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No solo es cosa de mujeres: conoce a los feministas de Europa

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Sociedad

El bloguero y escritor danés Henrik Marstal y el activista y consultor digital alemán Robert Franken se declararon feministas en 2016, sumándose a la lucha por la igualdad de género con su iniciativa Male Feminists for Europe (MFE), una plataforma internacional que pretende acabar con los paneles diseñados solo para hombres.

cafébabel: ¿Por qué Europa, en 2017, necesita hombres feministas?

Henrik: Ya existe un gran número de hombres feministas; por lo menos en los países nórdicos, donde vivo yo. Pero necesitamos más porque la igualdad de género es un problema que nos afecta a todos. Y, como los hombres históricamente han sido los opresores, ¡tenemos mucho trabajo por hacer!

Robert: No es un problema exclusivamente europeo, pero por algún sitio hay que empezar. Necesitamos que los hombres entiendan que la agenda feminista les interesa. Los debates giran en torno a cuestiones que también afectan sus vidas: relaciones, política, leyes, carreras, educación y mucho, mucho más. Creo que el feminismo es uno de los movimientos con mayor impacto al debatir cómo queremos vivir y mejorar nuestra sociedad. Los hombres deberían tener un rol activo en estos debates y convertirse en agentes de cambio (y activistas). El feminismo puede ser una buena manera de empezar a hacerlo.

cafébabel: ¿Qué piensan los hombres daneses y alemanes sobre los derechos de la mujer?

Henrik: Hay diversidad de opiniones. El año pasado, el Informe Global de la Brecha de Género realizado por el Foro Económico Mundial mostró que Dinamarca había descendido a la decimonovena posición en cuanto a igualdad de género, mientras que los otros cuatro países nórdicos (Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia) ¡estaban en el top cuatro! Fue un poco vergonzoso para muchos daneses. Muchos hombres e incluso políticos son conscientes de lo necesario que es el debate de género pero, para muchos otros, la palabra “feminismo” sigue siendo tabú y consideran que los “hombres feministas” sufren el síndrome de Estocolmo.

Robert: No sabría decirle, porque no hay una perspectiva clara; por lo menos no una sola. Sin querer adentrarme demasiado en los estereotipos, pienso que existen al menos cuatro grupos de hombres:

A. Los hombres que se sienten amenazados por el feminismo. Tienen miedo de las ideas de igualdad de género y no han reflexionado sobre su rol o perspectiva. Normalmente están a la defensiva cuando se debate sobre la cuestión de género.

B. Los hombres que viven el equilibrio. La igualdad de oportunidades y la responsabilidad compartida tanto en el trabajo como en casa es algo normal para ellos. No se meten en debates porque no le ven el sentido.

C. Los hombres que deciden vivir en silencio. Tienen miedo de hablar sobre los “problemas de las mujeres” porque han visto que se pueden producir encontronazos cuando lo hacen.

D. Los hombres que piensan que ya vivimos en una sociedad igualitaria. No quieren escuchar hablar sobre la diferencia salarial de género y se ponen a la defensiva cuando hay alguna discusión feminista.

cafébabel: ¿Su iniciativa se podría considerar patriarcal? Hombres cabalgando sus caballos blancos para defender a las mujeres en su nombre…

Henrik: En MFE no “defendemos a las mujeres”; ellas pueden hacerlo mucho mejor por sí mismas. Ser feminista significa ser crítico con el patriarcado; eso va también para los hombres. En cambio, es muy difícil acabar con la reproducción de valores patriarcales siendo hombre porque llevamos dentro las estructuras sociales desde pequeños. Por eso, tanto hombres como mujeres pueden actuar de manera patriarcal en algún momento, pero esperamos que este no sea el caso con MFE.

Robert: Las mujeres no necesitan que las defendamos. Nuestro objetivo es superar la distancia teórica (y real) entre los hombres y el feminismo. Queremos que los hombres sean parte de la solución en vez de seguir siendo parte del problema. No somos dogmáticos y no tenemos una agenda estricta. Solo queremos ofrecer un espacio con el que los hombres conecten.

cafébabel: Su iniciativa #men4equality promueve paneles “mixtos” y defiende que los hombres deberían rechazar hablar en paneles diseñados sólo para hombres. ¿Qué tipo de reacción ha recibido?

Henrik: Lo intentan respetar cada vez más. Hace poco, el partido político verde Alternativet (del que soy miembro) afirmó que todos sus diputados rechazarían participar en ese tipo de paneles. Creo que es un buen comienzo.

