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300: las colas en Roma no admiten bocadillos
Published on December 10, 2012
Sociedad Lifestyle
300 metros es el largo medio de cola alrededor de la plaza de San Pedro en el Vaticano . Ese número también sería la media de gente que espera en la cola en cualquier momento para entrar en la basílica del lugar. Hacer cola es esencial en la experiencia turística de Roma , incluso más que en otras ciudades. Esperas para entrar a los Museos Vaticanos , más colas delante de la Bocca della Verità y, por supuesto, peleas durante la espera delante de la Fontana di Trevi para lanzar la famosa moneda por encima del hombro. La fotógrafa serbia Sara Stojković comparte su paciente espera.
Esta galería forma parte de Orient Express Reporter II , una serie de reportajes sobre los Balcanes que ha sido desarrollada por cafebabel.com entre 2011 y 2012. Este proyecto ha sido cofinanciado por la Comisión Europea y cuenta con el apoyo de Allianz Kulturstiftung . Nuestro agradecimiento al equipo de cafebabel.com en Roma .
El clima templado de Roma hace que realmente no haya una temporada baja en lo que se refiere a la Ciudad Eterna . Primavera y otoño son apuestas más que seguras si lo que quieres evitar son las absurdas masas. Si preguntas a cualquier romano, te das cuenta de que los domingos se tienen que evitar a toda costa, igual que los lunes y sábados y viernes… y también los martes, miércoles y jueves entre las 10h y las 16h . Sea el día que sea, serás una de las entre 15.000 y 80.000 personas que persiguen el mismo objetivo. (Foto: © Sara Stojkovic )
Baja del metro en la estación Ottaviano y sé consciente de que deberás luchar en tu camino hacia el
Vaticano gruñendo “No, grazie” a los ofrecimientos de visitas guiadas,
paraguas e imitaciones de bolsos de Prada, Gucci y Louis Vuitton. Da una
ojeada entre las columnas en la cola de delante de la Basílica . Acércate
a la plaza. Ya seas un turista o un peregrino, notarás latir más fuerte
tu corazón cuando veas las columnas de la Basílica. Que no te tiemblen
las piernas al ver la cola que sale de la entrada: sigue por la pared de
la derecha detrás de la estatua de San Pedro , llegando a un giro brusco donde
las paredes llegan a las columnas, los controles de seguridad y las
máquinas de rayos X. (Foto: © Sara Stojkovic )
La misma cola hace zigzag entre las vallas al lado de la fuente de 1613
de Carlo Maderno . Sigue por debajo de las columnas: cuando
veas la hilera que se extiende más allá del abrigo de las columnas y la
curva alrededor de la plaza, habrás llegado a la mitad, justo delante del
obelisco. Aquí, la cola ha llegado a más de 300 metros de longitud. Si
es fin de semana, lunes o cualquier otro día de la semana que haga buen tiempo, seguramente haya otros 100 o incluso 200 metros
delante de ti. (Foto: © Sara Stojkovic )
Ponte con valentía al final de la cola y el colosal obelisco egipcio de
4.000 años de antigüedad llevado a Roma por el infame emperador
Calígula (37 a. C.) y que ahora está en el centro de la plaza: te
llamará la atención. Después, también verás fuentes del siglo XVII y las 140
estatuas de santos observando la plaza de punta a punta de las columnas. (Foto: © Sara Stojkovic )
La web de la oficina de información turística avisa: “Aunque te veas a
ti misma paseando en tacones por el barrio español siguiendo esa imagen de
elegancia de Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma (William Wyler , 1953 ), tus pies maldecirán
tu narcisismo”. (Foto: © Sara Stojkovic )
Después de haber estado en Roma varias veces durante la última década,
mis lugares favoritos incluyen la basílica de San Clemente o la menos conocida y macabra Santo Stefano Rotondo : el
santuario del martirio. (Foto: © Sara Stojkovic )
Matthias , de Suiza , está en la cola desde hace una hora . Yo llevo media
hora de momento. (Foto: © Sara Stojkovic )
A diferencia de otras partes de Roma, aquí en la plaza no verás
ningún carrito de comida. En agosto, la ciudad aprobó una ley que prohíbe
comer en sitios públicos de interés cultural e importancia histórica
con multas que van desde los 25 a los 500 euros. Si no te la quieres jugar
con un bocadillo, ten en mente que encontrar cerca comida a un precio
decente será un reto. Pregunta a uno de los miembros de la
guardia suiza para que te dé consejo. (Foto: © Sara Stojkovic )
Ese momento puede llegar cuando, tan cerca de tu objetivo e incluso
cansado del rato de espera, las incesantes ofertas de billetes que permiten saltarte la cola empiezan a parecer
tentadoras. Por solo 295 euros puedes conseguir una visita guiada privada,
antes o después de la hora de abertura. Eso, o te haces el tonto, vas
directamente al control de seguridad y usas un momento de confusión para
colarte delante de una pobre alma. (Foto: © Sara Stojkovic )
O por el contrario, puedes relajarte, saborear el momento (o la hora) y disfrutar de la
espera. (Foto: © Sara Stojkovic )
Translated from 300: queuing in Rome (with a banned sandwich – 10 images)
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