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¿Qué piensan los jóvenes de la Unión Europea?

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Política

Hablemos de prácticas no remuneradas, impuestos, reciclaje, el Parlamento con sede en Estrasburgo o cualquier otro tema imaginable, los colaboradores internacionales de nuestra red, cafebabel.com, tienen mucho que decir sobre lo que les molesta de Europa.

El 9 de mayo hará 60 años de la declaración de Schuman, por la cual países como Francia y Alemania, entre otros, acordaron trabajar juntos como una federación

"Antidemocracia"

"La verdad es que podría definirme como euroescéptico, porque el euroentusiasta medio francés me da asco: es cristiano y cree en la Unión Europea del mismo modo en que cree en Dios, es decir, a pies juntillas. Para el euroentusiasta, cuando algo va mal en la UE, siempre existe una explicación o excusa para ello. En general, la UE siempre es mejor que Francia, pues su solución a cualquier problema es: 'más pedagogía'. Sin duda, este tipo de actitud tiene un regusto totalitario. Pero, sobre todo, podría definirme como euroescéptico porque, francamente, la UE no es una democracia, al menos no en el sentido de una 'democracia representativa'. Algunas de las opciones políticas más importantes se establecen en tratados, que no son siempre consensuados. Además, todos sabemos cómo se elaboran y revisan dichos tratados. El modo en que en Francia se aprobó el Tratado de Lisboa es ya motivo suficiente para ser euroescéptico". (Aymeric, Francia)

"Un actor no internacional"

"Los europeos estamos hartos de la idea de una UE sin poder. Europa carece de una voz única en muchas reuniones internacionales clave, como se evidenció en diciembre de 2009 durante la Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Copenhague. Por desgracia, no todos los presidentes creen en la idea de una Europa fuerte (no les interesa hacerlo por si acaso eso conlleva una pérdida de poder), por lo que negocian en privado sus tentativas particulares, como hizo Nicolas Sarkozy en Copenhague al aliarse con Lula Da Silva para dar un paso más allá y crear una organización medioambiental mundial". (Pablo, España)

"Estrasburgo"

Soy checo y desde luego no euroescéptico, pero lo que me trae de cabeza sobre la UE son los asientos parlamentarios en Estrasburgo. Gracias al programa de intercambio Erasmus, tuve la oportunidad de estudiar en Estrasburgo, por lo que sé muy bien lo vacío que está el edificio durante las sesiones parlamentarias. Todo el dinero invertido en desplazarse hasta allí es dinero echado por la borda. Tampoco entiendo la política de agricultura común. ¿Por qué los subsidios para los agricultores franceses son tan altos si sus productos son tan caros? Volvamos a redactar los tratados: un país, Francia para ser más exactos, no puede ignorar los deseos de los otros 26". (Jakub, República Checa)

"Ricos contra pobres"

"Nos enorgullecemos de ser diferentes y de seguir principios ilustrados, pero no veo que desde arriba hagan ningún cambio para equilibrar la condición social y económica de ricos y pobres. Los gobiernos de muchos países, como Irlanda, donde llevo viviendo cuatro años, obligan a la gente a pagar tasas por abastecimiento de agua, pero no invierten dinero en remplazar las tuberías victorianas que estallan cada vez que toca un invierno frío y nevoso. Luego nos dicen que necesitan dinero para hacer frente a la crisis, causada por sus propios errores, y les damos dinero para rescatar a los bancos que se habían dedicado a especular como locos. Están usando el dinero pagado por la gente de a pie para dárselo a los grandes bancos, mientras las grandes compañías todavía pagan un impuesto a la renta increíblemente bajo.

Tampoco me gusta el hecho de que, a pesar de que la mayoría de la gente se ha concienciado en asuntos ecológicos, nadie siente estar ayudando realmente porque desconocemos adónde va a parar todo lo que queremos reciclar. Tanto en Irlanda como en España, de donde vengo, nunca he visto ni he oído hablar de ninguna planta de reciclaje. ¿Existen de verdad o se dedican a quemar toda la basura o a venderla por dinero? Este es otro campo en el que debería invertirse dinero público y podría generarse nuevos puestos de trabajo". (Patricia, España)

Contratos de prácticas y 'el Este"

"Se supone que la UE facilita nuevos trabajos, sobre todo para jóvenes, pero o bien es muy difícil conseguirlos o, cuando lo logras, las prácticas son breves y no remuneradas. Prefiero trabajar para una compañía privada que me pague y estimule. Por principios, la UE debería pagar a sus trabajadores en prácticas para motivarles, pues son el futuro de la UE. Creía que uno de los valores europeos era respetar a los ciudadanos y ¡resulta que nos hacen trabajar a cambio de nada! En junio, voy a trabajar para la Comisión Europea en Londres y después para un comité de expertos en diplomacia cultural marcadamente vinculado a instituciones de la UE y ninguna de estas prácticas es retribuida, a pesar de que voy a trabajar todo el verano.

En comparación con sus orígenes en 1957/1992, la UE se ha vuelto demasiado grande, pues actualmente está integrada por 27 países. El hecho de haber aceptado a nuevos países del Este en la década de los noventa (del siglo XX) y la primera del siglo XXI ha ralentizado nuestra economía y, sobre todo, reducido nuestra credibilidad y habilidad a la hora de tomar decisiones. La UE cuenta con demasiados estados como para obtener conclusiones claras y llegar a un acuerdo con respecto a ellas. Esto también preocupa económicamente a los países europeos occidentales. Cada vez aceptamos a más estados miembros para: a) competir con EE.UU. y b) actuar de forma estratégica en el ámbito mundial (por ejemplo, Turquía nos ayudaría a comunicarnos con Oriente Próximo). Al principio, la UE tenía un carácter cultural, ideológico y económico; sin embargo, ahora su naturaleza es, sencillamente, demasiado táctica". (Aurelia, ciudadana de Reino Unido y Francia)

Imágenes: ©Kinnéidigh Garrett/flickr

Translated from French, Spanish, Czech and British youth on euroscepticism