Arquitectura comunitaria, espejo de Europa
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marina gonzález vayáApertura, transparencia, eficiencia. ¿Qué edificios necesita una democracia? Los arquitectos se afanan por darle una imagen a la construcción de Europa.
El Parlamento Europeo: Grecia a orillas del Rin
Europaparlamento en Estrasburgo (Foto: ©inyucho/flickr)
Uno de los centros políticos de Europa es conocido por su innovación arquitectónica. Desde 1999 el Parlamento Europeo se reúne en el edificio Louise-Weiss, en el lado noroeste de Estrasburgo, que debe su nombre a la política francesa, feminista y activista europea en los años veinte. Sus formas son el resultado del intento de darle un hogar a la democracia europea. El gabinete francés de arquitectos Architecture Studio, que ganó el concurso internacional, reúne en 220.000 metros cuadrados los principios básicos de la arquitectura europea. El círculo y la elipse dominan el edificio -la forma cerrada de la época clásica y las líneas abiertas del barroco-.
Visto desde el exterior, el edifico se divide en una parte en forma de arco para las salas de conferencias y la sala de plenos y, en una torre, las oficinas de los parlamentarios. La torre, aparentemente inacabada en su fachada este, da pie a especulaciones: ¿se trata de una referencia al Coliseo de Roma? ¿O es más bien una torre de Babel que mira hacia el Este? Según la concepción de Architecture Studio, el que visita esta torre abierta al público se encuentra con un pilar fundamental de la democracia occidental: el ágora griega. La contrapartida a la sala de plenos es la plaza redonda y pública del interior de la torre. La sala plenaria con su cúpula, por el contrario, se muestra cerrada y no irradia la transparencia de la cúpula de cristal del Reichstag berlinés.
El Palacio de Europa: Castillo feudal con el encanto de los setenta
Sede del Consejo de Europa en Estrasburgo (Foto: ©Kpalion/Mai2004)
La visión del Palacio de Europa confirma que el edifico Louise-Weiss es un “domicilio de lujo” (en palabras de los redactores de Süddeutsche Zeitung) para los representantes europeos. El edificio cuadrado con una fachada de estructura regular fue construido en 1977 según los planos del arquitecto Henry Bernard. Europa parece en esta concepción, al menos desde fuera, menos abierta al debate que el nuevo edificio parlamentario: su fachada de 38 metros de altura debía representar la fuerza y la plenitud de Europa según la visión de Bernard. Para el interior del edificio se decantó por las formas curvilíneas que inspiran la libre circulación de ideas. El edificio acoge hoy todavía al Consejo de Europa, aunque hasta 1999 también reunía a los europarlamentarios a falta de sedes alternativas.
Fiel a la balanza: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Maqueta del edificio del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo/ Richard Rogers & architects/ Exposición en París 2008 (Foto: ©dalbera/flickr)
La diosa de la Justicia sostiene la balanza con su mano. Esta alegoría parece haber inspirado al arquitecto estrella Richard Rogers en su diseño del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Al menos a vista de pájaro las salas circulares del tribunal imitan los dos platos de una balanza gigantesca. El edificio, acabado en 1995, constituye junto con el Louise-Weiss y el palacio de Europa el “triángulo mágico” del barrio europeo de Estrasburgo. El Tribunal de acero y cristal, en cuya fachada se refleja el riachuelo Ill, no debe ser, según el arquitecto, un “monumento”, sino un “punto de referencia” simbólico, que conceda a Europa una “imagen creíble”. Rogers, arquitecto británico de origen italiano y ganador del premio Pritzker en 2007, escribe las máximas de la justicia en su edificio: transparencia y permeabilidad. La simetría de la obra arquitectónica tiene sin embargo un motivo prosaico ya que hasta 1998 se reunían ahí tanto el Tribunal como la Comisión Europea, cada uno en su plato.
Gigante de las finanzas: El Banco Central Europeo en Fráncfort
Sede provisional del Banco Central Europeo en Fráncfort del Meno (Foto: ©Mike from Zurich/flickr)
En febrero de 2008 se concedió a la ciudad de Fráncfort el permiso de construcción y en abril debían comenzar las obras de la próxima sede del Banco Central Europeo, siguiendo un proyecto presentado por el gabinete austriaco de arquitectura Coop Himmelb(l)au. En el lado este de la metrópolis del Meno, sobre el terreno que ocupa el antiguo mercado, debía eregirse este edificio, constituido por dos torres entrecruzadas y un atrio de cristal, que alcanzarían una altura de 185 metros. Según sus arquitectos vieneses, un símbolo de la “transparencia, eficiencia y estabilidad” -cualidades del edificio que también serían aplicables al guardián de la moneda europea-. No estaba previsto que el banco se trasladara a esta nueva sede hasta 2012, aunque puede que este proyecto se prolongue aún más en el tiempo, dada la controversia que está creando incluso antes de haberse iniciado.
En el solar del antiguo mercado central de Fráncfort tiene previsto levantarse la nueva torre del Banco Central (Foto 2006: ©dontworry)
Los problemas vienen provocados por el emplazamiento elegido, sobre un antiguo mercado construido en el año 1928 por el arquitecto Martin Elsaesser, cuyos descendientes desean proteger al tratarse de patrimonio protegido. Por lo tanto, la propuesta inicial de Coop Himmelb(l)au ha sido rechazada a causa de las protestas y debe ser modificado: según está, el centro de conferencias debería construirse al lado del edificio del mercado, mientras que lo que se pretende es convertir el mismo edificio en sala de conferencias.
Translated from Bauherr Europa