Paridad en el cine: el ejemplo de la Berlinale
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Juan Manuel Rodríguez SawickiEl pasado 7 de febrero se inauguró el Festival Internacional de Cine de Berlín con la proyección de la película 'The Kindness of Strangers', de la directora danesa Lone Scherfig. El film compitió por el Oso de Oro, cuyo jurado contaba con tres hombres y tres mujeres y estaba presidido por la actriz francesa Juliette Binoche. En lo que respecta a la igualdad de género, la situación ni se compara con el papelón del pasado mes de septiembre en Venecia, donde una sola de las películas nominadas al León de Oro había sido dirigida por una mujer. ¿Berlín representa un verdadero progreso o solo falsas esperanzas?
Volvamos unos meses atrás. El 12 de mayo pasado 82 mujeres de la industria del cine se reunieron sobre la alfombra roja del festival de Cannes. Juntas, subieron la escalinata o, mejor dicho, la mitad de la escalinata. La acción había sido promovida por el colectivo 5050x2020. La idea era poner de manifiesto las dificultades que aún tienen las actrices, directoras, guionistas, operadoras de cámara o agentes para ascender en la escalera social y profesional de la industria del cine. ¿Por qué 82? Por las 82 películas dirigidas por mujeres que han formado parte de la competición oficial del Festival de Cannes en toda su historia. 1.645 han sido dirigidas por hombres.
La Carta 5050x2020 fue firmada en el acto por los dirigentes del Festival de Cannes y, más adelante, por los de los festivales de Venecia, Annecy, Toronto o San Sebastián. El documento reivindica dos puntos. Uno: que las estadísticas habituales adopten una perspectiva de género, es decir, que pongan de relieve sistemáticamente la cantidad de mujeres presentes en el estudio en cuestión. Así se podría comparar, por ejemplo, cuántas películas dirigidas por mujeres fueron evaluadas por los comités de selección y cuántas terminaron integrando el programa del festival. Dos: que se publique la lista de miembros de los comités de selección y programadores de los festivales para poder analizar el nivel de imparcialidad con que se seleccionan las películas. Es decir, ver si hombres blancos de cierta edad están seleccionando solo películas dirigidas por hombres blancos de cierta edad. En fin, como su nombre lo indica, la Carta insiste en un compromiso a medio plazo: que estos objetivos se cumplan... para el año 2020. ¿Poco realista? ¡Tal vez no tanto!
En mayo de 2018, el delegado general del festival de Cannes, Thierry Frémaux fue el primero en firmar la Carta 5050x2020. El pasado 9 de febrero le siguió el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, aunque su firma no suscitó sorpresa alguna. Más bien confirmó las iniciativas que ya habían sido adoptadas en favor de la paridad de género desde la anterior edición del festival. En efecto, en 2018, las reivindicaciones del movimiento #metoo fueron evocadas en numerosos eventos de la Berlinale. Diversidad, inclusión y paridad de género en la industria del cine fueron algunos de los temas que animaron los debates y mesas redondas que tuvieron lugar durante el festival. Dieter Kosslick declaró incluso: "Nuestro deseo no es únicamente que el festival se adapte a la evolución de la sociedad, queremos que sea un espacio de escucha y debate donde se puedan tratar estas cuestiones."
El alumno ejemplar
Desde 2004, la Berlinale desempeñaba ya el papel de alumno ejemplar al publicar estadísticas con perspectiva de género. Pero el año pasado el festival fue aún más allá. En 2018, el informe sobre la igualdad, publicado el día previo a la inauguración, contaba con muchos más detalles que en las ediciones precedentes. En 2019, el festival presenta también estadísticas sobre la representación de las mujeres en ámbitos como la producción, la escritura, la fotografía y el montaje, además de las cifras tradicionales sobre el número de mujeres directoras.
Otro ejemplo de apertura: este año por primera vez, las personas que deseaban presentar su película a los comités de selección, y que no se identificaban como cisgénero (personas cuya identidad de género coincide con su fenotipo sexual), pudieron seleccionar la opción "no binario" y no solo "hombre" o "mujer". Una novedad que va de la mano de la decisión del Parlamento alemán que, a finales del año pasado, introdujo el género "neutro" en todos los formularios administrativos.
Un jurado igualitario y presidido por una mujer, una película de apertura dirigida por una mujer y 7 películas dirigidas por mujeres entre las 17 que compitieron por el Oso de Oro (en 2018 fueron solo 4 de 19). Todo esto pinta muy bien. ¿Pero en el fondo ha cambiado algo? Pues las noticias son muy buenas. El informe sobre la paridad muestra que el porcentaje de directoras que formaron parte del programa de esta edición de la Berlinale es más elevado que el porcentaje de mujeres que presentaron un film a los comités de selección (37,1% frente a 32,9%). Según estos números, todo pareciera indicar que la selección se ha hecho con total imparcialidad.
A diferencia de otros directivos, Dieter Kosslick no se limita simplemente a apoyar esta causa sino que ha sido uno de los primeros en señalar que 2020 puede ser un objetivo realista para alcanzar más igualdad de género.
En cualquier caso la Berlinale no puede darse el lujo de dormirse en los laureles. La presencia de un jurado igualitario no puede ocultar el hecho de que, si bien la cantidad de mujeres directoras va en aumento, el número de directores hombres sigue siendo mucho más elevado. Y está claro que los avances aún no compensan la baja representación femenina en otros oficios de la industria. Por ejemplo, apenas un 19% de las películas presentadas en 2019 cuentan con una mujer como directora de fotografía.
En todo caso, la iniciativa de designar una mujer como presidenta del jurado y de proponer una amplia variedad de películas, documentales y cortometrajes sobre la perspectiva de género, con un enfoque feminista y comprometido, pone de manifiesto la ambición de la Berlinale: dar más visibilidad y transparencia a las mujeres que han participado en la realización de cada película presentada durante el festival y contribuir a la evolución de la industria cinematográfica para que un día tal vez se alcance la paridad total. Así que, como dicen los alemanes, ¡los! ¡Vamos!
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Foto: Alexander Janetzky © Berlinale 2017
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Translated from Parité dans le cinéma : la Berlinale y croit