¿Qué ha hecho la UE por los derechos de homosexuales, bisexuales y transexuales?
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Puri LucenaEl 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia en más de 50 países, aunque un tribunal lituano ha decidido censurar el Baltic Pride, el desfile que iba a llevarse a cabo el pasado 8 de mayo en Vilna. ¿En qué punto se encuentra Europa a la hora de mirar al arcoiris?
La historia de la Unión Europea se remonta a la década de 1950, pero su compromiso con el colectivo de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales es mucho más reciente. Sólo hace una década, desde el Tratado de Ámsterdam, que Europa “combate la discriminación basada en la orientación sexual”. La directiva marco sobre empleo surgió de ese tratado. De aburrido, el documento solo tiene el nombre, ya que obliga a todos los Estados miembro a prohibir la discriminación contra este colectivo en materia de empleo. Belinda Pyke, directora de igualdad de género en la Comisión Europea, describe esta directiva como un “momento decisivo”, porque “hemos hecho una realidad de algo que se encontraba en el tratado”. En 2003, despedir a alguien por su orientación sexual se convirtió, finalmente, en algo ilegal en toda la UE.
Desde entonces, la UE ha hecho progresos. El Instituto Europeo de Igualdad de Género se fundó en 2009 en Vilna, la capital de Lituania. Ese mismo año entró en vigor la Carta de Derechos Fundamentales, que prohibe “toda discriminación” incluyendo la derivada de la orientación sexual. En el futuro y tras la adopción del Tratado de Lisboa, el Consejo y el Parlamento tendrán que decidir juntos sobre los temas relacionados con la discriminación.
¿Dónde están los derechos de los trans?
Para la directora política de la asociación internacional de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, la ONG ILGA-Europe, Silvian Agius, todo esto es una señal de que la UE se “ha tomado en serio los derechos del colectivo”. Pero, entre las medidas vagas, se han quedado atrás temas importantes. Como una directiva que prohiba la discriminación a la hora de acceder a una vivienda, al suministro de bienes y servicios y la educación, que se encuentra actualmente en el limbo. Homosexual declarada, la política austríaca y eurodiputada por Los Verdes, Ulrike Lunacek, explica que la homofobia no es la única explicación para el rezago. “Algunos Estados miembro simplemente tienen miedo de los elevados costes de la adaptación”. Pero lo que es aún más preocupantes es que apenas se menciona a los transexuales en las leyes europeas. “El principal problema es la falta de visibilidad”, apunta Agius. “La identidad transexual no está incorporada en ningún programa de financiamento”. Mientras que el Parlamento Europeo adoptó una resolución sobre los derechos de los transexuales en 1989, la ley por la que se fundó el Instituto Europeo de Igualdad de Género no hace ninguna mención al colectivo. Desde luego, un gran descuido.
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Afortunadamente, la jurisprudencia de la Corte Europea de Justicia llena estas lagunas. “En los casos de discriminación contra las personas que hayan cambiado de sexo, la Corte ha interpretado la discriminación sobre la base de ‘sexismo’”, explica también Agius. De este modo, todas las leyes de la Unión Europea sobre la discriminación sexual se aplican también a los transexuales. En líneas generales, la UE se está moviendo en una dirección positiva al llevar el sexismo y la homofobia hacia una base más amplia, la transfobia. Pero incluso si todo está dicho y hecho, ¿es suficiente para conseguir un arcoíris europeo? El ex Primer Ministro francés Jean-Pierre Raffarin una vez calificó a Europa como “una unión de diversidad”. Lamentablemente, esto también se aplica en la protección de derechos de este colectivo. Cojamos, por ejemplo, el caso de los matrimonios entre homosexuales. Junto a Holanda y Bélgica, España los reconoció en 2005, mientras que la constitución letona los prohibió. La ley eslovaca menciona la protección de los transexuales, mientras que Polonia ignora el tema. El ejército griego considera a los gays como enfermos, mientras que el sueco tiene como asesor para el colectivo homosexual a Petran Jäpinen. Es irónico cómo la geografía lo decide todo. Pero si cada país hace lo que quiere, ¿de qué sirve la UE? Vamos a tomar esta cuestión para abordar de forma más detallada lo que está pasando en Lituania.
¿Baltic Pride? El último caso lituano de homofobia
En 2009, Lituania estaba a punto de pasar una ley denominada “para la protección de menores contra los efectos nefastos de la información pública”, que prohibiría la “propaganda de las relaciones homosexuales, bisexuales o polígamas” delante de los menores. Las quejas desde Bruselas no se hicieron esperar. La Comisión Europea y algunos Estados miembro se unieron para presionar al presidente lituano Dalia Grybauskaite y que éste suprimiera la cláusula homofóbica. Al final, se aprobó una versión “más ligera”, que dejaba fuera las menciones explícitas a la homosexualidad, pero que aún prohibía la discusión de la sexualidad en los colegios y animaba a la adopción de un “modelo de familia tradicional”. “La ley es aún bastante insatisfactoria”, dice Joel Le Deroff, de ILGA-Europe. “Su promoción de la “familia tradicional” no incluye a las familias de homosexuales, bisexuales o transexuales”. Belinda Pyke nos informa de que la Comisión Europea sigue examinando la ley para ver si hay algún área que podría “ser preocupante”.
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En conjunto, la intervención de la UE en Lituania es variada. No hay ninguna reacción oficial por el 17 de mayo, el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia y la Transfobia, incluso cuando un tribunal ha decidido censurar el desfile gay de la Baltic Pride, que iba a celebrarse en Vilna el 8 de mayo. La unión nacional de estudiantes de Lituania, junto a su homóloga en Escocia creó en Facebook el grupo Save Baltic Pride, con casi 3.000 fans. Finalmente, el desfile pudo celebrarse gracias al apoyo dela comisaria europea Belinda Pyke. Ulrike Lunacek opina lo mismo. “El comité de la EU para este tema debería tener un compromiso mayor. Pero los niveles de discriminación serían mayores si no fuese por la UE”. Claramente, aún hay ‘agujeros negros’ en el mapa de los derechos del colectivo. La insitución tiene buenos principios, pero los Estados miembro pueden mantener su legislación homo y transfóbica. Definir la cuestión de homosexuales y transexuales como europea y no sólo como un tema nacional podría ser una solución. De este modo, la legislación sería menos diversa que la sexualidad y el género, y un espectro real de colores emergería en el cielo.
Fotos: principal ©Oº°‘¨¥ü©ã¹o¨‘°ºO; marzo en Vilna©Amnistía Internacional España/ bambas en Flickr/ Vídeo Youtube ©GayClic.com, blog parisino de noticias sobre la cultura gay
Translated from Perspective: what has the EU done for LGBT rights?