Dario Ivkovic: “La música de los Balcanes es muy poderosa”
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Alicia García AdamesDario Ivkovic, conocido como acordeonista del grupo itinerante Shantel & The Bucovina Club Orkestar, tiene una personalidad electrizante sobre el escenario. Hablamos con este músico sobre el hecho de que “a las chicas les gustan más los guitarristas“.
cafebabel.com: Dario, ¿cuánto tiempo llevas metido en la industria musical?
Dario Ivkovic: Por el hecho de ser serbio, la música siempre ha sido fundamental para mí. En mi país, se interpreta música a todas horas. No ocurre lo mismo en Europa occidental, donde hay que cumplir una serie de requisitos antes de poder tocar en público: uno tiene que ser profesional, contar con formación musical académica de algún tipo y demostrar su valía.
cafebabel.com: ¿Por qué elegiste el acordeón?
Dario Ivkovic: Mi tío, que vive en Serbia, es acordeonista. Desde que tengo memoria, siempre me ha apasionado su música. Tocaba en bodas en la gran época de la Yugoslavia de los años 80, cuando la gente tenía dinero (no como ahora, que la pobreza es más habitual). Respeto enormemente al acordeonista Ljubisa Pavkovic, que fue director de la orquesta nacional serbia hasta su jubilación, hace dos años. Me gusta mucho la música tradicional de la que es símbolo. En Serbia es una gran estrella y recuerdo que veía sus actuaciones por televisión cuando era pequeño. Nunca olvidé lo que me hizo sentir: una felicidad conmovedora. Se trata de otra de las razones por las que elegí el acordeón. Cuando le dije a mi madre que quería tocar un instrumento musical y descubrió cuál había elegido, me dijo que estaba loco. Quizá tocar la guitarra sea más divertido: a las chicas les gustan más los guitarristas…
cafebabel.com: ¿Podrías hablarnos de otras influencias?
Dario Ivkovic: Me gusta la música de los Balcanes porque es muy poderosa, no es shalalá: cuando tocamos, tocamos; cuando gritamos, gritamos. También me gusta mucho la música húngara. En Voivodina, en el norte de Serbia, contamos con músicos de gran talento que tienen origen húngaro, como Janika Balaž. Se hizo famoso por lo bien que tocaba la tamburica (un especie de mandolina) y fue líder de un grupo. Su legado todavía sigue vivo. Colaboró con el admirable Zvonko Bogdan, entre otros. En Macedonia también hay músicos importantes, como el saxofonista romaní Ferus Mustafov. Lo conozco en persona, ya que nuestros caminos se cruzaron gracias a nuestras continuas giras. Normalmente, suelo abogar por la música rumana más tradicional, ya que busco personas con carácter.
cafebabel.com: ¿Y qué ocurre con los demás géneros?
Dario Ivkovic: Me encanta el swing, especialmente el francés de los años 30: Stéphane Grappelli, Tony Murena, Gus Viseur… El jazz es demasiado complejo. Me gusta la música "comprensible" que te da ganas de bailar.
cafebabel.com: ¿En qué estás trabajando en la actualidad?
Dario Ivkovic: Paso la mitad del año de gira con DJ Shantel yBucovina Club Orkestar; organizamos veladas nocturnas de música balcánica. Tocamos juntos cientos de veces al año. También formo parte del grupo Les Yeux Noirs, que es famoso por combinar la música de Europa oriental y la judía de una manera fresca y moderna. No es tan pop como Shantel; las letras cobran importancia y se trata de música más profunda. Me gusta implicarme en distintos proyectos. Sigo actuando en bodas, toco en un cabaré de vez en cuando y, a veces, en bares. El año pasado disfruté de una velada genial con el músico húngaro Kálmán Balogh. La atmósfera característica de este músico gitano se aprecia más cuando toca ante las mesas que cuando lo hace sobre un escenario. ¡Es tan auténtico…!
cafebabel.com: ¿Cómo conociste a Shantel y te convertiste en miembro de Bucovina Club Orkestar?
Dario Ivkovic: Cuando Stefan Hantel (el nombre real de Shantel) comenzó este proyecto, tras trabajar de DJ de música electrónica, lo hizo con la intención de organizar veladas nocturnas de música balcánica para alemanes. Se puso en contacto comigo en París, hace unos seis años, y me propuso una gira de varios días: yo tocaría al principio de la actuación y él, al final. Después de un tiempo, me invitó a trabajar con él en el estudio.
cafebabel.com: Tu vida es muy cosmopolita. ¿En qué medida se ve afectada por ello tu identidad?
Dario Ivkovic: Cuando estoy en Serbia, la gente dice: "ah, sí, ese tío francés"; y para los franceses soy serbio, aunque la verdad es que eso no me preocupa. Conozco dos culturas distintas: estoy al corriente de la mentalidad y las costumbres de ambas naciones, y adopto lo mejor de cada una para fundirlo en mi propia persona.
cafebabel.com: ¿Qué es lo más importante para ti?
Dario Ivkovic: Todos mis amigos son músicos. Estamos obsesionados con nuestro mundo y no hablamos de otra cosa. No sé quién fue el primer presidente francés, ni tampoco el serbio, pero puedo darte todos los detalles acerca del último trabajo de Ivo Papazov.
cafebabel.com: ¿Crees que tenéis más público en las culturas del este y el sur de Europa por el hecho de que la música que interpretáis contenga elementos propios de su folclore y su tradición?
Dario Ivkovic: Solemos interpretar piezas principalmente serbias y macedonias, así como algunas canciones provenientes de Grecia y otros países balcánicos. Es un gran placer comprobar que el público no puede evitar ponerse a bailar y pasarlo bien con las melodías de los Balcanes. No obstante, me parece chocante que estas personas no se adentren más en este tipo de música: las raíces de estas canciones no parece interesarles y se conforman con quedar hechizados por el pop. En Europa occidental, la música que interpreta Bucovina Club Orkestar suele considerarse exótica, pero para mí se trata de algo natural. Es muy triste que las distintas culturas europeas tengan tanto en común, pero, al mismo tiempo, se encuentren tan alejadas las unas de las otras.
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Fotos: © Ria Puskás; Ivkovic con Les Yeux Noirs © courtesía de Dave Bowring/ lesyeuxnoirs.net;
Translated from Dario Ivkovic: 'people don’t seem interested in roots of Balkan music'