El Anillo de la Paz de Oslo: La Humanidad es una
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Elvira Sepúlveda DuránEl sábado 21 de febrero, más de 1.000 musulmanes se reunieron en Oslo y formaron un simbólico y protector anillo alrededor de la única sinagoga en funcionamiento de la capital noruega para mostrar su apoyo a la comunidad judía. El evento, llevado a cabo tras el ataque terrorista en Copenhague, enfatiza la solidaridad de los europeos ante los actos violentos de unos pocos terroristas.
Solo cuatro días después de los ataques mortales en los que fueron asesinados el director de cine danés Finn Nørgaard, quien estaba asistiendo a un debate sobre la libertad de expresión, y Dan Uzan, un guardia de la sinagoga de Copenhague, siete jóvenes musulmanes noruegos planearon el "Fredens Ring" o el Anillo de la Paz, un movimiento pacífico organizado en Oslo como respuesta a la interminable violencia radical.
El objetivo de este evento era doble: expresar la vergüenza y frustración de los musulmanes, así como mostrar un sentimiento de unidad entre países y religiones.
Vergüenza y frustración
La comunidad musulmana, no solo en la capital noruega, sino en todo el mundo ha compartido sus sentimientos de decepción y frustración con respecto a los espantosos crímenes y ataques terroristas que han ocurrido últimamente en nombre del islam.
Una de los organizadores, Hassam Raja declaró que se sintió avergonzada de ver a estas personas decir que son musulmanes y después asesinen a personas inocentes. Los musulmanes están muy cansados de que abusen de ellos verbalmente y los acusen de terrorismo, y de ver mezquitas quemadas. Estos actos, motivados por la religión, solo echan más leña al fuego a la idea equivocada en la que se combina el islam y el extremismo.
Desgraciadamente, esta espiral descendente de violencia y odio significa más desconfianza e islamofobia. En palabras de Ronald S. Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, no hay suficientes personas que estén dispuestas a actuar contra el odio y el terror. Sin embargo, puede que otros sean más optimistas.
Unidad
Con una población de 5 millones de habitantes, en Noruega solo viven alrededor de 1.000 judíos y entre 150.000 y 200.000 musulmanes. De acuerdo con una encuesta realizada el año pasado, se considera que estos colectivos hacen una importante contribución a la sociedad noruega.
Esta total unidad en el país puede explicar por qué algunos organizadores están más inclinados a felicitar la paz entre religiones y países. Zeeshan Abdullah fue uno de estos organizadores y declaró que "la humanidad es una". Además, cree que todavía hay esperanza para la humanidad, para la paz y el amor, sin importar la religión o el origen.
Es importante recordar que en julio de 2011, Noruega tuvo su ración de muerte y puede que sea el recuerdo reciente de este ataque terrorista lo que lleva a Noruega a responder a la intolerancia.
Siguiendo la masacre cometida por el extremista de derecha Anders Breivik, quien asesinó a 77 personas, el entonces Primer Ministro Jens Stoltenberg proclamó que su respuesta era más democrática, más abierta y más humanitaria. De hecho, nadie trató de buscar venganza y ni matar a Breivik de un tiroen el juicio que tuvo lugar un año después del ataque.
No obstante, ¿se ha producido un distanciamiento con respecto a la declaración de principios de Stoltenberg? Este es otro debate.
¿Aumento de la islamofobia?
Mientras que la manifestación de la PEGIDA alemana (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) llevada a cabo en Dresde el 12 de enero debido a los ataques terroristas de enero en París reunió a 25.000 personas, la PEGIDA noruega nunca ha tenido verdadera relevancia en el país.
De hecho, esto se pude observar en el hecho de que el número de participantes en las manifestaciones se ha reducido con el tiempo. De vuelta con el ataque de Copenhague, solo aparecieron 70 personas para manifestarse en Oslo.
Puede que esto suene utópico pero para citar a Jens Stoltenberg una vez más, el mejor camino a seguir es "responder al odio con amor". El Anillo de Paz de Oslo ha abierto este camino. La esperanza en este movimiento de unidad puede ganar fuerza y velocidad, y extenderse, en lugar de permanecer como una simple reacción a ataques terroristas.
Translated from Oslo's Peace Ring: Humanity as one