Dinamarca y la defensa de los animales, en tela de juicio

Published on June 19, 2015

Sociedad

Después de aplicar la eutanasia a Marius con una pistola de perno en la cabeza, se realizó una autopsia y el cuerpo fue diseccionado frente una audiencia entre la que se encontraban varios niños. Algunos de los restos se guardaron para investigar con ellos pero otros se convirtieron en comida para los leones del zoo. Los oficiales del complejo explicaron esta decisión argumentando que se hizo para evitar la endogamia en el recinto, mientras que el valor educativo de la disección pública de animales se trataba de un resultado colateral del proceso. 

El mes pasado, la cadena de radio pública danesa Radio24syv decidió crear otra historia que implicaba animales muertos, aunque por un motivo completamente distinto. En directo, Asger Juhl, presentador del programa, fue filmado mientras acariciaba con suavidad a un conejo de 9 semanas llamado Allan. El periodista lo reventó con una bomba de hinchar bicicletas para después despellejarlo en directo y cocinarlo para la cena.  

Este cruel y fuertemente condenado acto, tenía la intención, según Juhl y la cadena, de demostrar la hipocresía de los defensores de los derechos de los animales que consumen la carne producida en masa por el sector agrícola e industrial de Dinamarca. La pregunta que debemos plantearnos en este momento es si esta explicación justifica de algún modo este comportamiento. 

Aunque el bienestar animal es un tema recurrente, muchos nos sentimos inclinados a expresar y compartir muestras de apoyo como también hay una forma distinta de expresar lo que pensamos cuando estamos en desacuerdo con los defensores. Por todo eso, para mi la respuesta es no. ¡Ese tipo de actos no se justifican en absoluto!

La diferencia entre el hombre y la bestia incluye la habilidad de contener la violencia y elegir el poder del debate. Incluso cuando pensamos completamente de otra forma, menospreciar la conducta de una persona o un grupo se convierte en la forma más conveniente para transmitir nuestra oposición. En definitiva se trata de hablar con el objetivo de protestar contra un problema. 

Es terrible imaginar lo que podría suceder si elegimos siempre responder como lo hizo Juhl -a pesar de que muchos recurren a la violencia sin sentido- cada vez que pensamos que las  acciones de alguien son incorrectas e irónicas. ¿Debería tal vez el asesinato ser considerado como una norma aceptable para combatir un problema?

Mientras que la decisión de matar a Marius se basaba en razones científicas, uno debe recordar que Allan, como conejo de nueve meses de edad, era completamente irresponsable de las decisiones que toman los defensores de los derechos de los animales, y aún así fue asesinado. 

Por otra parte, siempre me ha impresionado la claridad y franqueza utilizada por los daneses cuando están de acuerdo o en desacuerdo con un asunto, ley o programa político adoptado, especialmente cuando concierne a su país. De hecho, se han convertido en mi definición de lo sano y civilizado que un debate debería ser.

Sin embargo, parece que algunos de ellos -en este caso una cadena pública de radio que debería ser una organización socialmente responsable, teniendo en cuenta las influencias de las TIC en la opinión pública- elija permitir a sus empleados manifestarse de forma violenta en un acto sin sentido. 

Con el tiempo, no importa cuánto, algunos querrán disculpar la matanza de un conejo bebé como un ejemplo de ampliación de las fronteras de la libertad de expresión. Sin embargo, hay normas éticas claras al respecto que algunos medios de comunicación, especialmente representativos, deberían siempre tener en mente. Llegar a proteger a los más débiles que nosostros es siempre una buena idea para empezar. 

YouTube: una radio danesa mata a un conejo durante una emisión en directo - Russia Today

Translated from Sparking the debate on animal rights: Is the Danish argument valid?