La metalización de la humanidad
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Cristina HernándezEs extraño y a la vez desesperante que, como humanos que somos, intentemos constantemente apropiarnos de las cualidades de los metales y minerales mediante el uso de nuestro lenguaje. Somos organismos carnosos y flexibles, de cuerpo débil y mente frágil, y decimos que somos duros como el diamante o que tenemos nervios de acero.
La metalización metafórica de nuestros cuerpos y nuestra mente es un fenómeno que se expande por Europa. Sea cual sea la causa, las metalizaciones de las metáforas están invadiendo nuestro idioma como si se tratara de un virus semi-benigno.
Normalmente, las metáforas metalúrgicas las hemos clasificado como elogios. Los británicos decimos "Diamond geezer" para referirnos a la resistencia inquebrantable que tiene el diamante, es tan duro como el diamante. Ser un "diamond geezer" es ser un amigo que vale mucho, de ahí su metalización "diamond", que significa diamante. Además, encarna el encanto único del diamante; un "diamond geezer" te da su último cigarro o su última barra de pan aunque esté hambriento. Al igual que su tocayo, el "diamond geezer" no se puede comparar con ninguna otra cosa.
Muchos idiomas europeos escogen un metal bonito y lo ponen metafóricamente en sus bocas. El inglés se refiere a una persona que tiene mucha labia con "silver-tongued", el polaco dice "złotousty", que es un sinónimo del español "pico de oro". Los seres humanos son seducidos por la gente con labia al igual que las urracas por las cosas brillantes. Esas metáforas indican la importancia que tiene la estética en el discurso seductor.
La característica más popular de los metales y que normalmente aplicamos a los humanos es ser sólido y resistente. En francés y español la buena salud es descrita utilizando "une santé de fer" y "salud de hierro". En francés, polaco e inglés el autocontrol es metalizado como "nerfs d'acier", "mieć stalowe nerwy" y "nerves of steel", respectivamente.
Estamos celosos de los metales en muchos aspectos, y todos sabemos que tras los celos vienen las imitaciones. Tan solo hay que mirar a aquellos humanos heridos con placas de metal en sus piernas. El mundo de la ciencia ficción está plagado de hombres hechos de metal como Terminator, el hombre de hojalata, o el hombre de acero; con todos esos brazos y piernas biónicas y adornos brillantes de metal incorporados en el cuerpo, decirle a alguien que tiene un pico de oro o una mente de acero es una simple declaración en vez de una metáfora.
Translated from Diamond geezers and golden balls: The metallisation of mankind