Ba Lan: retratos de la Polonia vietnamita
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Juan Manuel Rodríguez SawickiBa Lan significa "Polonia" en vietnamita. En este proyecto, la fotógrafa Zula Rabikowska nos invita a descubrir la vida de la comunidad vietnamita de Polonia a través de los retratos de algunos de sus integrantes.
Los migrantes vietnamitas comenzaron a llegar a Polonia en los años 50. Al principio, la mayoría eran estudiantes que venían con programas de intercambio; en esa época, Vietnam recompensaba a sus mejores estudiantes con becas para estudiar en otras naciones comunistas como Polonia. Hoy en día, los vietnamitas son la comunidad no europea más grande de Polonia: se estima que cuenta con entre 50.000 y 80.000 personas. Sin embargo, a menudo sufren de racismo y discriminación, lo que dificulta su movilidad social y económica.
En los últimos años los mensajes del tipo "Volveos a vuestro país" o las opiniones a favor de la construcción de muros para protegerse de los "otros" se han convertido en moneda corriente en muchos países. Muchos ignoran las situaciones traumáticas que tienen que atravesar los migrantes y no entienden su cultura e identidad, lo cual suele crear conflictos y desconfianza y afecta de manera negativa a toda la sociedad.
Históricamente, Polonia ha tratado la cuestión de las minorías de maneras extremas. Desde 2015, gobierna en Polonia el partido Ley y Justicia: con una orientación conservadora, cristiana y anti-inmigración que no apoya a las minorías. La presencia de la comunidad vietnamita de Polonia no se encuentra reflejada en los medios de comunicación, en el arte o en la cultura. En cambio, no es raro cruzarse con consignas como "Los inmigrantes de hoy son los terroristas del mañana" en espacios públicos.
En su proyecto, Zula trabajó con diferentes miembros de la comunidad vietnamita de Polonia para comprender mejor su sentido de pertenencia en un país mayormente monoétnico.
Mi nació en Varsovia pero a los siete años volvió a Vietnam con su familia. "Fue una experiencia terrible, me sentía permanentemente juzgada y fuera de lugar", nos cuenta. Cuando le pregunté si en Polonia sí se sentía como en casa, me contó que una vez el ascensor de su apartamento apareció pintado con la palabra CHINCZYK (que en polaco significa "CHINO" en un sentido peyorativo). Esa señal de rechazo le afectó mucho.
Lan es una diseñadora freelance de padres vietnamitas. Nació en Polonia pero en realidad se siente más de su ciudad, Varsovia. Dice que antes solía preocuparse más por la manera en que la miraba la gente por la calle pero que ahora intenta tomarse la curiosidad de los polacos como algo positivo.
"Estuve inmerso en la cultura polaca solo cuando iba a la escuela y siento que no la conozco lo suficiente. Cuando era pequeño, los niños se reían de mí. Me llamaban 'chino' y hacían comentarios desagradables. No sé dónde quiero vivir en el futuro, pero siento que mi hogar está aquí en Polonia", dice Giang, que nació en Varsovia y ahora tiene 22 años.
Ola vino a Polonia de niña y fue a la escuela en Varsovia. En 2018 ganó la versión polaca de MasterChef. Se siente tanto polaca como vietnamita y en Polonia se hace llamar "Ola", un popular nombre en el país, apócope de Aleksandra, para sentirse más integrada en la sociedad local.
"Te encasillan como mafioso o vendedor de mercadillo, como si no pudieras ser otra cosa. No tenemos artistas o famosos que nos representen. La sociedad polaca no permite que se nos vea fuera de los estereotipos que ella misma ha creado", dice Kim, la única drag queen de origen vietnamita que hay en en el país. Es mitad coreana y mitad vietnamita pero vive en Polonia, país que solo cuenta con unas treinta drag queens.
Ton Van Anh es activista, traductora y profesora. También es asistente en escuelas, donde ayuda a muchos niños vietnamitas que nacieron en Polonia a aprender polaco, y a su vez enseña el idioma a adultos vietnamitas. Viajar a Vietnam le resulta peligroso. Por eso, no ha vuelto a su país natal desde que terminó la escuela.
Los padres de Bartek se conocieron en Polonia. Él creció en ese país y se siente más polaco que vietnamita. Cuando iba a Vietnam de pequeño solía sentirse como un completo extraño: "Me daba cuenta de lo mal que hablaba vietnamita y de que me vestía muy diferente. Mi infancia en Polonia no siempre fue fácil, porque el racismo es algo común en los países monoétnicos. La gente me mira y enseguida me encasilla como 'asiático' o simplemente me ven como un 'vietnamita más'". Ahora se ha comprometido con una mujer polaca y su boda se celebrará más según las tradiciones polacas que las vietnamitas.
Tram Anh se considera polaca: no tiene muchos amigos vietnamitas y su novio es polaco. A veces, la vida en el país le resulta difícil: "los polacos me miran raro, pero me pasa lo mismo con los vietnamitas o cuando vuelvo a Vietnam. No parezco ni polaca ni vietnamita".
Nguyen Tanh Son tiene una esposa polaca. Sus hijos nacieron en Polonia y en casa hablan polaco. Siente mucha más cercanía con Polonia que con Vietnam y es en Polonia donde imagina su futuro.
Hien (Hieniek) no se considera ni vietnamita ni polaco, sino más bien como un alma creativa. Nació en Polonia pero se crio en una familia tradicional vietnamita que incluso lo obligó a ir a una escuela vietnamita de Varsovia.
Ha (Hannah o Jade) tiene trece años y lleva dos viviendo en Polonia. Hanna es el nombre que eligió en Polonia, pero le gusta que le digan Jade. Prefiere hablar inglés antes que polaco o vietnamita y, si bien su familia intenta adaptarse a la sociedad polaca, ella se siente desterrada.
La exposición puede verse en Londres desde el 13 de noviembre de 2019. Si estás en la ciudad y quieres visitarla, puedes encontrar más información sobre cómo ir aquí.
Foto de portada: © Zula Rabikowska
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Translated from Ba Lan: The Vietnamese version of Poland