¿Refugiados bienvenidos? Erdogan quiere reducir el número de sirios que vive en Estambul
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Juan Manuel Rodríguez SawickiEl acuerdo entre la Unión Europea y Turquía que contribuyó al fin del flujo de refugiados hacia el Viejo Continente en 2016 goza de una excelente reputación a este lado de la frontera. Pero, ¿qué piensan al otro lado del Mediterráneo? Viajamos a Estambul, donde más de medio millón de sirios se empiezan a integrar en la vida turca, nueve años después del inicio de la guerra en su país.
Si la comida de cada país es una brújula para descubrir sus tradiciones y costumbres, un paseo por el barrio de Fatih, en Estambul, podría engañar a quienes lo recorren por primera vez. El mercado que se despliega alrededor de una de las mezquitas más grandes de la ciudad se encuentra atiborrado de restaurantes sirios, todos los carteles de las tiendas de comida y especias están en árabe y entre la muchedumbre se mezclan voces turcas y sirias.
Desde el inicio de la guerra civil siria en el 2011, según estimaciones oficiales, han llegado a Estambul más de 500.000 personas. La mayor parte se ha instalado en el barrio conservador de Fatih, donde se acentúan las barreras lingüísticas y cuyo aspecto está cambiando de manera radical en los últimos años. "No es fácil hablar con ellos", lamenta Mustafa Özbek, miembro de la ONG İnsani Yardım Vakfı (Fundación de ayuda humanitaria). "Muchos se niegan a hablar con la prensa, o esperan varios días antes de entrar en contacto". La razón es muy simple: la inmigración en Turquía se está transformando en un problema para la sociedad civil y sobre todo para el Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdoğan. Precisamente, su mala gestión de las políticas migratorias le valió una doble derrota en las elecciones municipales de Estambul del 2019 (la votación tuvo que repetirse por presuntas irregularidades). La cuestión de la inmigración se ha convertido en un tema clave del debate público desde la firma del acuerdo para controlar los flujos de migrantes entre la Unión Europea y Turquía el 18 de marzo de 2016**.
Acuerdo UE-Turquía: una solución problemática
Cuatro objetivos y razones fueron los que principalmente motivaron ese acuerdo. En primer lugar, controlar el flujo de migrantes sirios a partir de un sistema de intercambio de migrantes: por cada sirio reubicado en Turquía desde las islas griegas de Lesbos y Cos, uno de los sirios que están en Turquía sería reubicado en un país de la UE. El segundo objetivo era disuadir a los migrantes de cruzar el Mediterráneo y, en tercer lugar, proveer fondos a los países de tránsito, como es el caso de Turquía, para fortalecer los programas de integración de los ciudadanos sirios. Por último, un cuarto elemento que ha sido ignorado tras la firma, que los ciudadanos turcos cuenten con facilidades para obtener visados para entrar en la UE.
"Tengo una posición crítica acerca de todos estos elementos", comenta Deniz Sert, profesora de la cátedra Jean Monnet de Migración y Movilidad Europea en la Universidad Özyeğin de Estambul. "Primero, con relación al efecto disuasorio, porque los flujos ya venían disminuyendo en el año 2016. Hay quienes afirman que el acuerdo redujo el número de muertes en el Mediterráneo. Pero los resultados de nuestros estudios indican que, en realidad, la tasa de mortalidad ha aumentado. Con respecto al intercambio de migrantes, sabemos bien que muchos países europeos ya no aceptan refugiados. Algunos Estados no han colaborado en absoluto, como es el caso de Hungría. El número de migrantes reubicados es muy bajo. Según estimaciones oficiales, Turquía ha acogido a 3,6 millones de sirios, pero la cantidad de migrantes transferidos a países europeos no ha superado las 20.000 personas. Mi última crítica se centra en la financiación: durante mucho tiempo solo se apoyaron proyectos vinculados a crisis humanitarias. Pero ya han pasado casi nueve años desde la llegada de los primeros migrantes sirios. Este enfoque no está dando resultados porque no es viable: sin querer instrumentalizar la cuestión, los fondos atribuidos han creado una especie de industria de la gestión de los refugiados. Y en las transacciones para aportar ayuda económica a los refugiados hay mucho dinero que se pierde por el camino”.
