Sophie Tanner, hasta que la muerte me separe
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-En vez de esperar a que su media naranja llegara a lomos de un caballo blanco, Sophie Tanner decidió que su pareja ideal era ella misma.
El 16 de mayo de 2015, Sophie Tanner se dirigió al altar del brazo de su padre, ataviada con un vestido tradicional de boda de color marfil . Un 'cardenal' presidió el acto y 15 damas de honor le dieron la bienvenida en el altar. Sus días de soltería habían llegado a su fin. Tanner había buscado durante muchos años a Don Perfecto, pero como no lo encontró, decidió deshacerse de la imagen del príncipe azul y se casó consigo misma. Delante de su familia y amigos, recitó los tradicionales votos matrimoniales cristianos y prometió amarse y cuidarse a sí misma hasta la muerte.
"Estar sola y disfrutar de ello es otra opción más"
Tanner forma parte de un movimiento llamado sologamia, que consiste en casarse con uno mismo, por lo general, como símbolo de autonomía. Mujeres de toda Europa y de Estados Unidos, muchas de ellas en la treintena, han optado por reivindicar uniones en solitario como una forma de mandar a "la porra al patriarcado". Sin embargo, la sologamia no está reconocida legalmente en ningún país europeo. Cuando Tanner llamó para preguntar sobre la posibilidad de casarse consigo misma bajo las leyes británicas, los funcionarios se la quitaron de encima. "Escribí a mi oficina de registro municipal y les pregunté si era posible casarse consigo misma, pero recibí un 'no' rotundo", explica.
Su enlace puede que no haya sido legal, pero Sophie sintió los típicos nervios previos a una boda igual que cualquier otra novia: "La noche anterior, me inquietaba que pudiera llover, que nadie se presentara, que dijera algo mal… ¡Los típicos nervios! Pero en realidad, no podía haber imaginado un día mejor", afirma la escritora, desde su casa en Brighton.
Tras una larga relación fallida, Tanner ahogó sus penas en la escritura. A pesar de su carácter alegre, por aquel entonces trabajaba en una novela muy oscura: "Era un tema deprimente. Así que decidí hacerla pedazos y escribir sobre algo que fuera positivo; sobre una chica que decide casarse consigo misma". Cansada de acarrear con el estigma de ser una mujer soltera en la treintena, Tanner quería que su matrimonio hiciera reflexionar sobre la idea de que a una mujer solo se le valora por su estado civil: "El matrimonio con una misma aborda la noción de que ser soltera, y disfrutar de ello, es una opción de vida viable", explica.
"Me sentí liberada el día de mi boda"
Para conseguir un mayor impacto, la boda de Tanner se celebró en el Brighton Fringe Festival de 2015 e invitaron al público a que formara parte de sus nupcias, que incluían el lanzamiento del ramo y el primer baile. El evento tuvo lugar delante de la iglesia Unitaria local, oficiado por un amigo vestido con una sotana roja de cardenal. De los anillos se encargó su perra, Ella. La ceremonia terminó con un cóctel en la playa del municipio.
"Me sentí liberada ese día. Estaba contenta y me sentía fuerte en compañía de mi misma", afirma. "La gente no necesita a alguien más para sentirse completa". Planear el evento fue relativamente sencillo, pero Tanner cree que no lo podría haber hecho sin el apoyo de sus amigos y familiares.
Tras invitar a gente en Facebook, al principio le preocupaba que la gente no se presentara. La avalancha de apoyo le sorprendió: "Estaba muy contenta de que tantos familiares y amigos hicieran el esfuerzo de estar ahí y se involucraran por completo en el evento", afirma. "Cuando llamé a mi padre para pedirle que me llevara al altar, no dudó y dijo que sí".
No obstante, la sologamia no es apta para todos los gustos. Los críticos lo consideran narcisista, egoísta y vanidoso. Incluso feminismo llevado al extremo. Pero Tanner no deja que las críticas le afecten: "Hay una gran diferencia entre la vanidad y el amor propio. No entiendo por qué la gente cree que es lo más vanidoso que puedes hacer en esta sociedad, cuando los autorretratos son tan frecuentes y todo gira en torno a poner tu mejor cara y apariencia".
¿Buscar la otra mitad para sentirse completo?
A Tanner le gustaría que el matrimonio con uno mismo fuera un ritual de iniciación en la cultura europea: una tradición que celebrara la llegada a la madurez de cada uno. También le gustaría que se reconociera legalmente.
"La sociedad está muy centrada en los logros compartidos en pareja, pero no presta atención a las metas de una persona soltera. De hecho, a menudo la vergüenza está vinculada con lo de 'todavía estás soltera', como si fuera algo por lo que te tienes que disculpar", dice. "Creo que disfrutar de tu propia compañía es vital. No puedes recurrir a otro para sentirte completo".
¿Planea Tanner tener una cita o casarse por segunda vez? Por supuesto: mientras pueda hacerlo sin tener que aguantar el dolor de cabeza que supone un divorcio, o romper ninguna ley antipoligamia. "La gente cree que si te casas contigo misma contraes de inmediato el hábito de monja, pero es una promesa a ti misma. Aún puedes querer a los demás", reconoce. "Simplemente, no me voy a pasar la vida esperando 'a la persona ideal' cuando, de hecho, yo ya soy la ideal; y tengo la intención de vivir 'feliz para siempre'".
Translated from The woman who married herself