Robert: La reacción ha sido variada. Las mujeres normalmente apoyan nuestra iniciativa y hay muchos hombres que hablan sobre la causa y se unieron. Pero también hay muchos organizadores de eventos, participantes y demás que creen en la meritocracia: si hubiese buenas oradoras, las hubiesen invitado a hablar. Desgraciadamente, no es tan simple. Por eso tenemos que ver más allá de los parámetros de eventos y paneles exclusivos para hombres.

cafébabel: ¿Cómo responderían a los hombres que dicen que limpian, cocinan, se preocupan…? ¿Por qué deberían hacer más? ¿Dónde está el límite?

Henrik: Diría: “lo estás haciendo genial, pero deberías considerar las maneras en las que los hombres han oprimido, y oprimen, a las mujeres. Deja que Google sea tu amigo y Justin Trudeau tu referente".

Robert: ¿Por qué debería haber un límite? No se trata de hacer las tareas de casa. Se trata de vivir en igualdad. Los hombres podrían beneficiarse inmensamente de superar esas barreras de género. Sus ideas sobre lo que significa “ser hombre” podrían desarrollarse de una nueva manera. Los roles “naturales” suelen estar condicionados por nuestras personalidades. Superando las ideas limitadas de masculinidad (y feminidad) podemos convertirnos en algo más que miembros de un género; así florecería el poder complementario de los géneros.

cafébabel: El político polaco de derecha Janusz Korwin-Mikke expresó en el Parlamento Europeo que “las mujeres son más pequeñas, más débiles, menos inteligentes y por lo tanto deberían ganar menos”. ¿Cómo lo convenceríais de vuestra posición?

Henrik: Le diría: “sus prejuicios son dañinos para todos, ¡incluso para usted! Dañan a las mujeres de su familia, sus conocidas y sus compañeras. ¿¡Cómo puede hacer eso!? Le sugiero algo: ¿por qué no vuelve a la Copenhague de 1840 en una máquina del tiempo?" Entonces daremos un paseo y le informaré sobre el mundo moderno.

Robert: Bueno, de hecho le respondí. Escribí algo así como “qué hombre más triste y viejo” en su página de Facebook. Probablemente no sea un comentario muy intelectual pero… ya sabes, no podemos contestar meticulosamente a todas las estupideces que se dicen por ahí. Sí, puede que sea la representación de un grupo de hombres no demasiado pequeño, pero no es más que un personaje triste consumido por su propia misoginia.

cafébabel: La actriz Emma Watson ha sido criticada por enseñar su cuerpo en la portada de Vanity Fair. ¿Por qué no entendemos que, en sus propias palabras, “puedes ser feminista y tener tetas”?

Henrik: Porque todavía se representa a las mujeres con su cuerpo y a los hombres con su cara. Y porque el cuerpo de una mujer no le pertenece del todo, pertenece a la mirada del hombre. Este es uno de los retos más cruciales hoy en día, en mi opinión.

Robert: Creo que la respuesta que dio habla por sí misma: “se trata de libertad”. No quiere ser presa de una definición superficial y limitada del feminismo. Y simpatizo con la verdad que contiene su respuesta.

cafébabel: ¿Qué pensáis sobre las mujeres que tuitean fotos del trasero de Justin Trudeau?

Henrik: Es sexista, pero no puedo evitar verlo como un mero comentario irónico del sexismo que las mujeres sufren diariamente.

Robert: ¿De verdad lo están haciendo? ¿No lo están haciendo algunos hombres también? El señor Trudeau se ha convertido en un icono de hombre feminista, y necesitamos referentes. Obviamente, también está la idea de que “el sexo vende”. Si a alguien le gusta su culo, estupendo; siempre que a él no se le reduzca como si fuera una parte del cuerpo, me parece bien. Pero también entiendo la crítica que recibe: si fuera una mujer feminista, ¿sería aceptable tuitear su culo? Probablemente no tanto.

cafébabel: Las mujeres han marchado, y seguirán haciéndolo, por toda Europa y alrededor del mundo contra Donald Trump y el regreso del discurso patriarcal. ¿Necesitábamos a este hombre para hacer ver que los derechos de las mujeres son importantes?

Henrik: No, en absoluto. Pero algunas veces la presión extrema es la mejor manera de mostrar tu actitud.

Robert: No lo necesitábamos, pero sirvió de catalizador. Combina tantos comportamientos desagradables hacia las mujeres (y otras personas) que una protesta de tal magnitud era casi inevitable. Si ayuda a que el movimiento gane impulso, creo que es legítimo usarlo. Pero nuestro objetivo es mucho más importante: acabar con misóginos como Trump.

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En MFE Henrik Marstal & Robert Franken quieren mostrar por qué es tan importante que los hombres conozcan los conceptos feministas. La plataforma ofrece contenido relevante para el público europeo. Haz clic aquí para apoyar la idea.

Translated from Meet the male feminists of Europe