Es precisamente el aspecto financiero donde se está jugando la partida. Ankara se queja de la falta de apoyo económico de la Unión Europea, lo que está generando dudas en cuanto a la utilidad del acuerdo. Según algunos analistas entrevistados por Cafébabel, que han preferido el anonimato, Erdoğan se habría opuesto al acuerdo con Bruselas desde un principio, hasta tal punto que el texto final fue firmado por el ex primer ministro Ahmet Davutoğlu.
Redistribución interna
Hoy en día las soluciones propuestas son pocas y confusas. A esta altura, Turquía ha cerrado la frontera sur con Siria y ha bloqueado al este las salidas en dirección a Grecia a través del Mediterráneo. Gestionar a 3,6 millones de refugiados no es nada fácil, sobre todo si hay más de medio millón en una sola ciudad, Estambul, que, según cifras oficiales, cuenta con 18 millones de habitantes en total.
El pasado mes de julio, el Gobierno inició un programa de redistribución interna para los refugiados sirios que se hayan registrado en alguno de los centros de inmigración. "Con vistas a las elecciones municipales, el Gobierno ha buscado soluciones para enviar de nuevo a los refugiados al lugar por donde entraron al país", explica İzzet Şahin, miembro encargado de asuntos de diplomacia humanitaria en la ONG İnsani Yardım Vakfı. "Pero las personas que se encuentran en Estambul están allí por razones económicas y laborales. Las consecuencias de las decisiones tomadas por el Ministerio del Interior han sido negativas: los migrantes se han visto obligados a desplazarse de nuevo. Como son pocas las personas que han sido repatriadas a Siria, la mayoría ha terminado en otra ciudad. En cualquier caso, el número de operaciones ha sido reducido comparado con el número total de refugiados en Fatih, un barrio muchos empiezan a llamar “pequeña Siria”. Además, Şahin indica otros problemas: "Las nuevas generaciones ya han aprendido turco. Para ellos resultaría difícil volver a Siria y acostumbrarse al árabe de nuevo".
Al principio los turcos pensaban que los sirios se quedarían solo algunos años, ya que el Estado les otorgaba solo permisos de residencia temporal. Sin embargo, con el paso del tiempo, su permanencia se ha transformado en un problema para muchos: "Aquí nunca se ha presentado el fenómeno migratorio como una 'crisis'", comenta Deniz Sert. "El vocabulario utilizado es muy diferente al europeo. Al principio, los migrantes eran considerados huéspedes, pero la paciencia de los ciudadanos turcos ha ido disminuyendo. Hay cada vez más actitudes hostiles frente a los migrantes y a los refugiados".
Zona de seguridad turco-siria: ¿un proyecto utópico?
Además de los 3,6 millones de refugiados sirios, se estima que Turquía también acoge miles de personas provenientes de otros lugares. Al bloquear las fronteras, el Gobierno turco aspira a una única solución: crear una zona de seguridad entre Siria y Turquía donde reubicar hasta dos millones de refugiados.
Sin embargo, los analistas entrevistados por Cafébabel han subrayado que el proyecto —que prevé la construcción de edificios y, por ende, de nuevas ciudades a lo largo de una franja de poco más de treinta kilómetros de ancho— podría tener un coste superior a los 20.000 millones de euros. Por este motivo, Erdoğan tendría la intención de crear una mesa de negociación con colaboradores extranjeros para obtener apoyo económico. Esta solución también alejaría a las milicias kurdas del YPG (que Ankara considera como un "grupo terrorista") de la frontera turca, como lo demuestra la operación militar que se lleva a cabo en el noreste de Siria desde octubre de 2019. "Si yo fuera un líder europeo, intentaría ganar influencia sobre esta zona porque en la actualidad nadie —ni los especialistas, ni los periodistas— sabe realmente qué está sucediendo allí", concluye Deniz Sert.
Hemos realizado la serie AcadeMy con la contribución del programa Jean Monnet de la Unión Europea. Puedes encontrar más información sobre la labor y los objetivos de las acciones Jean Monnet en el sitio oficial de la Unión Europea.
Translated from A Istanbul l’accordo sui migranti tra Ue-Turchia sta diventando un problema