Las curiosas playas para perros, gays y religiosos de Tel Aviv
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Ángela Alonso AmadorUna puesta al día sobre las normas –o falta de ellas– que acatar en estas playas vecinas situadas a lo largo de los 14 kilómetros de costa de la ciudad israelí
Una atmósfera distendida, una rica cultura, una vida nocturna vibrante y preciosas playas de arena han convertido a Tel Aviv en una atracción turística muy popular. Tanto es así que esta ciudad se encarga de asegurar la diversidad y la comodidad de los servicios ofrecidos a los grupos de gente opuéstamente distintos que acuden a disfrutarla. Por ello, en Tel Aviv se establece la coexistencia pacífica de playas religiosas con otras homosexuales, así como de playas en las que se prohíbe llevar perros con otras en que su presencia está permitida.
Puesta al día sobre las playas
Hof Hadatiyim es el nombre de la playa para gente religiosa –también conocida como 'la playa cercada'-, que ha sabido hacerse un hueco en la vasta costa 'pecaminosa', exactamente entre las playas Sheraton y Hilton, junto a una delgada franja salpicada de hoteles. En ella, se permite el acceso tanto a hombres como a mujeres, pero en días alternos de la semana. Quienes deseen acceder a la playa no necesitan facilitar ninguna prueba de religiosidad, sino simplemente respetar la norma impuesta de segregación de género y otras reglas generales de comportamiento requeridas en lugares de ese tipo.
Hay un sendero que conduce desde la cima de una colina hasta la playa cercada. Por encima de la valla, se ve la bandera nacional, que decora el interior de la playa. El sendero de acceso permite a quienes van descendiendo hacia su destino purificado echar alguna que otra mirada 'pecaminosa' a las áreas situadas alrededor de la playa. Del mismo modo, permite a los demás ver lo que sucede en la playa religiosa. Después de todo, desde la cima de la colina la playa separada no parece tan aislada ni tan religiosa los sábados, día sagrado para los judíos ortodoxos.
Hof Haclavim, o la playa para perros, comienza justo al sur de la playa para gente religiosa. Es el único lugar de la costa en que se permite la entrada de perros, para la alegría y provecho de los muchos dueños de cánidos residentes en Tel Aviv. Mientras los amos se relajan en la blanca arena o se entretienen jugando al pimpón, los perros pueden corretear libremente, darse un chapuzón en el agua o cultivar nuevas relaciones. Lo que puede sorprender a los visitantes europeos es la increíble disciplina de los perros israelíes. Ya sean grandes o pequeños, nunca molestan a los transeúntes y mucho menos se abalanzan sobre ellos para jugar. Generalmente, los cánidos están absortos en sí mismos y en los nuevos amigos que hacen en la playa, condición necesaria para que todo el mundo pueda disfrutar de los placeres de la playa, sin que perros grandes –o pequeños pero agresivos- les asusten.
La playa de Atzmout, para gays y mujeres con ganas de tranquilidad
La playa de Atzmout conduce a la 'playa gay', que coincide aproximadamente con la playa Hilton, denominada así por el famoso hotel. Según explica Idan, un ciudadano de Tel Aviv, “esta playa no es conocida oficialmente como la playa gay”. Y añade: “sin embargo, en ella encontraréis más bien parejas de 'chico con chico'; aunque a las mujeres también les gusta esta playa, porque pueden sentirse seguras –nadie va a venir a molestarlas-”. Otros oriundos de Tel Aviv explican que el carácter 'gay' de esta playa nació a raíz de la existencia de un gran parque cercano, que se había convertido en el lugar de encuentro y citas por excelencia para la extensa y segura de sí misma comunidad gay de Tel Aviv. Debido a esto, se dice que muchos homosexuales israelíes intentan trasladarse a Tel Aviv para disfrutar de las libertades y oportunidades ofrecidas por esta ciudad bohemia y relajada.
Teniendo en cuenta que Tel Aviv vive de su infraestructura turística, no sorprende que esta ciudad ofrezca servicios orientados a las distintas necesidades de sus habitantes y visitantes. Sin embargo, lo que no deja de maravillar a sus visitantes son las distancias increíblemente cortas que separan a las diversas playas. Aunque la zona de costa apropiada para tomar el sol se extiende a lo largo de muchos kilómetros, la playa religiosa y la gay solamente se encuentran a varios minutos la una de la otra –separadas, por si acaso, por la playa para perros y una delgada franja de la playa general-. Sin duda, se trata de algo lógico en un país en el que las muestras de religiosidad coexisten inevitablemente con la próspera cultura gay.
Otras playas que visitar:
- Hof Hatzuk: situada al norte, se cobra la entrada.
- Playa Gordon: situada a lo largo de la calle Gordon, al sur del puerto deportivo, ideal para practicar voleibol.
- Playa de Metzitzim: situada al norte de la línea de playa y a la derecha de la playa religiosa, donde se erigía el antiguo hotel Sheraton.
- Playa de Frishman: situada cerca del hotel Dan y de la Embajada de los Estados Unidos.
- Playa Drums: en la parte trasera del complejo Dolfinarium y del bar Chinky Beach.
- Ga’ash: a las afueras de Tel Aviv, una delicia para los nudistas.
Leed el blog del autor,Wonderland, aquí
Translated from Guide: the curiosity of Tel Aviv's dog, gay and religious beaches