La españa actual recuerda a la dictaura de franco
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Juncal Fabra Ribelles|Opinión| La ley conservadora contra el aborto fue aprobada a pesar de la oposición del 81%. Los escándalos de corrupción se reproducen como los conejos; el suicidio es la causa de muerte más común después de las causas naturales; el desempleo juvenil alcanza el 56,1%; tres millones de personas viven en estricta pobreza... España se asemeja cada vez más a cierta dictadura fascista...
Acurrucada en el sofá de casa de mi padre en Nochebuena, hice algo que no suelo hacer: encendí la televisión. Puesto que me niego a tener televisión en mi propia casa, estos breves períodos de descanso familiar son el único momento del año en el que me expongo a los medios masivos. Además, como da la casualidad de que mi padre vive en Madrid, España, es a ésta a la que me refiero.
La televisión española nunca ha sido famosa por la calidad de sus informativos, pero conforme cambiaba de canal en busca de algo un poco entretenido o instructivo, no fueron las minifaldas de las presentadoras ni las horrendas luces fluorescentes del estudio lo que captó mi atención. Todos los canales, tanto las noticias de tve1 como uno de los muchos programas de entrevistas, mostraban historias sobre las dificultades a las que se enfrenta la media de los ciudadanos españoles, los cuales luchan por llegar a fin de mes. Desde la joven de 18 años que no puede permitirse pagar la factura de la luz hasta los cientos de personas que hacen cola en un comedor social con la esperanza de conseguir un plato caliente el día de Navidad, la situación parecía cada vez más deprimente. Sin embargo, mientras todo el mundo, desde el pobre iraquí con el que una vez compartí taxi en Tbilisi, Georgia, hasta el primo adolescente de mi amigo en Tampa, Florida, es consciente de que la economía española está sufriendo. Al ser testigo de primera mano de estas penurias, me pregunto qué demonios está pasando en España.
Si me hubiesen dicho en 2006 que una crisis de esta naturaleza iba a cambiar España tan drásticamente, no me lo habría creído. Por aquel entonces, las playas estaban inundadas de turistas ingleses, franceses y alemanes que se mezclaban con las familias españolas durante sus vacaciones. Mientras muchos especulaban que la burbuja inmobiliaria que sustentaba la economía española acabaría explotando, nadie predijo que el fin del boom de la construcción traería consigo este nivel de sufrimiento. Debido a que la crisis de la Eurozona dejó a numerosos ciudadanos sin poder pagar la hipoteca o la factura de la luz, el suicidio se convirtió en la causa de muerte más común después de las causas naturales.
2013 fue un año especialmente doloroso para los ciudadanos españoles normales. El país perdió 10 puntos en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. Algunos miembros del partido gobernante y de la familia real se han visto envueltos en numerosos escándalos de corrupción, como la imputación de la infanta Cristina. Además, el gobierno aprobó algunas de las leyes antiprotesta más represivas desde la muerte de Franco en 1975. Mientras tres millones de personas sufren pobreza severa, el gobierno dilapida el dinero en coches nuevos para los miembros del Parlamento, cuyo único objetivo aparente es llegar a la playa tan rápido como sea posible para pasar allí el ansiado puente. Además, el país empieza a tener un asombroso parecido con la España gobernada por el difunto dictador Francisco Franco; y ya hay quien afirma que está volviendo el fascismo en el siglo XXI.
El Partido Popular, fundado por los antiguos miembros del gobierno de Franco, llegó al poder en 2011 en medio de un creciente descontento que muchos atribuyeron a la mala gestión de la crisis económica por parte del Partido Socialista. Sin embargo, desde su aplastante victoria, el Partido Popular poco ha hecho por mitigar las dificultades económicas que asolan el ahora empobrecido país mediterráneo. Gracias a haber ganado la mayoría absoluta en la Cámara Baja del Parlamento y, con ello, disponer de carta blanca para aprobar cualquier ley que le venga en gana, el PP ha invertido su tiempo en el poder rescatando a los bancos que estafaron a miles de ciudadanos, la mayoría ancianos, a costa de los ahorros que tanto sudor les costó; y destrozando cualquier similitud con los derechos laborales. Desde marzo de 2011, las protestas han sido el pan de cada día en España, pero las peticiones de dimisión del gobierno han sido ignoradas de forma permanente y los gritos de los parados crónicos han caído en saco roto.
Este verano, el gobierno aprobó medidas de austeridad aún más debilitantes y el desempleo juvenil alcanzó un récord de 56,1%. No es de extrañar que gente de todo el país esté saliendo a la calle para protestar. No obstante, ahora estarán vedadas incluso las protestas más pacíficas. Una nueva ley, conocida como Ley de Seguridad Ciudadana, pone en entredicho los propios cimientos de la democracia española, ya que permite multar a los participantes de las protestas con cantidades exorbitantes. Esto hace más complicada la obtención de un permiso para organizar una manifestación.
Pero si creíais que el Partido Popular había olvidado por completo sus promesas electorales, os equivocabais. El mes pasado, el PP cumplió satisfactoriamente parte de su programa electoral por primera vez desde que llegó al poder hace casi tres años: aprobó una ley conservadora contra el aborto que prohibirá a las mujeres el acceso a un aborto seguro y legal. Esta ley, que acabará con el derecho a elegir de las mujeres, fue aprobada a pesar de la oposición del 81% de la población española. La nueva ley vuelve al período legislativo de 1985, cuando la práctica del aborto era una ofensa. En la actualidad, aquellos médicos que realicen abortos podrían enfrentarse hasta a tres años de prisión.
Todo esto dista mucho del país que legalizó el matrimonio del mismo sexo en 2005 y que aprobó la Ley de Memoria Histórica en 2007, la cual permite la identificación de los cuerpos encontrados en fosas comunes de todo el país, víctimas de la opresión franquista. España, castigada por la crisis, está volviendo rápidamente al período de la línea dura del conservadurismo y la represión. Los jóvenes con estudios están huyendo y los que se quedan están furiosos y privados de sus derechos. Mientras tanto, el cambio parece ser un sueño lejano y poco realista.
Translated from Spain today recalls Franco's dysfunct dictatorship