Zbanic : "El sufrimiento de bosnia lo puede sentir cualquiera"
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Beatriz Garrido PonceLa cineasta Jasmila Zbanic está muy unida a la historia de su país. Utilizando diferentes perspectivas y a través de varias historias compartirá con nosotros el dolor y las cicatrices de Bosnia. Presenta su nueva película, la intensa y bella For those who can tell no tales y nos habla de atmósferas de rodaje y de las emociones que el trágico pasado de su país le hace sentir.
"Buscaba crear algo que me ayudara a definir a mi país veinte años después de la guerra" explica Jasmila Zbanic. Un amigo le habló de una obra de teatro escrita por la dramaturga australiana y actriz Kym Vercoa, inspirada por su propia experiencia en una ciudad bosnia llamada Visegrad. Célebre por su puente y su arquitectura, se revela como el símbolo de las atrocidades perpetradas durante la guerra.
Cafébabel: ¿Cuál es tu relación personal con la ciudad de Visegrad?
Jasmila Zbanic: Me enteré de lo que pasó en Visegrad cuando la guerra empezó en 1992, pero estuve allí solo una vez antes de la guerra, nunca después. Está solo a una hora y media de Sarajevo, pero se me antoja más lejano que París. Cuando decidimos rodar la película, se convirtió también en una especie de autoexploración; me hizo preguntarme por qué estaba yo también negando de algún modo lo que esta ciudad representa. Cuando vives en Bosnia, escuchas tantas historias tristes que tienes que cerrar los ojos y taparte los oídos para poder vivir y seguir adelante. Fue un verdadero reto para mí rodar esta película por el modo en el que la gente podría llegar a reaccionar. Me asustaba, por supuesto.
Cafébabel: La atmósfera de la película es verdaderamente tensa... ¿Es así como se siente uno en Visegrad?
Jasmila Zbanic: Así es. Verás, fuimos varias veces antes del rodaje. Pensé que se debía a que yo era consciente de lo que había pasado allí, pero más tarde conocí a un montón de gente que no sabía nada de la ciudad y afirmaron tener la misma sensación. Esos silencios, el no hablar, todo eso ejerce una enorme presión sobre la ciudad entera.
Capturando la carga poética
Cafébabel: Pero, al mismo tiempo, posee cierta carga poética...
Jasmila Zbanic: Sí, es eso lo que me atrajo. El puente es ambivalente, porque es hermoso en cierto modo y estremecedor a la vez. El río es precioso, pero cuando sabes que hay un montón de cadaveres en él, el sentimiento que te provoca es diferente. Y esa ambivalencia me gustaba, esa idea de que nunca puedes estar seguro acerca de la belleza de las cosas.
Cafébabel: ¿Cuáles fueron las condiciones de rodaje allí?
Jasmila Zbanic: Yo ya había rodado una película en 2006 sobre violaciones en masa (Grbavica, Oso de Oro en la edición número 56 del Festival Internacional de Cine de Berlín) y los políticos me acusaron en todos los periódicos de estar en contra de los serbios por afirmar que se habían producido crímenes de guerra. Cuando estabamos preparando el rodaje hablamos con la gente de allí y nos dijeron que de ningún modo podríamos rodar una película de semejante temática, que no era seguro. Por suerte, un amigo mío, un director serbio, accedió a venir con nosotros, y de alguna forma funcionó.
Trailer de For those who can tell no tales.
Cafébabel: ¿Cuándo decidiste rodar una película basada en esta obra de teatro de Kym Vercoe?
Jasmila Zbanic: En el año 2012 se cumplieron 20 años del inicio de la guerra (yo tenía diecisiete cuando empezó) y me encontraba en un punto extraño en el que no era capaz de definirla, de meterla en una caja y decir "ya está, eso es todo". Quería crear algo que me ayudara a entender cómo es mi país ahora. Buscaba una historia que cubriera este tema. Por casualidad vi la obra de teatro de Kym Vercoe y supe que había encontrado mi historia. Me sedujo porque habla de emociones, de cómo este país es bello y maravilloso en la superficie, pero de que también hay muchas cosas que aún siguen pasando. Y así es como me sentía cuando estaba viviendo en Bosnia.
Cafébabel: ¿Te sorprendió que alguien viviendo en un país como Australia, tan lejos geográficamente, estuviese interesado en Bosnia?
Jasmila Zbanic: Sí, por supuesto. Kym (que interpreta su propio papel en la película) descubrió Visegrad por accidente, mientras viajaba por los Balcanes. Decidió visitar la ciudad y sintió algo muy profundo. Esto nos enseña que todos los seres humanos somos iguales. No importa cual sea tu nacionalidad, puedes sentir las mismas emociones básicas. No es solo sufrimiento bosnio; es un dolor que puede sentir cualquiera.
crímenes encubiertos por el sistema
Cafébabel: ¿Son los crímenes de guerra aún un tabú en tu país?
Jasmila Zbanic: El tema es que la gente que estuvo controlando la guerra no tenía nada antes de que empezara, y ahora son multimillonarios, así que por supuesto les conviene que esta caja no se abra. Intentan inculcar miedo y odio en la gente para que nadie piense que se han estado lucrando con la guerra. El tabú proviene de esta gente que aún ostenta el poder político, controla los medios, la educación y la policía; están aún muy integrados en la sociedad.
Cafébabel: Los coches de policía dando vueltas por las calles de Visegrad nos recuerdan esta presión política...
Jasmila Zbanic: Sí, hay todo un sistema encubriendo estos crímenes. En una ciudad tan pequeña, cuando vienen extranjeros, los ven como investigadores trabajando para tribunales internacionales, y de inmediato quieren ahuyentarlos. Lo que pasó es que muchos criminales de guerra se quedaron en estructuras policiales y tribunales durante la guerra. A menudo pensamos que, cuando esta termina, todos los criminales de guerra desaparecen, pero lo cierto es que a muy pocos se los juzga, y muchos se quedan y viven vidas corrientes.
Cafébabel: ¿Es esta una película sobre el "deber de memoria"?
Jasmila Zbanic: Para mí, el principal impulso de la película son las acciones de Kym, el modo en el que reaccionó cuando supo de los crímenes. Creo que, muy a menudo, se nos enseña a ser pasivos en la vida, pero a veces pequeñas acciones pueden generar reacciones en cadena. Así es como escribió su obra de teatro y surgió mi película, por ejemplo. La historia viaja y la gente aprende sobre el tema...
Cafébabel: ¿Qué te aporta personalmente el hacer películas sobre tu país?
Jasmila Zbanic: Elegí crear estas películas a causa de mi pasión, o mi obsesión, por ciertas emociones y cuestiones. Y para mí no tiene sentido hacer una película si cuando la acabas estás en el mismo punto en el que empezaste. Las películas me cambian, especialmente cuando trabajo con un equipo, y cuando cada miembro aporta su visión al proyecto. Tengo un equipo europeo muy sólido, y se consigue una gran energía cuando se trabaja con gente de diferentes países.
Translated from Jasmila Zbanic : "Bosnian pain can be felt by anyone"