No todo es nazismo: guía sobre el séptimo arte alemán
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Carolina BRUSÉS CANNONFuera de Alemania, el término «cine alemán» tiende a asociarse a un período oscuro en la historia de nuestro país. Como alemanes, conocemos la importancia de enseñar sobre el holocausto y aprender de los errores del pasado. Asimismo, hemos recobrado lentamente la capacidad para celebrar nuestra cultura sin ser estigmatizados. Los siguientes trece filmes son prueba de ello.
Der bewegte Mann (1994)
Esta comedia fue producida por Bernd Eichinger, fallecido magnate de la industria cinematográfica alemana. Su director, Sönke Wortmann, a menudo explora su sueño de ser futbolista profesional en películas como Das Wunder von Bern y Deutschland. Ein Sommermärchen. Un dato curioso es que tanto Eichinger como Wortmann hicieron cameos en la película que sigue en esta lista. El hombre agitado —traducción literal— es responsable de una de las escenas más famosas de nuestro cine: un desnudo Til Schweiger en cuclillas sobre la mesita de una sala. Él interpreta a Axel, un tipo que a pesar de amar a Doro, su novia (Katja Riemann), no puede dejar de echarle el guante a cuanta mujer ve. Luego de que ella lo descubre infraganti, a Axel no le queda otra opción más que mudarse. Así, se muda con su amigo homosexual, Norbert (Joachim Król), a quien podría atraerle un «poquito mucho». Pero cuando Doro descubre que espera un bebé, se da cuenta de que quiere a Axel de regreso. Plagada de insinuaciones sexuales, choques culturales y bromas ingeniosas, esta película es, muy merecidamente, una de las más exitosas de Alemania.
Llamando a las puertas del cielo (Knockin' on Heaven's Door, 1997)
Dos pacientes oncológicos terminales encuentran una botella de tequila en la habitación que comparten en un hospital y comienzan a buscar limones y sal. Cuando uno de ellos (Til Schweiger) se entera de que el otro (Jan Josef Liefers) nunca ha visto el mar, se escapan y roban el coche de unos mafiosos que se están en una misión (Moritz Bleibtreu y Thierry van Werveke). El caos continúa ya que la policía persigue a los mafiosos, estos a los pacientes con cáncer y estos últimos intentan llegar a la costa. Es una combinación justa de drama y comedia que hará que ustedes también deseen ver el mar por primera vez. El director Thomas Jahn trabajaba como taxista antes de conocer a Til Schweiger en una librería de Colonia. Schweiger ya había ganado algo de fama tras el enorme éxito de Der bewegte Mann y Jahn le comentó que escribía guiones de películas en su tiempo libre. Cuando Jahn le envió el guion a Schweiger , este inmediatamente aceptó producir la película y revisaron el guion juntos. Lamentablemente, Thomas Jahn nunca logró tener otro éxito igual, pero en la actualidad continúa trabajando en televisión. Por cierto, Til Schweiger tomó prestado el título tan acertado de esta roadmovie de la canción de Bob Dylan.
Lola rennt (1998)
Un thriller emocionante, escrito y dirigido por el talentosísimo Tom Tykwer, quien más adelante dirigiera otras obras maestras como Perfume y Cloud Atlas. Lola rennt narra la historia de una joven (Franka Potente) que intenta salvar la vida de su novio delincuente (Moritz Bleibtreu) en menos de veinte minutos. La película muestra los hechos ocurridos en esos veinte minutos en tres escenarios distintos. Fuerte dosis de adrenalina que los mantendrá en vilo.
Solino (2002)
¿Alguna vez se preguntaron por qué los alemanes adoran la comida italiana? Vean esta película y lo entenderán. En esta historia tenemos a la familia Amato, que emigra del sur de Italia a la región del Ruhr, en Renania del Norte-Westfalia. Forman parte de una enorme migración de italianos que se mudan a Alemania en los sesentas en calidad de Gastarbeiter («trabajadores invitados»). Así fue como aspectos de la cultura italiana se integraron a la alemana. El padre de la familia Romano llega a Duisburgo para trabajar en las minas, pero pronto descubre que extraña la dolce vita. Por intervención divina, se da cuenta de que las habilidades culinarias de su esposa son conocidas por todos y abren el primer restaurante italiano al que llaman Solino, como su pueblo natal. La película nos muestra cómo es la situación familiar cada diez años y describe la lucha de los dos hijos para encajar en la sociedad alemana y cómo todavía se sienten conectados con su herencia italiana e intentan descubrir adónde pertenecen. El director Fatih Akin es uno de mis cineastas favoritos de todos los tiempos. Nació en Hamburgo, hijo de inmigrantes turcos, así que naturalmente el tema lo toca muy de cerca. Akin narró una historia de búsqueda por la identidad propia y la nostalgia de una época pasada, la hermandad y el regreso al hogar. Se enamorarán de los personajes más allá de las fallas que estos puedan tener.
