¿Ser gay en Croacia? No preguntes, no lo cuentes
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Pablo FraileSociedad patriarcal y homófoba. Ese es el tópico que suele triunfar cuando se habla de Los Balcanes. Y muchas veces se confirma, como demuestran los incidentes que se producen cada vez que se decide celebrar un desfile del orgullo gay en Serbia.
Pero ya han quien se aleja de la tendencia: paseamos por Croacia, un país que avanza hacia la tolerancia pese a las zancadillas de la Iglesia y a una sociedad chapada a la antigua.
Zagreb es diferente, no tiene nada que ver con el resto de ciudades de la zona. Los hechos hablan por si solos: el desfile del orgullo gay se ha celebrado todos los meses desde junio de 2002, sin excepción. Y no es el único evento gay friendly que se puede ver en esta acogedora ciudad, cada vez más europea. ¿Significa esto que todo marcha entre el colectivo homosexual local? ¿Qué pasa con la aplastante mayoría hetero y católica, un noventa por ciento, que domina la sociedad?
La homofobia pierde poco a poco la batalla
Ser abiertamente homosexual en Croacia depende significativamente de tu entorno: donde vivies, donde trabajas y cuál es tu generación. La homosexualidad se discriminalizó en 1977 y muchos gays, especialmente de las generaciones más antiguas, ahora están casados y tienen hijos. "En las ciudades pequeñas, incluso en Split, la segunda más grande del país, no puedes llegar a ser tu mismo", dice Edo Bulic, presidente de Iskorak, la ONG más veterana en la defensa de los derechos LGTB y organizadora el desfile cada año junto con otra asociación similar, Kontra. Su oficina está en un antiguo edificio de la ciudad, un sitio con encanto con un patio interior y justo encima de un bar muy popular. Mientras hablamos, las chicas de Kontra gritan al teléfono en la oficina de al lado. "La sociedad es tradicional y patriarcal. La gente tiene miedo de salir del armario y, en su mayoría, no lo hacen. El miedo de perder familia y amigos, de que te echen de casa o del trabajo lo impide. Solo puedes vivir una vida normal en Zagreb", dice. Pero aunque la vida sea mejor en la gran ciudad, está lejos de ser ideal para aquellos que se declaran abiertamente homosexuales. Las muestras públicas de afecto están generalmente aceptadas, pero no se recomiendan. "Es una cuestión de sentido común decidir en que barrio se puede hacer", dice Milena Zajovic, periodista de 28 años. Su homosexualidad sigue siendo tema tabú en el periódico en el que trabaja: "no preguntes, no lo digas. Todos saben que soy gay pero cuando menciono a mi novia simplemente se callan".
La ley croata en materia LGTB funciona como en la mayoría de los países europeos. Pese a que ya fue despenalizada años atrás, una nueva ley reforzó en 2004 la situación de la comunidad gay permitiendo la actividad sexual entre personas del mismo sexo y la convivencia 'no oficia'l. El matrimonio gay, eso sí, sigue siendo ilegal. Las parejas gays pueden disfrutar ahora, siempre y cuando hayan estado juntos tres años, de todos los derechos de los que gozan las parejas de sexo opuesto. Otra ley, esta vez contra la discrimanción por motivos de orientación sexual o género fue promulgada en 2009. Varios casos han llegado a los tribunales desde entonces, la mayoría a iniciativa de organizaciones como Iskorak. Cuentan en su haber con un sorprendente número de casos, acciones e iniciativas llevadas a cabo durante los últimos nueve años. "Así es como comprobamos si el sistema de justicia funciona", advierte Edo. "Las leyes suenan bien, pero otra cosa es lo que pasa en la vida real. Esa legislación solo fue aceptada por las presiones de la U.E". El caso más reciente data de enero de 2011. La corte de Zagreb promulgó la primera sentencia que penaba un caso de violencia homófoba. Dos jóvenes fueron condenados a sesenta días de servicio comunitario y seis meses de cárcel por atacar en noviembre de 2010 a dos hombres en las inmediaciones de un club nocturno. Otro caso similar fue juzgado en diciembre del mismo año, cuando un asistente universitario en el norte del país (Varazdin) denunció a la institución por acoso debido a su orientación sexual.
"Es ignorancia. La mayoría no conoce a nadie gay"
Los informes oficiales dicen que los parlamentarios del país acudieron al primer desfile del orgullo gay en junio de 2002. "Ahora, se han abonado al discurso políticamente correcto", dice Zvonimir Dobrovic, director artístico del festival de artes escénicas Queen Zagreb. Su oficina está llena de folletos y libros, incluso de cuentos de temática gay. "Depende de nosotros si lo queremos usar, pero realmente no se preocupan de la situación y no hay voluntad política para cambiar la situación".
Todo indica a que el gobierno sigue sufriendo la presión de la Iglesia en estos temas. Un caso reciente ilustra la interdependencia entre la comunidad LGTB, la sociedad, el Gobierno y la Iglesia. Fue en marzo de 2011, en Zagreb. Un profesor de religión en una escuela primaria fue demandado por Kontra e Isorak.Se trata de Jelena Mudrovcic: dijo que la homosexualidad era una enfermedad en una de sus clases. El director del colegio defendió a la docente, su mujer, alegando que ella solo se limitó a citar lo que decía el libro (libro por cierto aprobado por el Gobierno que afirmaba que la homosexualidad era un pecado).Un grupo católico se manifestó a las puertas de los juzgados durante la vista, denunciando ser víctimas de la Ley Antidiscriminación y acusando a la sociedad de ‘cristianofobia’. "Eran muy radicales y fueron agresivos, incluso cantaron canciones sobre Satan", dice Edo. La profesora fue finalmente condenada y las organizaciones Istorak y Kontra escribieron además una carta oficial para quejarse sobre el contenido del libro. El Gobierno, sin embargo, respondió alegando que el manual cumplía todos los requisitos y que no había ninguna necesidad de cambiarlo.
"Si no estás casado, algo pasa contigo"
Sin embargo, la religión no es el único problema de la comunidad gay en Croacia. "Mucha gente es católica por defecto, solo por el hecho de haber nacido aquí. Eso es hipocresía”, dice Edo. "Mi madre tuvo problemas por lo que otras personas pudieran decir", añade Tajana Josimovic, una empleada de Queer Zagreb. "Es ignorancia. La mayoría de ellos ni siquiera conoce a ninguna persona homosexual". "La homofobia es una fobia más, un miedo", añade Edo. A los problemas de aceptación social, se une la presión del matrimonio. "Si no estás casado, algo pasa contigo", asegura.
Pero como todo, la situación requiere paciencia: "la gente necesita escenas, necesita ver a dos chicos o dos chicas besándose", dice Zyonimir. "Necesitamos llegar a un punto donde la gente ni siquiera se de cuenta de ello. Pero eso requiere mucho tiempo y energía, no es fácil romper esas visiones homófobas. Hace falta un cambio generacional. Es un largo proceso de aprendizaje".
Este artículo forma parte de uno de los proyectos de cafebabel.com para 2010-2011 a lo largo y ancho de los Balcanes: Orient Express Reporter
Foto portada: (cc) Ktoine/ Flickr; Foto texto (cc) Zagreb Pride/ Flickr; Foto texto 2 © Jadran Babić; video cortesía de Youtube
Translated from Is gay OK in catholic Croatia?