La vida de un blogger: Nosemonkey
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alonso martín megíasEl londinense Clive Matthews dirige el exitoso blog Europhobia, aunque esto no le convierta en un adicto a la pantalla, ni un freaky de Internet.
Los bloggers son gente que se pasa la vida frente a mugrientas pantallas de ordenador conectados a la red, empapándose de noticias y rebuscando direcciones. Al menos, Tal es el estereotipo.
Clive Matthews es un blogger. Dirige el afamado blog de Europhobia, en el que da repaso a las políticas anglo-europeas, y uno de los pocos blogs ingleses europeístas existentes. La blogosfera lo conoce como Nosemonkey (Nariz de mono).
Me lo encontré en un pub de desayunos de Londres y de inmediato rompió con el estereotipo. “Los bloggers no son como te esperas. La idea del tipo de 40 años que vive con sus padres no es cierta. La mayoría de los bloggers que conozco no son precisamente así. Suelen trabajo a tiempo completo y familia.”
Clive Matthews, de 27 años, está casado y es redactor en una publicación de Historia y viajes de Lunes a Viernes. Tiene pinta de mente privilegiada y su fumar compulsivo cigarrillos que él mismo lía contribuye a esa imagen. Pero cuidado, no es un freaky pegado al monitor.
"El blogging es un hobby," dice empuñando una cerveza de Cornualles. "Yo empleo una hora al día en ello, a veces una y media. Hay un montón de tiempo muerto en el trabajo, puesto que la revista se publica cada dos meses. Uso ese tiempo para mi blogging, y el resto lo hago en casa."
De las prácticas de escritura al éxito del blogging
Europhobia se ha convertido en un enorme éxito: 500 visitantes al día; más de 500 enlaces en otras webs y diarios como The Guardian lo citan con frecuencia. Una revista semanal de noticias lo calificó de "siempre excelente", The European Voice de "intrigante y bien escrito", y la BBC lo encuentra "genial e imparcial". Mientras tanto, ha sido agraciado con un buen número de premios web.
Todo esto es muy distinto de a lo que Clive aspiraba cuando empezó hace tres años. "Acabo de empezar en el blogging, en realidad", dice. Después de estudiar Historia en la UCL (Universidad de Londres), empezó queriendo hacer películas para luego acabar siendo escritor independiente. Entusiasmado por entrar en el universo de los escritores políticos y buscando un estímulo intelectual, fundó blogs que parecían proporcionar la oportunidad de combinar ambas ambiciones. "Sobre todo, buscaba conseguir práctica a la hora de escribir", dice.
"Cuando yo empecé no había muchos blogs políticos por ahí. La mayoría eran estúpidos, de puro chiste. Yo, que me autoproclamaba euroescéptico reconvertido en europeísta, me propuse destacar algunos de los argumentos euroescépticos sin sentido. Redacté un par de páginas y cuando me enteré de que Europhobia había sido visitada por un par de personas concluí que debía continuar", explica Matthews.
Hoy, el blog cubre todos los aspectos de la política anglo-europea; a veces incluso va más allá. ¿Cómo consigue la inspiración diaria? "Es sencillo", afirma: "con furia e irritación. Veo un artículo o un titular, o escucho la radio por las mañanas, y siento la necesidad de despotricar. De eso trata el blogging: de despotricar y hacer oír tu voz. La ira es lo que une a todos los bloggers.”
Ser Nosemonkey media hora al día
Como muchos bloggers, Matthews se agenció una identidad para dentro de la red y otra para estar fuera de ella, tratando de mantenerlas separadas. "Pensé durante mucho tiempo en poner mi nombre en todo esto, pero no hay por qué querer que la gente encuentre cosas con las que uno está relacionado”.
En todo caso, el blogging sobrepasa la vida privada. “A veces, se convierte en una obsesión. Sigo revisando la cuenta de correo y repasando qué gente visita la página. Es una lata. Si no reviso mis correos electrónicos durante unos días me siento muy desconectado.” En ocasiones, el blog le proporciona argumentos para las charlas con sus amigos y con su padre euroescéptico.
A pesar del éxito de Europhobia, Matthews se mantiene con los pies en la tierra, en especial desde que maduró la ola del blogging. Los blogs tienen un impacto en la prensa, sobre todo en el Reino Unido, pero no creo que tengan un gran impacto en la política, a no ser que sea recogido por un periodista que trabaje para un partido”, dice mientras lía otro cigarrillo.
“¿Queda tiempo para otra pinta?” pregunta, desgraciadamente no queda. Para él, es hora de volver a la oficina. Pero si tiene algún tiempo libre esta tarde, podría volver a ser Nosemonkey –sólo durante media hora– y proveer a los lectores de Europhobia con otra exquisitez del blogging.
Quizás algo le haya cabreado durante esta entrevista
Con su tema auto impuesto de la política anglo-europea, Nosemonkey no se quedará sin cosas que decir durante un buen tiempo, pero: ¿podría él dejar el blogging? “Sí, probablemente”, anuncia mientras apaga su cigarrillo, “pero para ello tendría que encontrar otra cosa que hacer”.
Translated from Nosemonkey: a blogger’s life