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Yo soy precario porque el mundo me ha hecho así

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Sociedad

O estigmatizarlos o compadecerlos. Éstas eran las dos principales actitudes que la opinión pública tomaba en referencia a los jóvenes de ahora. Hasta que llegó Lucía Martín, que ha optado, simplemente, por analizarlos. Esta periodista española autora del libro ¿Generación perdida?

Des­mon­tan­do ideas sobre los jó­ve­nes, ha dado un pu­ñe­ta­zo en la mesa y ele­va­do su voz para ha­blar alto y claro de la ge­ne­ra­ción de jó­ve­nes eu­ro­peos de entre 25 y 35 años. Con­tra­tos tem­po­ra­les, prác­ti­cas in­fi­ni­tas, suel­dos ín­fi­mos…pre­ca­rios en una so­cie­dad ¿no­quea­da?

cafebabel.​com:​ Tu libro es una de­fen­sa a capa y es­pa­da de la que lla­mas  "¿ge­ne­ra­ción per­di­da?", un grupo de jó­ve­nes con eda­des com­pren­di­das entre los 25 y los 35 años. ¿Qué te llevó a es­cri­bir­lo?

Lucía Mar­tín: En reali­dad era un libro por en­car­go que tenía como ob­je­ti­vo des­cu­brir por qué los jó­ve­nes es­pa­ño­les de esa edad se eman­ci­pa­ban más tarde que el resto de eu­ro­peos. Tenía que de­mos­trar que eran una "ge­ne­ra­ción no­quea­da". A me­di­da que avan­za­ba en la in­ves­ti­ga­ción iba des­cu­brien­do que eso no era así. La idea cam­bió ra­di­cal­men­te. A lo mejor ha­bría que lla­mar al libro "so­cie­dad no­quea­da", pero los jó­ve­nes no son como todo el mundo dice.

cafebabel.​com:​ ¿Cómo de­fi­nir a este co­lec­ti­vo en pocas pa­la­bras?

Lucía Mar­tín: Es la ge­ne­ra­ción de "a ver­las venir", la que se tiene que bus­car las ha­bi­chue­las, la del soy pre­ca­rio por­que es lo que me toca. Son apo­lí­ti­cos, re­nie­gan de los sin­di­ca­tos, son des­creí­dos, reac­ti­vos y so­li­da­rios, algo que nunca se dice. Son los lla­ma­dos Mi­leu­ris­tas,ge­ne­ra­ción Y, ge­ne­ra­ción per­di­da,baby loo­sers en Fran­cia, los de los 700 euros en Gre­cia...

cafebabel.​com:​¿Son víc­ti­mas de la edu­ca­ción, de su for­ma­ción, del sis­te­ma de en­se­ñan­za?

“Antes una carrera universitaria era una garantía de futuro; eso ya no sirve”

Lucía Mar­tín: No me gusta bus­car cul­pa­bles. Hay que ex­ten­der la res­pon­sa­bi­li­dad. Es cier­to que antes, una ca­rre­ra uni­ver­si­ta­ria era una ga­ran­tía de fu­tu­ro. Eso ya no sirve. El sis­te­ma edu­ca­ti­vo no va acor­de a lo que de­man­da el sis­te­ma la­bo­ral. Está muy bien que a al­guien le en­can­te la Fi­lo­so­fía, pero igual de­be­ría pa­rar­se a pen­sar que eso hoy no tiene nin­gu­na sa­li­da y optar por unos es­tu­dios acor­des a la de­man­da del mer­ca­do la­bo­ral. 

cafebabel.​com:​ En­ton­ces, ¿mejor ol­vi­dar nues­tra vo­ca­ción para adap­tar­nos a las exi­gen­cias del mer­ca­do?

Lucía Mar­tín: Si te gus­tan la Fi­lo­so­fía o la An­tro­po­lo­gía, po­drás es­tu­diar­las cuan­do ya ten­gas un pues­to de tra­ba­jo que te cubra las es­pal­das, cuan­do ya estés ga­nan­do dinero...​Porque las vo­ca­cio­nes están muy bien, pero si ves en el mer­ca­do que tu vo­ca­ción te va a lle­var irre­me­dia­ble­men­te al paro, a lo mejor hay que de­jar­la para más tarde. Al fin y al cabo, las vo­ca­cio­nes no pagan la co­mi­da a fi­na­les de mes.

cafebabel.​com:​ Dices en tu libro que Es­pa­ña es “el país de los tí­tu­los uni­ver­si­ta­rios”. Hay uni­ver­si­da­des es­pa­ño­las casi en cada pro­vin­cia y el nú­me­ro de li­cen­cia­dos au­men­ta cada año. ¿Qué hacer?

