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Bosnia reabre las puertas de sus tesoros culturales, pero queda mucho trabajo por hacer

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Cultura

El Museo Nacional, una de las instituciones culturales más importantes de Bosnia y Herzegovina, ha reabierto sus puertas tras tres años de inactividad. Aunque esto puede ser considerado como una victoria de la presión pública sobre la burocracia, la situación jurídica y financiera de este edificio de 127 años de edad permanece en duda.

A mediados de septiembre de este año, los empleados del museo y el público en general rompieron, orgullosos, las barreras de madera que taponaban la entrada principal del Museo Nacional de Bosnia y Herzegovina, y se llevaron por delante el cartel de "cerrado" que adornaba sus puertas principales. Sin embargo, la larga batalla de tres años para reabrir el museo está lejos de terminar.

La reapertura del museo es el resultado de una acción coordinada a nivel político, diplomático y social. Los activistas crearon la etiqueta en redes sociales #jasammuzej ("yo soy el museo"), que atrajo enormemente la atención de ciudadanos, personajes públicos y medios de comunicación. Un esfuerzo colectivo de todos estos frentes durante el verano resultó en la aceptación de un modelo de financiación para el museo hasta 2018.

"Sin embargo, es sólo una solución temporal, ya que no ofrece respuestas sobre el estado legal del museo", explica Ines Tanović, miembro de la asociación ciudadana Akcija Sarajevo. "El museo, legalmente, es una institución estatal, pero el pequeño gobierno de Bosnia (más pequeño que el de la República Serbia de Bosnia) no quiere aceptar que el museo es una institución pública. Hay 6 instituciones culturales más que se encuentran en el mismo limbo legal. Ellos afirman que según el Acuerdo de Dayton de 1995 (que significó el fin de la guerra en Bosnia), los asuntos de cultura no se encuentran bajo la jurisdicción estatal, sino que son responsabilidad de los cantones locales". 

Un museo de trabajadores valientes y poco dinero 

Me acerco a la mujer que vende entradas para los cuatro edificios de estilo austro-húngaro, el primero en la región que se costruyó con el expreso propósito de convertirse en un museo. Ella explica que ya, sólo dos semanas después de su reapertura, más de 2.000 visitantes han llegado a ver las exposiciones, que incluyen piezas de los campos de la arqueología, la etnología y ciencias naturales. El museo tiene también un jardín botánico y un libro medieval precioso y muy antiguo de gran importancia para el judaísmo llamado Haggadah de Sarajevo.

Durante el tiempo en que el museo permaneció olvidado y abandonado, cerca de 40 empleados, voluntariamente, se encargaron de cuidar las exhibiciones. "Íbamos al trabajo sólo porque sentíamos que teníamos la responsabilidad de mantener a salvo las piezas. Hay más de 4 millones de objetos y artefactos. Aunque estamos en una epoca de paz, el museo y sus colecciones han sido tratados peor que durante la guerra", cuenta Ana Marić, conservadora en la sección de la edad de hierro y numismática del departamento de arqueología del museo. 

   

La asociación Akcija Sarajevo junto al fotógrafo Ziyah Gafić han lanzado una exposición y un libro sobre gente como Ana. Se llama Guardias del museo.

Cuando entramos en el viejo edificio de color beige de la calle Zmaja od Bosne, los tres años de silencio del museo son tan evidentes como la falta de financion que recibe. Parece que nada haya cambiado desde los 80. No hay mesas interactivas, ni juegos para niños. No existen pantallas brillantes, ni luces impresionantes; sólo hay viejos animales disecados detrás de finas vitrinas o tablas medievales colocados directamente sobre el suelo.  

Renovar los monumentos nacionales de Bosnia

Otros edificios que simbolizan el orgullo nacional pasan por tiempos mucho mejores que el museo. El año pasado el Ayuntamiento de Viječnica, quemado por los Serbios Chetniks en 1992, fue reabierto y se hizo un buen trabajo, es fabuloso. El Archiduque Franz Ferdinand de la dinastía Austro-Hungara visitó Viječnica en 1914, entre dos intentos de asesinato; uno falló y el otro lo consiguió. Justo después de abandonar este histórico edificio amarillo de estilo islámico, el heredero del trono fue asesinado a tiros, un evento que dió comienzo a la Primera Guerra Mundial.

Vječnica albergó la Biblioteca Nacional y Universitaria de Bosnia y Herzegovina antes del gran incendio durante la última guerra. Más del 70% de los documentos y libros alojados en la biblioteca se quemaron. Ahora, el edificio ha sido cuidadosamente restaurado. El nuevo museo y la nueva biblioteca están abiertos al público y el resto del edificio está reservado para los políticos municipales, que tienen sus oficinas y salas de reuniones allí.

En 2014 hubo otro intento de reconstrucción en Sarajevo. La biblioteca Gazi Husrev-bey, cuyo origen se remonta a 1537, también ha vuelto a abrir sus puertas. El tesoro de este establecimiento se redistribuyó en diversos lugares de la ciudad durante el asedio de los cuatro años de Sarajevo. Según su página web oficial, "la biblioteca Gazi Husrev-bey tiene actualmente alrededor de 100.000 piezas (manuscritos, libros impresos, revistas y diversos documentos de archivo), en árabe, persa, bosnio, y otros idiomas europeos". Aquí, sin embargo, los esfuerzos de reconstrucción fueron posibles gracias a una donación del Estado de Qatar. Tal vez todavía hay esperanza para el Museo Nacional.

Translated from Protecting Bosnia's cultural treasures: an unfinished story?