Herr Lehmann (2003)
Tragicomedia basada en la novela del mismo nombre escrita por Sven Regener (cantante de Element of Crime) que describe la actitud de autodesprecio que toman ante la vida los jóvenes adultos de Berlín Occidental justo antes de la caída del muro. En los veintiocho años que Kreuzberg estuvo separada del resto de la ciudad, se fue formando una subcultura letárgica entre aquellos que gustaban ir de bar en bar, bohemios y edificios a punto de venirse abajo. Christian Ulmen interpreta tan magistralmente al lacónico Herr Lehmann que hasta casi dan ganas de entablar con él una de esas conversaciones de bar que son inútiles pero muy entretenidas. Leander Haußmann creó una película que es una verdadera joya.
Goodbye, Lenin! (2003)
¿Qué harían si su madre despertase de un coma durante el que el país socialista en el que vivían ahora no es el mismo y su gente convive con la del Oeste? ¿Y si fuera una apasionada socialista demasiado débil como para soportar la verdad? Exacto, intentarían ocultarle la verdad. Una tarea nada fácil en un país que cambia rápidamente y se adapta a la cultura occidental. Alex Kerner (Daniel Brühl) creció en Berlín oriental y nunca ha visto la ciudad sin un muro. Alemania se unifica mientras su madre está en el hospital. Un filme divertido aunque trágico acerca de una parte importante de la historia y de lo que hacen las personas normales frente a una situación así.
Los edukadores (Die fetten Jahre sind vorbei, 2004)
En el sentido estricto, esta película podría considerarse austríaca ya que su director es Hans Weingartner. No obstante, debido a que en su mayor parte toma lugar en Berlín, podemos acordar que se trata de una coproducción germanoaustríaca. Los jóvenes Jan (Daniel Brühl), Peter (Stipe Erceg) y Jule (Julia Jentsch), que conforman un triángulo amoroso, se convierten en revolucionarios de la gran ciudad que luchan contra la burguesía y allanan casas de campo en las que cambian de lugar los muebles y dejan notas como «se acabó la época de las vacas gordas». Las afirmaciones políticas y las luchas generacionales en este filme los harán reflexionar.
Contra la pared (Gegen die Wand, 2004)
Fatih Akin, hijo de inmigrantes, a menudo tiene a la integración como tema central de sus películas. Y cada vez que lo hace, nos permite comprender las subculturas que por lo general pasan desapercibidas. Henos aquí, inmersos en el mundo de Sibel (Sibel Kekilli de Game of Thrones), una joven mujer que sufre las presiones familiares para que encuentre marido y forme una familia. Llega a ser tan desdichada que intenta suicidarse. En un hospital, conoce a Cahit (Birol Ünel), un borracho de mediana edad. Ambos son grecoturcos y Sibel ve en él la posibilidad de hacer un trato. Ella propone llevar a bajo un matrimonio formal para sacarse de encima a su familia. Un giro drástico de los acontecimientos la obliga a huir a Estambul. Como espectador, de inmediato somos confrontados con el dolor de no encajar en un lugar. ¿Cómo se definen a sí mismos los hijos de los inmigrantes? ¿Cuál es su lugar en el mundo? ¿Cuál es su cultura? La desesperanza de los personajes se ve resaltada por el ingenioso soundtrack, el cual, por cierto, ha inspirado un documental sobre las influencias musicales en Estambul: Cruzando el puente: los sonidos de Estambul (2005). Esta montaña rusa de cultura y emociones es una verdadera obra maestra del cine germanoturco y tan solo el comienzo de la trilogía inconclusa de Akin: Amor, muerte y demonio.
