Bebiendo cerveza Budweiser en Bohemia
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pedro picón jiménezLa cerveza checa dio que hablar en abril, después de que la disputa de un siglo con EEUU sobre los derechos del nombre de la cerveza Budweiser fuera llevada a la corte de Luxemburgo. Un repaso a la cultura de la cerveza en Bohemia.
En enero de 2008 los consumidores de Ceské Pivo (cerveza checa) celebraron la solicitud de reconocimiento de una denominación de origen de la UE para esta bebida, que protege los productos asociados a una región geográfica. Los checos ya la pidieron en mayo de 2004, siguiendo los pasos de otras diez cervezas checas protegidas por la UE. En Alemania, la cerveza de Baviera ya consiguió el reconocimiento de la UE en julio de 2001.
Castillos y cerveza Staropramen
(Foto: ©Boris Svartzman)
“Castillos y cerveza”, una joven pareja de veinteañeros resume así sus motivos para visitar Praga. Van en el tranvía desde el centro de la ciudad con un grupo de turistas británicos y escandinavos en su mayoría a la fábrica de cerveza Staropramen, que produce la famosa cerveza rubia Ležák y la oscura, con sabor a malta, Granát. “Es una ciudad preciosa, y más barata que la mayoría de las ciudades de Europa occidental por lo que podemos permitirnos pasar un buen rato”. La escala de producción y el volumen producido en esta fábrica de cerveza es bastante asombrosa. En sus instalaciones se producen 300 barriles por hora y 500.000 botellas al día: un rendimiento diario de 850 hectolitros. Aunque hay diferencias de precios, la media de una pinta de cerveza ronda entre 35 y 45 Coronas checas (de 1,40 a 1,80 euros), lo que está muy por debajo del precio medio para el mismo producto en el Reino Unido.
Es un hecho conocido que los checos adoran su cerveza. Consumen más (casi 157 litros per cápita al año) que cualquier otro país. La calidad de las marcas internacionalmente conocidas como Plzeský Prazdroj (Pilsner Urquell), Budweiser Budvar o Staropramen es atribuida a las condiciones de la agricultura en la región, que son apropiadas para el cultivo de lúpulo.
(Foto: ©Boris Svartzman)
La primera cerveza checa data del año 859, y las primeras exportaciones se hicieron ya en el año 903. La mayoría de las alrededor de 50 fábricas de cerveza en República Checa exportan su producción al exterior. Jan Vesely, presidente de la asociación de fabricantes de cerveza checos, estima que la demanda de exportaciones aumenta un 125% al año, lo que se traduce en alrededor de tres millones de hectolitros de cerveza enviados al extranjero. La expansión de la Unión Europea ha significado nuevos mercados abiertos para sus productos.
”Praga es la nueva Ámsterdam”
Praga se presenta como un destino turístico con bebidas baratas, lo que se conoce bien desde hace más de una década, con compañías como la británica ‘Prague Pissup Tours’. Esto convierte a la capital checa en un destino popular para despedidas de soltero, que se aprovechan de vuelos baratos para pasar un fin de semana bebiendo. “A veces ves grupos en la ciudad vieja actuando como idiotas borrachos”, dicen un par de camareros locales, “de todas maneras les damos la bienvenida porque se gastan mucho dinero”.
Maestro de las exportaciones de cerveza checa(Photo: ©Boris Svartzman)
Después de los alemanes, los británicos son el grupo más numeroso de visitantes en la República Checa, con alrededor de medio millón de turistas cada año. Según un informe realizado por la oficina para el extranjero y la Commonwealth del Reino Unido en 2007, (FCO), los visitantes británicos en la República Checa solicitan una cantidad “desproporcionada” de asistencia consular.
Cabe preguntarse si las cosas han mejorado en Praga desde que se ha convertido en un destino más caro para los bebedores en comparación con países bálticos como Lituania. “Todavía es un destino muy popular”, dice el portavoz de la embajada británica. “Pero sería interesante analizar los datos del turismo para ver si la demografía de turistas están cambiando. Quizá las despedidas de soltero son menos populares en Praga ahora por esta razón o quizá simplemente se están comportando mejor, lo cierto es que el número de incidentes parece haber disminuido”. El FCO ha intentado fomentar el comportamiento responsable de los turistas que llegan en busca de cerveza con campañas publicitarias en carteles y en salvamanteles en los bares más populares, que “parecen haber ayudado”.
Ya no tan barato
Desde temprano, los viernes por la tarde los bares del área turística se llenan de grupos de fiesteros, sobre todo hombres, muchos todavía con su equipaje, haciendo una parada para tomar un par de cervezas antes de llegar a sus hoteles. “La cerveza es buenísima”, dice un miembro de un grupo venido desde Birmingham que va a celebrar una despedida de soltero en Praga. “Es un poco más caro que cuando vinimos la primera vez hace cinco años, pero todavía está a la mitad que en RU”. Una pinta de cerveza rubia Premium en el Reino Unido cuesta unos cuatro euros. “Los checos son muy amigables y abiertos también”, añade otro. “Habrá algunos que se emborrachan más de la cuenta, pero no creo que sea peor que en el centro de una ciudad británica un viernes o sábado por la noche”.
Una noche saliendo en Praga(Foto: ©Boris Svartzman)
Son cerca de las cuatro de la mañana en la ciudad vieja, los fiesteros de la tarde ya se han ido, aunque otros bares están todavía abiertos y la atmósfera es relajada. Grupos de ingleses, americanos y alemanes se tambalean a través del puente Carlos de vuelta a sus hoteles, o hacen cola en las paradas de taxi. El domingo por la tarde llegan las colas de turistas esperando el autobús para el aeropuerto con cara de cansados, pero contentos después de un divertido fin de semana, bebiendo en Bohemia.
(Fotos en el texto: ©Boris Svartzman)
Agradecimientos a Vítek Nejedlo
Translated from Drinking trademark Budweiser beer in Bohemia