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¿Será Nick Clegg el primer ministro británico europeo?

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Política

Los comentaristas lo denominan ‘Cleggmanía’. The Guardian lo ha apodado 'El Barack Obama de Gran Bretaña'. Los ciudadanos británicos ‘alternativos’, que se sienten poderosos después de que su campaña on line puso al grupo Rage Against the Machine como número uno en las listas musicales navideñas en lugar de al ganador de un reality show de televisión, tienen una nueva campaña en Facebook. Y así, 160. 000 miembros gritan: “¡Podemos llevar a los demócratas liberales al poder!” El ascenso del partido minoritario británico se ha descrito como la ‘oleada amarilla’. Los demócratas liberales son los recién llegados expertos en Europa que han abierto de un soplo la campaña electoral bipartidista británica.

Pero tal vez Nick Clegg conoce mejor Bruselas y cómo funciona. En la foto aparece con el comisario belga Karel De Gucht, en la conferencia de la ALDE

La prensa parcial o Murdoch en Gran Bretaña

Nick Clegg no es el tipo de persona que uno esperaría que fuera elegido primer ministro británico. Habla con fluidez alemán, francés, español y holandés (por su madre holandesa). Está casado con la abogada española Miriam González Durántez y tiene tres hijos bilingües, Antonio, Alberto y Miguel. Ha sido instructor de esquí en Austria, estudió en el Colegio de Europa en Brujas y fue eurodiputado hasta el año 2004. Ha dicho que Gran Bretaña podría adoptar el euro. En pocas palabras, es lo que a cafebabel.com le gusta denominar ‘un babeliano’.

Clegg ha dicho que Gran Bretaña podría adoptar el euro

Los periódicos británicos declararon sus lealtades desde el primer momento. La trinidad profana de los diarios propiedad de Rupert Murdoch (The Sun, The Daily Telegraph y The Daily Mail) rápidamente elogió a David Cameron como el líder que Gran Bretaña necesitaba para arreglar el desastre que hizo Gordon Brown. No es nada nuevo. La prensa británica ni siquiera pretende ser imparcial. Cuando los conservadores consiguieron una inesperada victoria durante el gobierno de John Major, en 1994, The Sun publicó el ahora tristemente célebre titular:‘It’s The Sun wot won it’(‘The Sun lo ganó’). “Gran parte de la prensa en este país es totalmente parcial y siempre lo ha sido”, escribió el ex editor de The SunDavid Yelland en The Guardian el 18 de abril. “The Sun deliberadamente ignoró a los demócratas liberales. El truco es aliarse con el ganador, obtener la atención del primer ministro. ¿Para qué cortejar a un partido que no tiene poder?”

Los debates al estilo estadounidense aumentan las probabilidades

Pero esta vez es diferente. El 15 de abril, 9,4 millones de personas vieron el primer debate televisado en directo al estilo estadounidense en el Reino Unido entre los líderes de los partidos. Los televidentes vieron a los tres candidatos sobre tribunas iguales: David Cameron, de los conservadores, con su corbata azul; Gordon Brown, actual primer ministro (laborista),con su corbata roja, y una persona elocuente con una corbata amarilla, que representaba a un partido poco conocido, llamado Demócrata Liberal. Al día siguiente, las camisetas con la leyenda “I agree with Nick Clegg”(‘Estoy de acuerdo con Nick Clegg’) salieron a la venta, parodiando las afirmaciones ‘I agree with Nick’ hechas por Brown y Cameron en el debate. El resultado del sondeo de opinión fue asombroso.

El día del debate, el responsable de las encuestas de la BBC puso a los conservadores a la cabeza (41%), seguidos por los laboristas (32%) y los demócratas liberales(18%). Dos días después, estos últimos habían aumentado 12%, superando al actual gobierno laborista. Para el 18 de abril, estaban por delante de los conservadores. Tres días después, el partido que tuvo por última vez el poder hace un siglo se mantenía con un apoyo del 34% en las encuestas, seguido por los conservadores (31%) y los laboristas (26%). La casa de apuestas británica Ladbrokes acortó las posibilidades de que Clegg se convierta en el próximo primer ministro de 300-1 a 10-1. En tan sólo una semana. Justo cuando la prensa de derechas se volvió histérica.

El magnate siempre ha acertado sobre los futuros líderes. ¿Hasta ahora?“Clegg hace comentarios nazistas sobre Gran Bretaña”, gritaba The Daily Mail. “Demócrata cambiante y tambaleante”, escribió The Sun. “Nick Clegg: las donaciones y pagos de los demócratas liberales, en su cuenta privada”, insinuaba el ligeramente más sobrio The Daily Telegraph. The Sun había sacado a relucir un artículo del año 2002 en el que Clegg escribió acerca de la vergüenza  que sintió, siendo adolescente, en un viaje escolar a Alemania, cuando sus compañeros de clase insistían en mofarse de sus compañeros de intercambio alemanes hablando sobre la guerra y haciendo saludos nazis. The Daily Telegraph no mencionó que Clegg había declarado abiertamente todas sus donaciones, ya fueran en su cuenta privada o no. Según se informa, en la noche del 21 de abril, James, el hijo de Rupert Murdoch, irrumpió en las oficinas del diario The Independent (que no es de Murdoch) y gritó “¿A qué demonios están jugando?”, al editor Simon Keiler. Lo acusó de dañar la reputación de su padre con su campaña de propaganda en la que advierte que “Rupert Murdoch no decidirá esta elección. Usted lo hará”. “No se equivoquen”, escribió Yelland en The Guardian. “Si los demócratas liberales ganan la elección, será la primera vez en décadas que Murdoch se quede fuera de la política británica”.

¿Por qué los votantes se cansan de los políticos británicos?

Una razón por la que los votantes están hartos es el sistema electoral británico de “el primero de la lista gana el cargo”: es decir, no hay una representación proporcional y el candidato de distrito con más votos gana su lugar en el Cámara, el resto simplemente desparece. En 2005, los laboristas ganaron una mayoría absoluta con el 35.3%, la participación más baja del voto para cualquier gobierno mayoritario en la historia de la Cámara de los Comunes. Más de la mitad de los votantes votaron contra el primer ministro ganador, pero sus votos no contaron. De acuerdo al índice de poder del votante del Reino Unido, sus ciudadanos tienen en promedio, en lugar de un voto cada uno, 0,25 votos cada uno. Mientras tanto, el sistema 'el ganador coge todo’ tiene desventajas obvias para los partidos más pequeños, como el de los demócratas liberales. Nick Clegg está haciendo campaña para la reforma electoral y la introducción de una representación proporcional al estilo europeo. Podría no convertirse en primer ministro el 6 de mayo, pero si hay un parlamento sin mayoría absoluta, los demócratas liberales podrían tener un papel decisivo a la hora de votar las leyes. Podrían negociar sus votos con cualquiera que les ofrezca la legislación que desean. Estados Unidos tuvo su cambio. Parece que los votantes británicos desean el suyo, tanto como desearon su canción número uno en las listas navideñas en 2009.

Fotos: Cameron, Brown y Clegg siendo 'europeos' ©Downing Street, ©conservativeparty y ©Liberal Democrats en Flickr;  Rupert Murdoch desde una perspectiva española ©by simplifica/ Flickr/ vídeos: ITV1 / itnnews/ Youtube

Translated from Nick Clegg for European British prime minister?