Lucha de la prensa por la libertad
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elena gonzálezLa UE puede estar pasando por una crisis institucional pero al menos hay una cosa de la que Europa puede estar orgullosa: esta a la cabeza de la lista en cuanto a derechos de los periodistas. Pero, ¿que pasa con Rumania, que se integrará en la UE en 2007?
Es difícil leer buenas noticias sobre la UE en los diarios: la reforma económica prometida por la Agenda de Lisboa no se ha materializado, no se ha llegado a un acuerdo sobre el presupuesto de la UE para el periodo 2007-2013, los beneficios de la ampliación europea del año pasado están en entredicho, la política exterior de la UE carece aún de influencia, la Constitución europea ha fallado en Francia y en los Países Bajos, etc. ¿Hay algo, pues, de lo que Europa pueda sentirse orgullosa? Al parecer sí. Según el índice de Reporteros sin Fronteras de 2004 sobre libertad de prensa, Europa es un “paraíso de paz para los periodistas”.
Mejor nota para los nuevos miembros que para Italia y España
El índice de Reporteros sin Fronteras, que sitúa al Este Asiático y a Oriente Próximo a la cola de la lista (con Corea del Norte el último, en el lugar 167), establece que los países con mayor libertad de prensa son los del norte de Europa (Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Islandia, Países Bajos y Noruega), pero quizás lo más sorprendente es que los nuevos Estados miembro de la UE tiene una puntuación extraordinaria, con Eslovaquia, Letonia y Estonia entre los 15 primeros puestos, mientras que España e Italia se quedan atrás en el puesto 39. Es la interferencia del Estado (manipulación de los medios de comunicación tras los atentados de Madrid en España y posición de Berlusconi como Primer Ministro y magnate de los medios de comunicación en Italia), y no intimidaciones físicas a los periodistas lo que ha hecho bajar puestos en la lista a éstos dos países. La lista da en qué pensar, sobre todo teniendo en cuenta que la libertad de prensa es uno de los criterios para países que quieren adherirse a la Unión Europea.
Lo que queda por hacer
Rumania, que junto con Bulgaria entrará a formar parte de la UE en 2007, ocupa el puesto 70 del índice y queda a la zaga del resto de países miembros de la UE. Los esfuerzos del gobierno para acabar con la corrupción no parecen haber alcanzado a los medios de comunicación, donde la integridad de periodistas, e incluso de compañías enteras, puede verse comprometida por ofertas de dinero o presiones políticas. Como establece el Informe de Países de 2004 de la Comisión Europea, “la información en Rumania a menudo queda supeditada a incentivos económicos que conducen a la autocensura”, lo que significa que el periodismo de investigación y las críticas a las instituciones y negocios es limitado. Lo que es más, un estudio llevado a cabo por la Agencia de Seguimiento de los medios de comunicación de Rumania, Media Monitoring Agency, concluyó que las agresiones físicas contra los periodistas son todavía comunes en el país y que “gran cantidad de éstos ataques viene de políticos, funcionarios públicos o autoridades e incluso de representantes del orden público tales como policías”.
Teniendo en cuenta todas estas violaciones de la libertad de prensa rumana, la probabilidad de que ésta cumpla con los requisitos para entrar en la UE en 2007 es bastante remota. No obstante, los rumanos no son los únicos culpables de la censura existente en la prensa de su país. El pasado mes de octubre, dos de los periódicos de mayor difusión del país, Evenimentul Zilei y Romania Libera, acusaron a sus dueños de Europa Occidental de inmiscuirse en su contenido. Los dueños, Suizos y Alemanes respectivamente, supuestamente dieron instrucciones a los empleados de reducir el número de artículos políticos y evitar temas que pudieran suponer roces con el gobierno, lo que provocó la protesta de otro periódico rumano, Adevarul, que declaró que “incluso ‘sofisticados’ dueños europeos no tienen ningún pudor para interferir en los asuntos de los periódicos y defender sus intereses con uñas y dientes”
Quizás no todo sea tan prometedor como parece para los periodistas en Europa, pero mientras Rumania se ve obligada a cambiar antes de poder entrar a formar parte del club de élite de la UE, ¿cómo se conseguirá que enmienden sus caminos los países que ya son miembros?
Translated from Press for freedom