Recuerdo a la clase anarquista 2008-09: No necesitáis romper escaparates
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Alejandro García-Córcoles CarrascalHoy la anarquía no tiene nada que ofrecer al público. Un niñito de cinco años sentado en el McDonalds podría imaginar algo mejor. Aquellos que más ruido hacen -sobre todo los manifestantes, más mediatizados- no son más que estúpidos egoístas que ignoran lo que la democracia ha hecho por nosotros, empujados por algún tipo de fantasía dominada por una vida idílica
Durante las elecciones europeas de este verano, Austria, Gran Bretaña y Alemania, entre otros, experimentaron un giro lejos del centro, generalmente a la derecha, porque los ciudadanos votaron coléricos contra los poderes dirigentes. Aversiones tradicionales para nacionalistas como inmigrantes, musulmanes y el paro eran puntos de campaña, pero la élite banquera fue subiendo posiciones. Millones de personas estaban enfurecidas por los embargos bancarios de 2008 y las ganancias registradas. Pero romper ventanas no soluciona la cosa. Los bancos han demostrado ser intocables, casi como si existieran en un mundo paralelo al tuyo y al mío.
Alimento para la anarquía
Un mes después del colapso de Lehman Brothers, a los bancos británicos se les otorgo un balón de oxígeno de 37.000 millones de libras. Cuando el Banco de Inglaterra redujo los tipos de interés, los bancos decidieron no bajar sus tasas de interés hipotecario, algo que habría ayudado al ahorro de la población. En su lugar, fijaron sus tasas según el Libor, la tasa en la cual los bancos se prestan entre sí. Como se trataba de una tasa más alta, mantuvieron sus beneficios. Apenas un año después de las operaciones de rescate masivo, el público tiene un nuevo motivo de protesta. Goldman Sachs acaba de publicar su segundo mejor resultado trimestral jamás registrado, a pesar de haber necesitado ayuda del Gobierno para sobrevivir, a finales de 2008. La lista de bonos solo se intensificará. Se dice que en los primeros nueve meses de 2009, la empresa recaudó 16,7 mil millones dólares, lo suficiente para pagar el sueldo del empleado medio, de 526.814 dólares.
Usted no necesita ser un anarquista para estar furioso por esto. Pero pensar que su vida ha sido directamente afectada por ello es infantil. De la misma manera que que a los futbolistas se les pague más de 100.000 euros a la semana, no le afecta. Trate de vincular el colapso de Lehman con todo lo que hemos hecho en el último año. Si usted diera al anarquista medio un yate en el Caribe y algunas villas de lujo, pronto dejaría de quejarse, según el mismo principio que empuja a los estadounidenses a oponerse a la reforma sanitaria. El documental Money, de 47 minutos del artista canadiense Paul Grignon, explica cómo los bancos crean dinero de la nada, con la promesa de reembolsarlos en préstamos. Gracias al crédito interminable, el público se ha acostumbrado a su deuda, y temen que si esta acaba sus vidas se desintegrarán. Las tarjetas de crédito, los préstamos y reembolsos de hipoteca son las razones por las que las personas permanecen en el mismo trabajo durante años a pesar de odiarlo, y dudan en comenzar uno nuevo por si fracasaran y no se quedaran sin nada.
¿Y entonces...?
La gente se contenta de señalar a los culpables con el dedo sin mirar más allá. Pero los anarquistas que lograran derrocar cualquier gobierno, ¿qué iban a hacer después? ¿Crees realmente que todos esos millones se quedarían en las fábricas, instalaciones petroleras, centrales eléctricas, los servicios de saneamiento si no es necesario? Si los anarquistas llegaran a “suprimir el dinero”, como declaraba una pancarta exhibida durante en las protestas del G-20 de este año en Londres, ese país podría sucumbir a una crisis en espacio de una noche. ¿Cómo podría nadie hacer algo tan simple como comer en este brillante Estado libre? ¿Iban los agricultores, en la bondad de su alma colectiva y consciente, a seguir trabajando la tierra para que la gente como yo pueda comer? Nada iba a funcionar, y si no hay Estado, el dinero pronto se devaluaría. ¿Y luego qué? "Oh, pero Jamie, estás tan condicionado por el consumo que necesitas tener siempre la última tecnología porque sí". No lo estoy. Solo estoy pensando qué habilidades puedo ofrecer en un Estado post-Europa y la respuesta es nada. ¿El trueque? Tengo una licenciatura en Literatura ¿Qué se supone que debo hacer en un trueque? ¿Un ensayo sobre las decisiones de Levin en Anna Karenina?
Los anarquistas, como los fanáticos religiosos, seleccionan partes de las ideologías para satisfacer sus necesidades
La anarquía podría trabajar en un pueblo de seis familias. Uno siembra, uno cuida el rebaño de ovejas, uno construye casas, uno riega la tierra, uno lleva los residuos fuera y la última familia tiene un médico y un dentista. Esto obviamente no es el caso en nuestras vidas. Sin embargo, los anarquistas, como los fanáticos religiosos, seleccionan y eligen pedazos de las ideologías para satisfacer sus necesidades. De la misma manera que la derecha cristiana ha seleccionado parte del libro del Génesis, los anarquistas están más que dispuestos en señalar con el dedo a los gobiernos sin tener en cuenta todos los beneficios que la democracia ha traído a nuestra vida después de 1945.
El capitalismo ha creado un monstruo intrínsecamente corrupto en el sistema bancario y financiero, pero echar la culpa a la democracia parece absurdo. Ninguna otra nación ha sido capaz de prosperar y desarrollarse sin una estructura democrática, con la excepción, tal vez, de China, pero incluso ella acepta las prácticas capitalistas. Las democracias pueden ser engañosas. Sin embargo, son mucho más aceptables que estar bajo un tirano o un anarquista libre del sistema, que probablemente acabaría como una especie de película de desastres de zombis. Sí, el dinero tirado en la crisis financiera podría haber resuelto los problemas del mundo y las enfermedades. Sin embargo, rompiendo escaparates el 1 de mayo no se va a conseguir que los gobiernos dejen de pensar en sus propios intereses. Encontrad una mejor manera para que vuestra voz sea escuchada. Estoy bastante seguro de que eso significa estudiar duro, trabajar para las instituciones políticas y pagar una hipoteca.
Translated from Calling Europe’s anarchist class 2008-2009: no need to smash bank windows