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¿Por qué sólo leemos a los hombres?

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Translation by:

Argemino Barro

Cultura

Gloria Steinem dijo una vez que aunque la verdad te libera, "primero te saca de quicio". El 8 de marzo marca el Día Internacional de la Mujer, un día en que las mujeres de todo el mundo (especialmente en Europa y Norteamérica) están celebrando el hecho de que ahora somo más iguales que antes.

También es el día perfecto para ser sacado de quicio sobre cuanto nos queda por conseguir; en la literatura, por ejemplo.

La industria calcula que alrededor del 60% de la literatura anglófona está escrita por mujeres. Aunque en 2005, el diario británico The Guardian informó que mientras las mujeres leen tanto libros escritos por mujeres como por hombres, cuatro de cada cinco hombres dicen que el último autor que leyeron era hombre. Algunos no podían recordar cuál fue el último libro que leyeron escrito por una mujer. Un estudio informal publicado ayer sugiere que incluso entre los cosmopolitas más educados y progresistas continúa este desequilibrio. Los premios literarios cuentan una historia similar: en los últimos 20 años los hombres fueron premiados con el premio Pulitzer en un 65% (Estados Unidos), 70% en el caso del Nobel (Suecia) y los galardones Man Booker (Naciones de la Commonwealth), 80% el Georg Büchner (Alemania) y un increíble 85% en el premio Goncourt (Francia). En los últimos diez años, sólo una mujer ganó el Kafka (República Checa), y sólo tres fueron premiadas con el estadounidense Neustadt. Los galardones por poesía, drama, no ficción y periodismo arrojan un corte todavía más masculino.

Leer en cafebabel.com a las ganadoras del Goncourt francés y británico, del Premio Planeta y el Nobel Virginie Despentes, Lucia Extebarria, Doris Lessing and Elfriede Jelinek

Esto no ocurre porque las mujeres no logren producir obras maestras literarias. Es en parte por la publicidad editorial, que limita a las mujeres al campo de las muy vendibles novelas rosas, cuyas cubiertas parecen una caja de bombones y son elogiadas con términos estereotipados ("una afirmación de la vida", "conmovedor", "agridulce"...). Es en parte por las desigualdades en la estructura del mercado editorial: la mayoría de los escritores, editores y otras caza-tendencias son hombres. Un estudio reciente de Women in Journalism (WiJ) reveló que el 74% de los periodistas en los diarios británicos son hombres, y en ocho de los diez principales periódicos hay más del doble de editores que de editoras. Y es también responsabilidad de las publicaciones especializadas: las mujeres producen menos de un cuarto de los artículos críticos. Y están un 75% por debajo de los escritores hombres en la cantidad de libros comentados o criticados.

Pese a los avances hacia la igualdad, las escritoras aún tienen un largo camino que recorrer. Si la literatura de mujeres tiene menos prensa, tendrá menos oportunidades de ser leída, premiada, estudiada, y de convertirse en un canon de la buena literatura. Señoras, mantenéos lejos de esta explosión de autocomplacencia; señores, haceros a la idea de ceder un poco de espacio en las librerías.

Últimas lecturas: Encuesta informal en facebook de cafebabel.com

Claus y Lucas : El gran cuaderno; La prueba; La tercera mentira (1997). Agota Kristof (Hungría)The Pocket Atlas of Women (2008), Sylwia Chutnik (Polonia)Purga(2010), Sofi Oksanen (Finlandia)The News Where You Are (2010), Catherine O'Flynn; The Still Point (2010), Amy Sackville; The Sea, The Sea (2007), Iris Murdoch (Reino Unido)Checkout: A Life on the Tills (2009), Anna Sam (Francia)Eichmann en Jerusalem: Un estudio sobre la banalidad del mal(1963), Hannah Arendt (Alemania) 

La autora da clase en la Universidad de Oxford y la Open University, y es la antigua editora de Oxonian Review of Books

Foto: (cc) andrewhefter/ andrewhefter.com/ Flickr

Translated from International Women's Day: no way we're reading a book by a woman