La vida de los otros (Das Leben der Anderen, 2006)
No es ninguna sorpresa que esta película haya ganado el Premio de la Academia y el BAFTA por mejor película en lengua no inglesa. Todo el que haya vivido en Berlín oriental durante los ochentas sabía que no podía confiar en nadie. Ni en los vecinos, ni en los amigos; a veces ni siquiera en la familia. El dramaturgo Georg Dreymann (Sebastian Koch) y su novia actriz Christa-Maria Sieland (Martina Gedeck) se convierten en el objeto de observación de la Stasi tras ellos mismos ponerse convertirse en sospechosos bajo la lupa del régimen. La policía secreta introduce micrófonos en su departamento y a partir de ese momento los eventos se desarrollan a través de los oídos (muy atentos) del capitán de la Stasi, Gerd Wiesler (Ulrich Mühe, que falleció poco después de ganar el Oscar), quien se involucra demasiado para su propio bien. El debut del largometraje de Florian Henckel von Donnersmarck no tiene desperdicio.
Robert Zimmermann wundert sich über die Liebe (2008)
La respuesta de Alemania a El graduado con un cameo de James, el hijo de Art Garfunkel. ¿Ya los apuntaron en su lista? Pues bien, dejen que les cuente más. Otra de las divertidas representaciones que hace Leander Haußmann de jóvenes sin rumbo que no pueden evitar enamorarse de las mujeres equivocadas. La brillante actuación de Tom Schilling se quedará en la mente de la audiencia y la banda sonora los dejará deseando escuchar más. La mayoría de las canciones son de Element of Crime, cuyo cantante principal es Sven Regener, autor de Herr Lehmann. De seguro ustedes se convertirán en grandes fanáticos del cantante ruso de folk underground Vladimir Vysotsky.
Soul Kitchen (2009)
Otro de los geniales filmes de Fatih Akin. Esta vez trata sobre dos hermanos grecoalemantes y sus dudosos intentos para salvar su restaurante. Zinos (Adam Bousdoukos) es dueño del Soul Kitchen, un restaurante un tanto mediocre ubicado en el puerto de Hamburgo. Su hermano Illias, que está en prisión, obtiene un permiso para salir y utiliza al restaurante como una coartada de que debe trabajar. Cuando los inspectores convierten la vida de Zino en un verdadero infierno, los hermanos se unen y transforman el lugar en una cuisine gourmet ayudados por un loco chef (Birol Ünel) lanzador de cuchillos y su estrafalario staff. Akin se inspiró en el restaurante griego Bousdoukos, al que solía ir a menudo. Esta película es una declaración de amor dirigida al amigo de Akin y a su ciudad. Hamburgo nunca se ha visto más hermosa.
Un café en Berlín (Oh Boy, 2012)
He aquí al talentoso Tom Schilling como un estudiante desertor, perdido en la búsqueda de sí mismo, vagando por las calles berlinesas. La desolación de esta tragicomedia en blanco y negro se ve reflejada en los temas de la atmósfera de melancolía en la gran ciudad y, en este joven que, al parecer, no puede tomar las riendas de su vida. Schilling le imprime un modesto encanto a su desorientado personaje y los diálogos ingeniosos y a menudo filosóficos desafían a la audiencia. Una verdadera obra de autor y un impresionante producto de Jan Ole Gerster, si se tiene en cuenta que este fue su último trabajo para la Academia de Cine de Berlín.
Victoria (2015)
Sebastian Schipper dirigió esta obra de arte en una única toma continua por las vibrantes calles de Berlín. La española Victoria ha tenido una vida solitaria desde que llegó a la capital alemana hace tres meses. Tras una noche de juerga en uno de los numerosos clubes de Berlín, conoce a un grupo de jóvenes y pasa la noche en su compañía. Lo que comienza como una inocente aventura juvenil pronto se torna un thriller lleno de acción que no da ni un minuto para que poder recobrar el aliento. Frederick Lau como Sonne ofrece una interpretación estelar y su encanto rudo nos hace comprender por qué Victoria acepta los sucesos que se desarrollan tras conocerse. Este filme debió haber ganado el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Lamentablemente, fue descalificado debido a que estaba hablado en inglés en su mayor parte. Un gran error, pero con Oscar o sin él, es una de las mejores películas alemanas de todos los tiempos.
Translated from Beyond Nazism: A Guide to German Cinema