carta. La comida está a la vista y los clientes escogen entre lo que se ha preparado», cuenta Thodorakis, camarero de un restaurante que ha abierto en la calle Aiolou.
Aunque el auge de la iniciativa empresarial que la crisis económica ha motivado puede parecer sorprendente, su éxito no lo es. Paseando por Monastiraki o subiendo la calle Emmanouil Mpenaki se pueden encontrar restaurantes nuevos y cafés bulliciosos, y la mayoría ofrecen platos griegos, ya sea totalmente tradicionales o tradicionales con un toque moderno. Los griegos están orgullosos de su gastronomía, y con razón, porque a pesar de que están a dieta, saben cómo pasárselo bien.
ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DE UNA EDICIÓN ESPECIAL DEDICADA A ATENAS Y DEL PROYECTO EU-IN-MOTION INICIADO POR CAFÉBABEL CON EL APOYO DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DE LA FUNDACIÓN HIPPOCRÈNE.
Translated from Greeks Forced to Go on a Mediterranean Diet