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Reino Unido, Alemania, Irak: bienvenidos al Hotel Coalición

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Default profile picture Magdalena Russo

Política

Del comodín británico al vacío de poder iraquí, el resultado en sus elecciones ha sido similar, con el partido ganador sin mayoría suficiente para formar gobierno y la posibilidad de que los otros dos formen una coalición que lo deje fuera. En Irak, incluso, se negocia desde el 7 de marzo, lo que significa más de dos meses de disturbios y ataques terroristas.

Un paralelismo entre una de las democracias más grandes del mundo y un estado fallido

Mientras Reino Unido entraba en pánico por el resultado de sus elecciones generales del 6 de mayo, que forzó a un 'parlamento colgado' después de que no emergiera una mayoría general, el resto de Europa observaba perplejo. Para la mayoría de los Estados miembro, tener que construir una coalición para gobernar el país es la regla más que la excepción. Gran Bretaña encaró una opción muy europea y, al final, tomó igualmente una decisión muy Decidió el rumbo que seguiría el Reino Unidoeuropea. En las disputas políticas que siguieron a la noche electoral, se puso sobre la mesa la posibilidad de una coalición entre los dos partidos perdedores, una alianza liberal laborista entre los demócratas liberales y el saliente gobierno laboralista. Muchos dijeron que una coalición de ‘perdedores’ que dejara fuera al partido con mayor número de votos sería una burla a la democracia. Cuatro días después de las elecciones generales, se anunció que el primer y tercer partido británicos, es decir, los tories (conservadores) y los ‘liberales demócratas’, formarían un gobierno de coalición, algo que no se ve en el Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial. Esta solución no fue la más sencilla.

Las alianzas causan problemas también en Alemania

Las preocupaciones eran entendibles. La mayoría de las veces las coaliciones son forzadas. La canciller alemana Angela Merkel lo sabe mejor que nadie después de que su Koalición (formada después de que su partido, el democristiano, no pudiera por sí solo alcanzar una mayoría hace seis meses) fuese derrotada el pasado 10 de mayo en Renania del Norte-Westfalia, el estado alemán más populoso. No es exactamente un buen presagio para la joven coalición a nivel federal. Las discusiones internas entre los conservadores y los liberales alemanes sobre quién es el culpable de la derrota demuestra lo frágiles que pueden ser estos acuerdos si los partidos no están de acuerdo en los temas fundamentales.

De vuelta al Reino Unido, por supuesto, uno de los asuntos principales es Europa. Los escépticos tories advierten que si los liberales demócratas se hubieran salido con la suya y Gran Bretaña estuviera en la eurozona, serían ellos y no los desafortunados alemanes quienes estarían rescatando a los griegos hoy (lo que, de hecho, provocó los malos resultados electorales de Merkel).  Sin embargo, sin importar las diferencias políticas e ideológicas, seguramente esta situación es mejor que una en la cual los dos partidos perdedores se asocian para gobernar una nación que había elegido otra opción.

Reino Unido-Irak: la historia de dos coaliciones

Pero más allá de las fronteras europeas, la misma situación es reveladora en Oriente Medio. Y mientras todos están comparando los problemas de Gran Bretaña con Europa, un interesante paralelismo se produce en Irak, con inquietantes similitudes. Dos meses antes de las elecciones en Reino Unido, Irak celebraba sus propios comicios en los que el titular Nuri al-Maliki era superado por el ex primer ministro Iyad Allawi por un margen muy estrecho. El bloque del Estado de la Ley, dirigido por Maliki, decidió anunciar una coalición con el tercer partido en número de votos, el también chiita Alianza Nacional Iraquí (ANI). Con ello, juntaron 159 diputados, lo que hacía necesario otros cuatro más para tener mayoría absoluta y superar al partido ganador de Allawi, el aconfesional Al Iraquiya. En el Reino Unido, una coalición liberal laborista (entre los liberales demócratas y el saliente gobierno laborista) habría sido insuficiente para lograr la mayoría parlamentaria (los dos partidos no hubieran podido alcanzar los 326 escaños en el parlamento ya que tenían 258 y 57, respectivamente), lo que sería un problema, como con el bloque chiita iraquí.

El laberinto iraquí

En estas situaciones, siempre es el tercer partido el que termina diciendo la última palabra. En el caso británico, fue Nick Clegg quien salió mejor de lo esperaba a través de su alianza con el nuevo primer ministro David Cameron, a pesar de su inesperado resultado en las elecciones. En Irak, el poder central recae en manos más desconcertantes: en las del chií Muqtada al Sadr, clérigo radical y anti occidental, miembro clave del tercer partido ANI y dirigente de la milicia religiosa armada involucrada en una violencia sangrienta y sectaria. Tanto Clegg como al Sadr anunciaron que no podrían integrar un gobierno que excluyera al partido ganador; sin embargo, los liberales demócratas permanecieron fieles a su palabra, mientras el ANI se ha ido al otro lado y se ha aliado con el perdedor.

Un país está en el medio del síndrome del estado fallido, el otro lucha contra una crisis económica

La nueva alianza chiita comparte muy poco, más allá de su filiación religiosa. Incluso, Maliki libró una guerra contra la milicia de Sadr hace unos pocos años. Pero el nuevo show de Cameron y Clegg tampoco tiene el sello de una sociedad perfecta. Es quizás una comparación injusta; un país está en el medio del síndrome del estado fallido y en medio de un terrorismo sectario desenfrenado, mientras que el otro solo está peleando contra una crisis económica. Pero cada uno a su modo, es extremadamente frágil. Y en una nación frágil, ¿necesitamos una coalición frágil al volante? Quizás no. Pero tampoco necesitamos un gobierno minoritario proponiendo políticas divisivas más que decisivas.

Pese a todo, el nuevo gobierno británico estaba decidido en cuatro días, mientras que las negociaciones iraquíes llevan ya más de dos meses. Tal vez sólo una decisión muy europea funcionará en Irak.

Imágenes: chica protestando durante las negociaciones para formar coalición en Londres©lewishamdreamer aka cosmodaddy/ Flickr, Nick Clegg ©Presse-Papier/ presse-papier.over-blog.com/

Translated from UK, Germany, Iraq: welcome to the Hotel Coalition