Voluntario europeo, ¿a qué has venido?
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2011 fue el año del voluntariado europeo, una tarea en la que se involucran cada vez más jóvenes desde hace algún tiempo. ¿Por la crisis económica? ¿Por la falta de oportunidades? ¿O por puro altruismo? Un español voluntario en Rumanía nos desvela qué es lo que realmente lleva a los jóvenes como él a embarcarse en este proyecto.
Me acaban de servir medio litro de cerveza Ursus, apenas he tenido tiempo para saborearla cuando una amiga de un amigo me hace la pregunta: “Why did you come to Romania?” (¿Por qué has venido a Rumanía?). La pregunta del millón. Se me escapa una pequeña sonrisa. Hago como si estuviese sorprendido, pienso un poco (más bien hago que pienso la respuesta) y le suelto del tirón mi respuesta muletilla.
“Why did you come to Romania”. Esa es la pregunta que te hacen todos los rumanos. ¿A qué vienes a mí país si no hay nada? Y es aún más paradójico para ellos si vienes de España, donde los rumanos son la colonia extranjera más numerosa (861.584 según datos del Instituto Nacional de Estadística). Pues aquí estoy, en Oradea, una ciudad situada a 14 km de la frontera con Hungría. Pero la pregunta sigue en el aire. La respuesta la forman unas siglas: SVE (Servicio Voluntario Europeo).
Qué hace exactamente un voluntario europeo
En mi caso, colaborar junto con otros 3 españoles en ECOTOP, una pequeña ONG dedicada a temas medio ambientales. Nuestro proyecto consiste en explicarles a los niños la importancia de preservar la naturaleza. También intentamos desarrollar nuevos proyectos y ayudar con la gestión de la organización, algo para lo que nos entrenan.
“Para pequeñas ONGs recibir voluntarios europeos supone una importante inyección de dinero”
Pero empecemos por el principio. Quince días después de mi llegada a Rumanía, tuvimos el honorable Training Course. El objetivo era darnos una breve formación a todos los voluntarios europeos sobre nuestros derechos y obligaciones, sobre la cultura rumana y motivarnos para hacer un buen voluntariado . Escuchando a mis compañeros me dio la impresión de que algunos proyectos estaban bastante faltos de contenido. Sin embargo, para pequeñas ONGs recibir voluntarios europeos supone una importante inyección de dinero. Por ejemplo, para el nuestro, de 11 meses y 3 voluntarios, el presupuesto es de 17.000 euros . Por supuesto, tienen que acreditar y gastar todo el dinero recibido, pero también les sirve, en algunos casos, para sobrevivir como organización. Y más voluntarios se traduce en más dinero.
Y esto, ¿quién lo paga?
El SVE se enmarca dentro del programa "Juventud en Acción", presupuestado con 885 millones para el período 2007-2013. ¿Cuál es el objetivo del SEV? Si nos ceñimos a su definición, "fomentar la solidaridad entre los jóvenes, beneficiar a comunidades locales y conseguir que los voluntarios desarrollen habilidades personales". Palabras, quizás, demasiado "amplias".
¿Está justificada la cantidad que se gasta la EU en el SEV con la que nos está cayendo?El voluntario que participa en un SVE tiene derecho a una habitación (a veces compartida), gastos para comida, transporte público y algo de dinero de bolsillo. A cambio, trabaja un máximo de 35 horas a la semana y va a clases de la lengua de su país de acogida. En términos económicos, y en relación a lo que aporta al PIB cada voluntario y el dinero que recibe, me arriesgaría a decir que sí, sobradamente justificada (se estima que la práctica de voluntariado, contribuye entre el 0,5% y el 3%de PIB en algunos estados miembros de la UE, según el Infome de voluntariado del año 2011).
Y la respuesta final es…
Leer también "Retrato continental del voluntariado: desde los hospitales de Eslovenia a las bibliotecas polacas" en cafebabel.com
Pero, “Why did you come to Romania?” Quizás deberíamos ampliar la pregunta; ¿por qué hacer un SVE? Pues simplemente porque crees que existe un problema (en la concepción más amplia del término) y sientes que tú puedes hacer algo para cambiarlo. En mi caso, esa es la primera razón. Otra idea fundamental es saber que tú, el voluntario, eres el proyecto, primer concepto que te enseñan antes de irte. El éxito o el fracaso depende, en gran parte, de tus ideas, tus ganas por hacer las cosas bien, tu imaginación y la ilusión que le pongas. También es importante entender que no tienes que ajustarte íntegramente a tu proyecto. Si crees que se queda corto o no te satisface lo que estás haciendo, amplía sus horizontes, intenta redactar nuevos proyectos para tu organización. Además, está el aspecto de la enseñanza a niños, aunque he de confesar que también me mueven argumentos profesionales: saber cómo se puede financiar una ONG, la posibilidad de enfocar mi carrera hacia el mundo de la cooperación... El SEV me brinda una gran oportunidad.
Y todo esto responde a la pregunta de por qué decidí hacer un voluntariado, pero no no a la elección del destino, Rumanía. La verdad, estoy en Oradea como podía estar en Rennes, Estambul, Bremen o Riga. Rumanía me concedió el placer de conocerla. Y, por supuesto, cuando una persona- o en este caso un país- te llama porque quiere conocerte, difícil es decir que no. Más aún cuando vienes de un país, España, en el que la gente parece quejarse de las mismas cosas y todo sigue siempre igual. Cuando tenga el mismo sentimiento en Rumanía será hora de ir pensando en otro destino.
Fotos: portada, (cc) Brandon Christopher Warren/flickr; texto: (cc) Liminal Make/flickr.