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Playing for Change: promover la paz a través de la música

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Translation by:

María García

Cultura

Playing for Change es una banda que cuenta con 180 miembros internacionales. Viajan para conocer músicos de todo el mundo y grabarlos. También han sentado las bases para crear escuelas de música alrededor del mundo. Cafébabel se reunió con tres miembros de la banda multicultural después que actuasen en el festival de músicas del mundo Esperanzah, en Bélgica.

Mark Johnson es el cofundador de Playing for Change en EE.UU. Clarence Bekker es un cantante holandés y Jason Tamba un guitarrista del Congo. 

Cafébabel: ¿Podéis presentaros y explicarnos por qué estáis interesados en participar en Playing for Change?

Mark Johnson (MJ): Playing for Change empezó porque queríamos encontrar algo en lo que todo el mundo pudiese creer, algo que pudiese inspirarnos a superar las cosas que nos separan y centrarnos en las que nos conectan. Eso es lo que puede hacer la música. Por eso, Playing For Change es un proyecto en el que las personas que participan creen en ello.

Clarence Bekker (CB): Antes, en Bélgica, me conocían como CB Milton, artista de música dance. Tuve algunos éxitos, como It’s a living thing o Send me an angel; pero, en la segunda etapa de mi vida, ese estilo me dejó de interesar, por lo que viajé por el mundo en busca de un objetivo y un  estilo de vida nuevo. Entonces acabé en Barcelona como músico callejero. Mientras tocaba en la calle, Mark y su equipo se acercaron y se interesaron por mi voz. El movimiento del que hablaban era muy atractivo, y nos enseñó algunos vídeos. Empezó siendo más grande de lo que hubiese imaginado. Desde entonces, he formado parte de Playing for hange.

Jason Tamba (JT): Yo vengo del Congo, me mudé en los ochenta para venir al sur de África, donde acabé tocando en la calle, en pubs…en todos lados. Cuando Playing for Change vino a grabar el primer disco en 2008, me uní a la banda en Ciudad del Cabo.

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Cafébabel: ¿Cómo y dónde grabáis los álbumes?

MJ: Conoces las canciones por alrededor del mundo. Viajamos con un pequeño grupo que tiene un estudio de grabación móvil y cámaras de buena calidad. Recorremos las calles de las ciudades, metros y pueblos y grabamos a un músico cada vez. Primero, escuchan con los auriculares lo que otros músicos han tocado antes que ellos y juntos hacen estas canciones alrededor del mundo. Así es como conocemos a la mayoría. Al principio, pensamos que sería estupendo que músicos que no conocemos se juntasen y tocasen en un escenario. Eso fue hace mucho tiempo y, desde ese día, hemos estado de gira por todo el mundo tocando para la banda Playing for Change.

Cafébabel: He escuchado que sois más de 185 miembros en la banda…

MJ: En el nuevo disco de Playing for Change, PFC3: canciones por alrededor del mundo, tocan 180 músicos en 32 países. Los que están en el escenario son los que actúan hoy, pero también tocan Keith Richards, Sara Bareilles (una cantante muy conocida), Taj Mahal, Toots & The Maytals, Los Lobos, etc. Así que todos estos músicos están tocando juntos.

Cafébabel: Hoy érais diez en el escenario. ¿Cómo elegís a los que van a actuar?

MJ: Siempre ha habido un grupo fijo desde el principio. Lo que ha cambiado en el nuevo álbum es que hemos contado con Keiko Komaki, una pianista japonesa muy buena; tocó con nosotros hoy. Cuando la conocimos, le grabamos canciones, y luego la banda se reunió con ella; y ahora está de gira con la banda por el mundo. Algunos músicos pueden ir y provocar cambios, pero ha habido un grupo fijo desde el principio. Creo que la banda ha estado representada por 8 países diferentes: el Congo, Sudáfrica, Cuba, Países Bajos, Israel, Italia, Estados Unidos y Japón.

Cafébabel: Esta noche cantasteis un trozo de “Stand by Me” en francés, ¿hacéis lo mismo en cada país al que vais?

