La Corrala Utopía devuelve la vida a Sevilla
Published on
Translation by:
Ascen Martín DíazAzotado por la crisis económica que dispara el desempleo, la pobreza y los desahucios, el pueblo de Sevilla contrataca con la ingenuidad y el joie de vivre. El movimiento de La Corrala está ocupando las propiedades vacías, con el que no solo da un lugar donde vivir a la gente, sino también una comunidad a la que valorar.
"Hace tiempo un fotógrafo francés vino a hacer un foto reportaje de la vida en nuestra Corrala. Nos cogió a todos, sentó una familia tras otra en un sillón y sacó las fotos. En la foto de mi familia mi hija está sentada en el sofá, mi mujer está de pie a su derecha y yo a su izquierda". Aunque los residentes de la Corrala Utopía se acostumbraron a las fotos y a la atención de los medios, se cansaron del sensacionalismo. "Cuando vi el resultado de esta sesión, descubrí que el fotógrafo había retocado nuestras caras para que pareciéramos más tristes. Editó mi cara y parecía que estaba llorando. También aparentaba diez años más viejo", suspira Álvaro. Sentado en la acera en el exterior de la Corrala, en la zona obrera del noroeste de la ciudad, nos encontramos con él, el mensajero de tez morena y complexión robusta enviado por los demás para responder a nuestras preguntas. No tiene sentido ver a nadie más porque "todos contarán la misma historia", declara Álvaro; y no podemos entrar en el edificio, así "la policía no sabrá lo que hemos estado haciendo dentro estos días".
conocer a los residentes
Creada en mayo de 2012, la Corrala Utopía fue el primer edificio vacío de apartamentos en ser ocupado por las víctimas de la actual crisis económica. Está habitada por diferentes personas, desde peluqueras hasta limpiadoras y albañiles, que se encontraron sin trabajo de la noche a la mañana, que fueron desahuciados de sus hogares y que, en general, aún tienen hipotecas que pagar. Aunque han ido apareciendo otras en Sevilla desde entonces, la Corrala Utopía es una de las pocas que ha sobrevivido. Sin embargo, su destino es más que incierto en estos días. El pasado 15 de febrero, el Tribunal de Justicia ordenó el desahucio inmediato de los residentes de Utopía, al que siguieron concesiones que permitieron a las familias encontrar una "solución pasiva" al problema. Como consecuencia, la comunidad de Utopía probablemente se disolverá en marzo. Los residentes tendrán que buscar un nuevo hogar.
Paradójicamente, esta es una dura tarea. A pesar de que Sevilla tiene unas 130.000 viviendas vacías, no se ha ofrecido ninguna de ellas a las familias. "Queremos pagar un alquiler social, acorde con nuestros ingresos individuales, pero el Gobierno no quiere saber nada de eso", explica Álvaro. "Además, han estado haciendo todo lo posible para que nuestra vida sea más dura", añade. Sólo unas pocas semanas después de haberse mudado al edificio, la ciudad cortó el suministro de agua y luz. "Se gastaron 40000 euros en hacer eso", recuerda Álvaro con cierta resignación. "Hemos vivido aquí sin agua ni luz casi desde el principio". Los residentes de la Corrala recogen el agua de la fuente pública al otro lado de la calle y utilizan generadores de gasolina para obtener energía. "También le pedimos al Gobierno que nos asignara huertos para cultivar nuestra propia fruta y verdura. Solo le han concedido una parcela de terreno a una familia".
se trata de la gente
"Antes de venir aquí trabajaba en un club náutico. Ganaba 2.500 euros al mes, compré una casa; estaba forrado. Hoy no tengo casa, ni tele ni radio, pero soy más feliz. El dinero no puede comprar la felicidad", nos explica Álvaro. "Ahora paso más tiempo con mi familia, pasamos las tardes hablando con los demás y jugando con nuestros hijos. Somos como una gran familia". En su tiempo libre, los residentes de la Corrala, apoyados por voluntarios, organizan actividades para los niños, aprenden a bailar flamenco y organizan actos para apoyar su movimiento. "Organizamos la Corrala Rock el año pasado, una serie de conciertos para apoyar nuestra Corrala; dimos clases de flamenco y lo usamos para un escrache dentro del banco Ibercaja, actual propietario de la Corrala. Incluso le pedimos al Gobierno ayuda financiera para la organización de un centro solidario donde aconsejar a los vecinos de nuestro barrio, y luego abrir un comedor social. Nunca recibimos respuesta".
¡hagamos ruido!
"El poder es el pueblo unido", declara Álvaro. Hoy en día ciudadanos de todo el país comparten esa creencia. Conocemos a los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Sevilla (PAH) durante una manifestación en el edificio de otro banco, Caixabank. Es ruidosa, se puede escuchar a los manifestantes a un par de calles de distancia. Las trompetas y los silbatos son las armas necesarias para demostrar el apoyo al derecho a una "vivienda justa" y dirigir la atención a la necesidad de "una solución real al problema de las hipotecas" - hay cuatro casos de hipotecas que la dirección del banco está discutiendo en la actualidad. Esta gente ha estado acampando por turnos durante once días para demostrar su firme determinación.
"La PAH está directamente relacionada con el movimiento Indignados, o el 15M (el movimiento de ocupación surgido el 15 de mayo de 2011). En aquel momento, personas con los mismos problemas unieron sus fuerzas, empezaron a organizar asambleas semanales donde aquellos con problemas de hipoteca y desahucio venían a debatir, recibían orientación y apoyo. En la sede sevillana de la PAH, nos reunimos dos veces a la semana y nos juntamos unas 280 personas con problemas hipotecarios aún sin resolver". Isabel es una trabajadora social que dedica su tiempo libre a coordinar las acciones de la PAH. "Nuestro mayor logro es que hemos conseguido evitar desahucios", dice Isabel con una sonrisa. "Además, no luchamos por casos individuales. Trabajamos juntos para solucionar una causa común. Aquí la gente pierde su sentido de culpabilidad, sabe que ya no está sola. Gracias a la PAH, las personas se da cuenta de que son conciudadanos, no solo consumidores", señala con orgullo. Es más, esta parece ser la razón de ser de todos los movimientos de apoyo ciudadano en Sevilla, y probablemente en el conjunto de España. Tal y como Álvaro lo expresa: "buscamos una victoria social, no una victoria política"
ESTE REPORTAJE FORMA PARTE DEL PROYECTO 'EUTOPIA:TIME TO VOTE' EN SEVILLA. MUCHAS GRACIAS A CAFEBABEL SEVILLA - ELENA URBINA SORIANO Y CLARA FAJARDO- ASÍ COMO A PABLO GONZALEZ JIMENEZ.
Este artículo forma parte de una edición especial dedicada a Sevilla y realizada en el marco del proyecto 'eu-topia time to vote' iniciada por cafébabel en colaboración con la fundación hippocrene, la comisión europea y el ministerio de asuntos exteriores francés.
Translated from The Corrala Utopias Bringing Seville Back to Life