La excepción a la regla
Published on
Translation by:
susana sánchezLa mayoría de los gobiernos nacionales de la Unión Europea actual son de centro derecha, pero existen otros que van contra esta corriente. ¿Resistirán?
Mientras Europa acepta la victoria de Bush en las pasadas elecciones, muchos son los que en los medios de comunicación se preguntan a qué se debe el gran éxito de la derecha. El tabloide británico The Daily Mirror se pregunta cómo puede ser que haya en los EE UU 59.054.087 personas "tan estúpidas". Pero a pesar de que nosotros, los europeos, nos avergoncemos y nos burlemos de los avatares al otro lado del Atlántico, mejor ahríamos en mirarnos el ombligo, ya que la derecha (no obstante de forma más sutil) se hace notar en la Europa.
Los años dorados de la socialdemocracia
A finales de los años 90' la socialdemocracia era la expresión de moda en la política europea. La victoria de Gerhard Schröder en Alemania y de Persson en Suecia entre otros puso fin a 16 años de democracia cristiana, mientras que hacía poco más de un año que los británicos habían votado a favor de un gobierno laborista, por primera vez en 18 años, con la mayoría absoluta más demoledora en su historia electoral de posguerra. Queda claro que los líderes mencionados y sus partidos continúan en el poder, a los que se suma, de manera significativa, José Luis Zapatero con su partido Socialista Obrero en España derrotando a la derecha de José María Aznar en marzo. Sin embargo, estos ejemplos parecen ser la excepción a la regla. Aunque -como se a visto con el asunto Buttiglione- los numerosos partidos de izquierdas en Bruselas (liberales, de centro, extrema izquierda, verdes y regionalistas) pueden mantener el equilibrio del poder democrático si se unen, el partido mayoritario es el de centro derecha, hecho que durante el próximo mandato puede acarrear graves consecuencias sobre el tratamiento de las agendas tanto europeas como nacionales.
¿Por qué Europa ha basculado a la derecha?
Existen diversos motivos que explican la fuerza de la política y posición de centro derecha en Europa. En primer lugar, problemas como el asilo político, el terrorismo, la inmigración y la delincuencia son armas que la derecha emplea para ganar adeptos. En segundo lugar, la política se sucede en ciclos por lo que no es de extrañar un retroceso de la socialdemocracia en favor de su antítesis moderada (el centro derecha). Esta derecha del mapa político aúna también el desarrollo personal con un incremento de los bienes individuales; ambas ideas atraen a un gran número de votantes. Para muchos, votar a la derecha es elegir el interés propio por encima del social, lo que apela a la naturaleza egoísta del hombre.
Este principio individualista en el macrocosmos europeo se manifiesta gracias a los partidos de derecha derecha de cada Estado miembro, repitiendo el oximoron de que toda cooperación europea debería estar sometida a los intereses nacionales en juego. Para aclararlo, estos partidos se mueven por beneficio propio más que por intereses colectivos de la Unión Europea. Esta forma de Gaullismo está en consonancia con gran parte del electorado, ya que reafirma los principios de identidad y superioridad nacional. Mientras esta variante de nacionalismo resulta más moderada en el centro derecha que en otros colectivos más extremistas -como el Partido Independiente Británico-, no deja de ser una amenaza ideológica muy presente en los debates políticos de todos los Estados miembro, lo que explica el resurgimiento de la derecha.
Así que aunque los partidos de izquierda continúan en el poder en muchos países de la Unión como por ejemplo Alemania, Suecia y España aún queda por ver si estos gobiernos perdurarán. Dado el clima político actual y los factores externos que contribuyeron al triunfo de Zapatero y Schröder (los atentados en Madrid y la guerra de Irak respectivamente) estos países son susceptibles de ser derrotados por otros de talante derechista y euroescéptico. La amenaza se hizo efectiva con la debacle de Jospin en la carrera por la presidencia francesa y la negativa sueca al euro el otoño pasado.
Blairizando la escisión política
De todos los gobiernos socialdemócratas ya mencionados, el que tiene más posibilidades de resistir es el de los laboristas británicos, quienes seguramente disfrutarán de su tercera legislatura el próximo año. No obstante, Gran Bretaña ha sido siempre el mayor euroescéptico, entonces ¿cómo se puede mantener en el poder un partido de izquierdas en una Europa de tendencias derechistas? Lo logran buscando al mismo tiempo atraer el interés del centro izquierda y derecha, yuxtaponiendo la conciencia social del primero con su alter ego centro derechista. Como ejemplo: prometen ser tajantes con la delincuencia, tajantes con las causas de ésta. La primera afirmación servirá de reclamo a los de derechas y la segunda a los pragmáticos de izquierdas. Buscando lo común amplían su radio de acción y captan así más votos. De igual modo en la política europea, hace tan sólo un mes que Gran Bretaña mantenía conversaciones con el objetivo de crear un sistema de asilo político común para la Unión a condición de poder retirarse si lo deseaban. Aunque pueda parecer de ideología algo ambigua, les permite capear el temporal en una Europa que se mueve hacia la derecha y consolidar su gran mayoría en casa.
Translated from Exceptions to the rule?