Los europeos anhelan la democracia
Published on
Translation by:
OlayaEl domingo los habitantes de Salónica votaron sobre la privatización de la compañía de servicio público de agua EYTHA. El 98% dijo Oxi (no), oponiéndose así al plan del gobierno para privatizar EYTHA. El sábado, el ministro del Interior y el Tribunal Supremo de Atenas declararon ilegal esta consulta. A pesar de esto, 218 000 personas participaron.
El referéndum fue organizado por la iniciativa popular Soste to nero ("Salvemos el agua"). Tal y como explica Giannis Konstantinidis, profesor de ingeniería y miembro activo de este colectivo, "este no es un referéndum popular ya que la ciudad de Salónica no tiene base jurídica para llevar a cabo una votación, pero creemos que, si participa suficiente gente, podemos ejercer más presión sobre el gobierno". Aproximadamente el 40% del medio millón de habitantes con derecho a voto que tiene la ciudad participó en el referéndum, lo cual superó ampliamente las expectativas de los organizadores.
El referéndum se llevó a cabo a pesar de la prohibición formal del gobierno.
Los organizadores esperaban una gran participación al hacer coincidir el referéndum con las elecciones locales, y la gente respondió. Su plan funcionó, y más de la mitad de los que acudieron para elegir a la nueva administración participaron, además, en la votación popular. "Mucha gente vino solo al referéndum y no votó en las elecciones" informó, pocas horas antes del cierre de los colegios electorales, uno de los muchos voluntarios en un barrio de la zona este de la ciudad.
El gobierno ateniense apoyó inesperadamente este referéndum. El sábado, casi al mediodía y a menos de 24 horas de la votación, el ministerio del Interior y el Tribunal Supremo de Atenas declararon ilegal la votación. Defendieron su decisión argumentando la proximidad de las elecciones locales, prohibiendo así el referéndum en los próximos comicios y amenazando con llevar a cabo acciones legales contra aquellos que distribuyesen papeletas de voto. "Es un farol", comentó Juán Antonio Julián, coordinador de los observadores internacionales para las elecciones, sobre las drásticas medidas tomadas por el gobierno y añadió que "creemos que esto incluso motivará a más gente a votar".
Y tenía razón. La policía no intervino y ninguno de los observadores internacionales que vinieron de Alemania, Suiza, Italia, Paises Bajos, Bulgaria y Austria informaron de ninguna irregularidad. Incluso mencionaron lo bien que los organizadores se habían adaptado tras la prohibición de Atenas de llevar a cabo el referéndum. Las urnas se colocaron fuera de los colegios electorales oficiales y las listas de votantes se simplificaron, apareciendo solo el nombre y el primer apellido para evitar cualquier similitud con los documentos de las elecciones locales.
La democracia es la base que conecta a los europeos.
Aunque el referéndum de Salónica apenas tuvo repercusión en los medios de comunicación europeos más importantes, es un primer paso para crear una Europa más democrática. Después del exito de la campaña Right2Water ("derecho al agua") de la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE), que recogió 2 000 000 de votos en contra de la privatización del agua en toda Europa, y de los referéndums a nivel nacional, como el de Berlín o París, es obvio que se insta a la población a participar en la configuración de Europa.
No solo encontramos pruebas de esto es los medios de comunicación, mediante los cuales personas de todo el continente han seguido los hechos en Grecia, sino que hubo mucha gente que vino y ayudó. Así, gracias a los cientos de voluntarios de Salónica, la votación popular pudo llevarse a cabo sin ningún incidente significativo. Este referéndum ha sido un ejemplo de determinación y orden público -a pesar de los gestos amenazantes del gobierno estatal-. También hubo simpatizantes de otros países de Europa como Claus Kittstein, enviado oficialmente por el Berlin Water Forum ("foro de aguas de Berlín") para observar el referéndum, Kittstein realiza apariciónes públicas, concediendo entrevistas a radios y televisiones, para alertar de los peligros de una civilización cegada.
No existe una Europa unida sin el pueblo.
Para muchos, la idea de una Europa unida ya es imposible. Pese a las medidas parciales llevadas a cabo por el gobierno central para superar la crisis, a pesar de las muchas privaciones impuestas a la gente y pese a la falta de transparencia por parte de las administraciones y la economía, el referéndum de Salónica muestra que la política es un deber del pueblo. "Una Europa unida no funcionará si no se incluye a sus ciudadanos en las decisiones políticas". "Esto no es solo sobre el agua, sino sobre la democracia en sí misma", explica Janna Tsokou de Soste To Nero. Todavía queda esperar cual será la reacción del Gobierno ateniense a los resultados de la votación popular. De momento no ha habido ninguna declaración.
Para la ciudad de Salónica y para la iniciativa ciudadana Soste To Nero, el referéndum ha sido un gran éxito. El tremendo esfuerzo organizativo ya ha cumplido su propósito de llamar la atención de la gente sobre los peligros de la privatización del agua. Sin embargo, como los habitantes de Salónica ya saben, es poco probable que este negocio pueda detenerse. Si Atenas no reacciona, la gente -una vez más- puede que se desilusione, aunque ya han sido ignorados por el gobierno en muchas ocasiones. La consecuencia más importante del referéndum es que se han lanzado cuestiones que conciernen a la necesidad de una democracia más directa y estas necesitan ser respondidas, en un futuro, no solo en Grecia sino en toda Europa.
Consulte la versión alemana en www.eudyssee.net.
Translated from Europe’s Thirst for Democracy