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300: las colas en Roma no admiten bocadillos

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sara

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cafébabel ES

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300 metros es el largo medio de cola alrededor de la plaza de San Pedro en el Vaticano. Ese número también sería la media de gente que espera en la cola en cualquier momento para entrar en la basílica del lugar. Hacer cola es esencial en la experiencia turística de Roma, incluso más que en otras ciudades. Esperas para entrar a los Museos Vaticanos, más colas delante de la Bocca della Verità y, por supuesto, peleas durante la espera delante de la Fontana di Trevi para lanzar la famosa moneda por encima del hombro. La fotógrafa serbia Sara Stojković comparte su paciente espera.

Esta galería forma parte de Orient Express Reporter II, una serie de reportajes sobre los Balcanes que ha sido desarrollada por cafebabel.com entre 2011 y 2012. Este proyecto ha sido cofinanciado por la Comisión Europea y cuenta con el apoyo de Allianz Kulturstiftung. Nuestro agradecimiento al equipo de cafebabel.com en Roma.

Uno de miles

El clima templado de Roma hace que realmente no haya una temporada baja en lo que se refiere a la Ciudad Eterna. Primavera y otoño son apuestas más que seguras si lo que quieres evitar son las absurdas masas. Si preguntas a cualquier romano, te das cuenta de que los domingos se tienen que evitar a toda costa, igual que los lunes y sábados y viernes… y también los martes, miércoles y jueves entre las 10h y las 16h. Sea el día que sea, serás una de las entre 15.000 y 80.000 personas que persiguen el mismo objetivo. (Foto: © Sara Stojkovic)

Combate

Baja del metro en la estación Ottaviano y sé consciente de que deberás luchar en tu camino hacia el Vaticano gruñendo “No, grazie” a los ofrecimientos de visitas guiadas, paraguas e imitaciones de bolsos de Prada, Gucci y Louis Vuitton. Da una ojeada entre las columnas en la cola de delante de la Basílica. Acércate a la plaza. Ya seas un turista o un peregrino, notarás latir más fuerte tu corazón cuando veas las columnas de la Basílica. Que no te tiemblen las piernas al ver la cola que sale de la entrada: sigue por la pared de la derecha detrás de la estatua de San Pedro, llegando a un giro brusco donde las paredes llegan a las columnas, los controles de seguridad y las máquinas de rayos X. (Foto: © Sara Stojkovic)

En zigzag

La misma cola hace zigzag entre las vallas al lado de la fuente de 1613 de Carlo Maderno. Sigue por debajo de las columnas: cuando veas la hilera que se extiende más allá del abrigo de las columnas y la curva alrededor de la plaza, habrás llegado a la mitad, justo delante del obelisco. Aquí, la cola ha llegado a más de 300 metros de longitud. Si es fin de semana, lunes o cualquier otro día de la semana que haga buen tiempo, seguramente haya otros 100 o incluso 200 metros delante de ti. (Foto: © Sara Stojkovic)

Calígula

Ponte con valentía al final de la cola y el colosal obelisco egipcio de 4.000 años de antigüedad llevado a Roma por el infame emperador Calígula (37 a. C.) y que ahora está en el centro de la plaza: te llamará la atención. Después, también verás fuentes del siglo XVII y las 140 estatuas de santos observando la plaza de punta a punta de las columnas. (Foto: © Sara Stojkovic)

No pretendas ser Hepburn

La web de la oficina de información turística avisa: “Aunque te veas a ti misma paseando en tacones por el barrio español siguiendo esa imagen de elegancia de Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma (William Wyler, 1953), tus pies maldecirán tu narcisismo”. (Foto: © Sara Stojkovic)

Martirio

Después de haber estado en Roma varias veces durante la última década, mis lugares favoritos incluyen la basílica de San Clemente o la menos conocida y macabra Santo Stefano Rotondo: el santuario del martirio. (Foto: © Sara Stojkovic)

Tictac

Matthias, de Suiza, está en la cola desde hace una hora. Yo llevo media hora de momento. (Foto: © Sara Stojkovic)

¿Prohibido tener hambre?

A diferencia de otras partes de Roma, aquí en la plaza no verás ningún carrito de comida. En agosto, la ciudad aprobó una ley que prohíbe comer en sitios públicos de interés cultural e importancia histórica con multas que van desde los 25 a los 500 euros. Si no te la quieres jugar con un bocadillo, ten en mente que encontrar cerca comida a un precio decente será un reto. Pregunta a uno de los miembros de la guardia suiza para que te dé consejo. (Foto: © Sara Stojkovic)

295 euros y te ahorras 300 metros

Ese momento puede llegar cuando, tan cerca de tu objetivo e incluso cansado del rato de espera, las incesantes ofertas de billetes que permiten saltarte la cola empiezan a parecer tentadoras. Por solo 295 euros puedes conseguir una visita guiada privada, antes o después de la hora de abertura. Eso, o te haces el tonto, vas directamente al control de seguridad y usas un momento de confusión para colarte delante de una pobre alma. (Foto: © Sara Stojkovic)

Fin

O por el contrario, puedes relajarte, saborear el momento (o la hora) y disfrutar de la espera. (Foto: © Sara Stojkovic)

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Translated from 300: queuing in Rome (with a banned sandwich – 10 images)