Lucía Mar­tín: No sé cuál es la so­lu­ción. A lo mejor los nu­me­rus clau­sus, pero hay que salir de esta si­tua­ción. No se pue­den ofer­tar cien­tos de pla­zas para ca­rre­ras que van a ser ocu­pa­das por per­so­nas que en el fu­tu­ro en­gro­sa­rán las lis­tas de paro. 

cafebabel.​com:​ Los pro­ble­mas se ex­tien­den: Ir­lan­da, Por­tu­gal, Gre­cia, Es­pa­ña…¿el tan oído “hay que irse al ex­tran­je­ro” es un ahora “hay que irse de Eu­ro­pa”?

Lucía Mar­tín: Hay mu­chas fa­la­cias sobre eso de irse al ex­tran­je­ro. Antes la si­tua­ción era di­fe­ren­te: la gente emi­gra­ba por ham­bre, se plan­ta­ba en otra ciu­dad, en otro país, sin ni si­quie­ra ha­blar la len­gua. Mi padre se fue a París en esas con­di­cio­nes. Es ver­dad que en Es­pa­ña somos un poco par­ti­cu­la­res. Antes a la gente le cos­ta­ba in­clu­so cam­biar­se de ciu­dad por una cues­tión la­bo­ral. Ahora la gente está obli­ga­da a hacer cosas que antes eran to­tal­men­te im­pen­sa­bles. Creo que lo de ahora es un mal de mu­chos paí­ses oc­ci­den­ta­les. Las opor­tu­ni­da­des están ahora en los paí­ses emer­gen­tes. Hay que ir más allá de Eu­ro­pa ahora mismo. 

cafebabel.​com:​ Los jó­ve­nes no en­cuen­tran tra­ba­jo. Mu­chos optan por am­pliar su for­ma­ción y así alar­gar su cu­rrí­cu­lum, pero luego están “so­bre­cua­li­fi­ca­dos”. ¿Dónde está la sa­li­da de este círcu­lo vi­cio­so?

“Prefiero que en el futuro mi hija se cuelgue una mochila al hombro y se vaya a recorrer mundo; así aprenderá mucho más que yendo de facultad en facultad”

Lucía Mar­tín: Con­fiar en que úni­ca­men­te la edu­ca­ción te puede re­sol­ver la vida es una fa­la­cia que siem­pre ha exis­ti­do. Ahora tu for­ma­ción no te va a sacar las cas­ta­ñas del fuego. Hay muy poca gente, sobre todo en Es­pa­ña, que abre ne­go­cios o toma la ini­cia­ti­va por miedo. Tam­bién es cier­to que para em­pren­der en Es­pa­ña tie­nes que ser casi un ka­mi­ka­ze. Es un pro­ce­so bu­ro­crá­ti­co muy largo y com­pli­ca­do. La ver­dad, pre­fie­ro que en el fu­tu­ro mi hija se cuel­gue una mo­chi­la al hom­bro y se vaya a re­co­rrer mundo; así apren­de­rá mucho más que yendo de fa­cul­tad en fa­cul­tad. Hay gente con dos ca­rre­ras y tres idio­mas. Vale, muy bien, pero es que el de al lado tiene cua­tro ca­rre­ras y cinco idio­mas. 

cafebabel.​com:​ Tu libro se pu­bli­có un par de meses antes de que el mo­vi­mien­to del 15M sa­lie­ra a la luz. ¿Qué opi­nión te me­re­cen los in­dig­na­dos?

Lucía Mar­tín: El 15M es la de­mos­tra­ción prác­ti­ca de lo que yo de­fien­do en mi libro: que estos jó­ve­nes sí tie­nen va­lo­res. Es­pe­ro que este co­lec­ti­vo sea el ger­men de un mo­vi­mien­to de gente que se ponga las pilas. Todo lo ocu­rri­do con las pro­tes­tas sir­vió para que me re­con­ci­lia­ra un poco con la so­cie­dad es­pa­ño­la. ¡Están evi­tan­do in­clu­so desahu­cios! Ojalá tomen la avan­za­di­lla en temas muy in­jus­tos por­que no po­de­mos ol­vi­dar que de­trás de las en­ti­da­des fi­nan­cie­ras que rea­li­zan los desahu­cios hay per­so­nas de carne y hueso. ¿Esos se­ño­res no tie­nen moral?

Fotos: por­ta­da, pá­gi­na ofi­cial Fa­ce­book De­mo­cra­cia Real Ya; texto, lan­per­nas 2.0  © Lucía Ca­rre­te­ro, cor­te­sía de Lucía Mar­tín