CB: Intentamos que eso sea una costumbre. Todo el mundo conoce la canción y cantar en su idioma es divertido tanto para a nosotros como para los lugareños. Para ellos, poder cantar y expresar algo en su propia lengua hace que la canción sea más grande. Ellos lo dan todo, y eso crea muy buenas vibraciones.

JT: Stand by me está siempre en nuestro repertorio porque es la canción que se hizo para Playing for Change y casi todo el mundo la conoce.

CB: Para nosotros, cada noche que tocamos alrededor del mundo, nos da el estímulo necesario para seguir. Eso también lo hace muy interesante.

Cafébabel: ¿Creáis vuestras propias letras y canciones?

MJ: Ahora mismo, casi la mitad del concierto son canciones originales. La otra mitad del repertorio está compuesta por canciones tradicionales de gospel, como Down by the River side, o de blues. Pero, por lo general, tenemos la intención de incorporar todos esos lenguajes diferentes y estilos musicales en los conciertos.

CB: Creo que muchos de los artistas que hicieron estas canciones han muerto; pero sus mensajes necesitan difusión. Personalmente, si puedo usar la energía que hizo esta canción como herramienta para que sigan sonando, lo haré.

Cafébabel: Vuestro mensaje principal es promover la paz mediante la música. Concretamente, habéis creado una fundación. ¿Podríais explicarnos un poco más sobre esto?

MJ: En 2009 creamos la Fundación Playing for Change, una organización benéfica independiente que crea escuelas de música alrededor del mundo con la misma filosofía que tienen las canciones. También queremos que esos niños de diferentes partes del mundo conecten; por ejemplo, que los que vivan en Bélgica puedan conocer a los del Congo a través de la música. Con estas oportunidades, se puede ver cómo los prejuicios y los estereotipos desaparecen, por lo que es una manera de asegurar que lo que estamos haciendo va a tener un impacto en el futuro.

Cafébabel: ¿En qué países están situadas estas escuelas?

MJ: En Sudáfrica, Ghana, Mali, Ruanda, Nepal, Tailandia, y Estados Unidos.

Cafébabel: Es la primera vez que venís a Bélgica, ¿por qué habéis decidido participar en Esperanzah?

MJ: ¡Es el lugar perfecto! Es la definición de un festival con mentalidad abierta. Cuando traes este tipo de proyectos a personas con mente y corazón abiertos es cuando realmente produces un impacto. Puedes sentir cómo el público conecta profundamente con la música, con la emoción, con la actuación. Por eso tocamos. Es un sueño, y ha sido increíble poder verlo.

Cafébabel: ¿Cuáles son vuestros próximos destinos y cómo los elegís?

MJ: Mañana volvemos a la ciudad de Clarence, Ámsterdam. Luego iremos a Italia, el país de Roberto Luti, nuestro guitarrista. Y después a Suecia, Sudamérica…. es la gira mundial. Queremos difundir el mensaje por todas partes. Este año empezamos en Norteamérica, luego Europa y Sudamérica. Simplemente seguimos en marcha. También iremos a Asia, Japón y de nuevo a Australia. Lo que hacemos es difundir la música y seguir construyendo la familia en cada lugar al que vamos. Hoy, diez mil personas se han unido al movimiento. Esa es la belleza de un festival de música como Esperanzah.

Cafébabel: ¿Cómo podemos unirnos al movimiento?

MJ: Lo mejor es ir a playingforchange.com para saber más del proyecto. La gente se puede unir de diferentes maneras: apoyando a la banda, las canciones por alrededor del mundo o las escuelas, pueden suscribirse y obtener información.

Nos envían canciones todo el tiempo y tenemos un catálogo de cada país y músicos; y, muchas veces, la banda toca con algún invitado. Esta noche tuvimos uno de Bélgica, y es algo muy especial; le da orgullo y felicidad a las personas.

>> Haz click aquí si quieres obtener más información sobre Playing for Change 

Translated from Playing for Change: How to Promote Peace through Music