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La integración continúa siendo un objetivo y no una realidad

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Emine Bozkurt, parlamentaria europea y miembro del Comité Parlamentario conjunto de la UE y Turquía, habla con café babel sobre los esfuerzos de Turquía en aras de la integración en la UE y sobre cuánto queda aún por hacer.

Para Emine Bozkurt, una activista dedicada a los derechos de la mujer, ser miembro tanto del comité sobre los Derechos de la Mujer e Igualdad de Género como del comité Parlamentario conjunto de la UE y Turquía, no supone un conflicto de intereses. De hecho, Bozkurt cree que Turquía está reformándose en lo que respecta al tratamiento de la mujer y que merece convertirse en miembro de la UE.

Para que comenzaran las negociaciones Turquía ha tenido que modernizar mucho su legislación. ¿Cómo evaluaría los cambios que se han llevado a cabo?

Los cambios han sido muy grandes. En sólo unos años, Turquía ha cambiado de manera significativa. La Constitución, los códigos Civil y Penal, el Código Laboral y el de la Familia han sido actualizados y en mi opinión -que es también la de la Comisión Europea- han sido mejorados. Todos estos cambios se han realizado de acuerdo con las leyes y tratados de la UE y muestran cómo Turquía tiene la voluntad de cooperar con la UE. Esta evolución en la legislación ha beneficiado a las mujeres: éstas se han convertido en parejas en igualdad de condiciones dentro del matrimonio; los llamados crímenes de honor (el asesinato de una mujer a manos de un miembro de su propia familia a causa de un comportamiento "deshonroso") serán castigados con mayor severidad. Asimismo, el gobierno tiene ahora el deber constitucional de mantenerse activo en la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres en todos los aspectos. Es hora de que toda esa legislación sea puesta en práctica.

Si por el momento los cambios se dan tan sólo sobre el papel, ¿puede decirse que las mujeres turcas se han beneficiado del proceso de pre-adhesión a la UE?

Sí y no. Como reportera del Parlamento europeo de los derechos de la mujer en Turquía, he visto que la voluntad del gobierno existe. Por ejemplo, el primer ministro turco Erdogan ha prometido destinar un fondo adicional al departamento que se ocupa de los asuntos de género. Pero, en ocasiones, las promesas no llegan a tener efecto y el progreso no se hace visible en el día a día de las mujeres. Todavía muchas de ellas están desprotegidas en caso de violencia en el hogar y, aunque no hay cifras exactas, está claro que el grado de analfabetismo entre las mujeres sigue siendo alto. La conciencia sobre los asuntos de la mujer es mucho mayor de lo que lo era antes pero debo decir que no creo que sea todo gracias al proceso de pre-adhesión. Hay en Turquía un movimiento muy fuerte a favor de la mujer, de manos de diversas ONG que son protagonistas de muchos cambios positivos que hemos observado en los últimos años. Por ejemplo, se las arreglaron para poner freno a la adopción de una ley que hubiera vuelto a penalizar el adulterio. Las mujeres turcas empezaron ya a reclamar sus derechos bajo el mandato de Kemal Atatürk en los años veinte lo que significa una larga trayectoria. Las negociaciones con la UE acerca de la adhesión darán un nuevo impulso al movimiento de la mujer para abrirse camino.

¿Qué puede hacer Europa para asegurarse que el proceso se lleva a cabo con éxito?

¡La cuestión no es sólo lo que Europa puede hacer por Turquía sino lo que Turquía puede hacer por Europa! Por supuesto que Turquía necesita la mano de la UE en el proceso de reforma, en la reafirmación de los proyectos y a la hora de enviar expertos, por ejemplo. Pero Turquía también puede ayudar a Europa a solucionar algunos de sus problemas. En lo que se refiere a hacer frente a los crímenes de honor, por ejemplo, Turquía tiene más conocimiento que la UE, donde también ocurren. Sólo en el último año se dieron varios casos en Alemania, Suecia y Holanda. Los fiscales del Estado tienen más experiencia en el tratamiento de estos horribles asesinatos, experiencia de la que podemos aprender.

En varios Estados miembro, la población es bastante hostil a la idea de la integración turca. ¿Puede Turquía ser admitida en la UE si los europeos están en contra?

Francia ha anunciado un referéndum sobre el asunto afirmando que respetará el resultado del mismo. Dado que la adhesión debe ser aprobada por unanimidad por los gobiernos europeos, parece que si una mayoría del pueblo francés continúa siendo hostil al proyecto, éste no se llevará a cabo. Pero lo que tenemos que pensar es en la posibilidad de que las negociaciones duren más de una década, tiempo durante el cuál la opinión pública puede cambiar. Es nuestro trabajo como miembros del Parlamento Europeo ayudar al público a tomar una decisión con conocimiento de causa, razón por la que la Comisión Europea ha programado lo que se llama un "diálogo civil" que ayudará a los ciudadanos europeos a entrar en contacto con sus homólogos turcos. Esto incluye debates públicos y páginas en Internet que quizás suavicen algunos de los miedos en torno de la adhesión de Turquía.

¿En qué año apostaría que entrará Turquía en la UE?

No tengo mucho de adivino y he olvidado mi bola de cristal hoy pero Turquía no será miembro de la UE antes de 2014. Esto es porque el presupuesto de la UE hasta esa fecha no cuenta con la adhesión de Turquía. Un año es mucho tiempo en política internacional, no hablemos ya de una década. Así que, aunque pienso que Turquía tiene voluntad y ha conseguido, de acuerdo con la Comisión Europea, adoptar los criterios de Copenhage (criterios necesarios para la entrada en la UE), la integración continúa siendo un objetivo y no una realidad. ¿Llegará Turquía a ser miembro de la UE? El tiempo dirá. Yo, al menos, espero que sí.

Translated from “Membership remains a goal and not a certainty”