El Sitio de mi Recreo
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Con el fin de sobrellevar de la mejor manera posible el calor veraniego, inicié un dia de estos el paseo matutino de costumbre, que me llevó hasta el “sitio de mi recreo”, es decir, al Jardín El Capricho. Un lugar de recreo y para recrearse, debido al bienestar que encuentra el visitante paseando por él y por la belleza de los elementos arquitectónicos y escultóricos que lo adornan.
Dinero aristocrático destinado al arte
Una de las mejores formas de congraciarse el aristócrata con el pueblo llano es destinar parte de sus recursos al arte, con la esperanza –postura excesivamente romántica, probablemente- de que pueda ser disfrutado -no ya en vida del “donante”, que es lo normal- por todo aquél que esté interesado por el mismo, independientemente de la posición social que ocupe. Tardó en llegar ya que la familia aristócrata que construyó el jardín, y su supervisora, la , Mª Josefa Alfonso Pimentel, tenía otros planes. A esto hay que añadir la inestabilidad política que, históricamente, ha habido en España, lo que ha hecho que las diferencias entre clases aumentaran.
No se pudo lograr hasta la llegada a España del período democrático: desde ese momento, todo el mundo pudo disfrutar de este maravilloso jardín, declarado Bien de Interés Cultural en 1985, admirando sus distintas obras artísticas como: la Plaza del Capricho, el Palacio, el Embarcadero, la Fuente de los Delfines y de las Ranas, el Jardín de las Flores, la Casa de la Vieja, ..., construcciones denominadas “caprichos”, es decir, construcciones realizadas teniendo en cuenta hasta el mínimo detalle, de ahí el interés cultural del parque.
El Capricho
La familia de esta aristócrata inició la construcción del Jardín El Capricho a finales del siglo XVIII, con el fin de escapar de la ciudad en época estival: allí se organizaban juegos y obras de teatro para el disfrute del personal aristocrático de la época. Bajo la supervisión de la aristócrata, El Capricho fue finalizado en 1839. En él, intervinieron arquitectos y escultores procedentes de la corte de María Antonieta (), conocedores de las construcciones de Versalles, y arquitectos y escultores italianos y españoles (Manuel Machuca y Mateo Medina). Las diversas construcciones fueron realizadas en distintas etapas por circunstancias políticas, como el estallido de la Revolución Francesa.
Festejos en El Capricho
Quienes paseen por el jardín, ubicado en la Alameda de Osuna, en el noroeste de la ciudad, además de contemplar las obras arquitectónicas y escultóricas, podrán disfrutar de festivales de música, teatro y danza, que se celebran hasta el final del verano. Por lo tanto, para quienes disfruten - o sufran, como un servidor- el verano, la visita a este jardín les hará más llevaderas las altas temperaturas del estío madrileño.
Cómo llegar
Paseo de la Alameda de Osuna: 101, 114
Bus
: Línea 5, El CaprichoMetro
:Horarios
Invierno: Sábado, Domingo y festivos: 9:00-18:30 Verano: Sábado, Domingo y festivos: 9:00-21:00POR PEDRO MORENO GARCIA