Verde que te quiero verde
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''Verde que te quiero verde para quemarte, verde que te quiero verde para fumarte, verde que te quiero verde para escaparme,...
'' En el primer vistazo, parece uno de los poemas más destacados del famoso poeta español Federico García Lorca, pero esto no es su poesía, sino la canción del artista hip hop Sator Sánchez que viene a través de un altavoz en una de las muchas asociaciones de consumidores de cannabis en Barcelona. Los simpatizantes de esta hierba verde han encontrado un agujero en la ley y el número de las asociaciones en Barcelona nace como hongos después de la lluvia. El anuncio en la puerta dice todo, pero el olor y el humo flotando al abrir la puerta de la asociación del cannabis privada en el barrio Borne son la prueba de que hace honor a su nombre. ''Este es uno de los lugares privados donde podemos fumar en paz'' dice un chico americano mientras mezclando marijuana con el tobaco, preparando su primer porro del día.
Grifa, hierba, maría, jamila, mandanga, mota, alfalfa, pito, ganja, o simplemente marijuana fue descubrida según los datos arqueológicos en el tercer milenio antes de Cristo. Sí, estoy hablando de la droga más popular del mundo y más consumida según la Organización Mundial de la Salud, conocida también por su nombre científico Cannabis Sativa. La encuesta, realizada en el año 2010, muestra que 250 millones de personas de la población total del mundo se entregan al disfruto de esta droga. España tiene uno de los mayores consumos de la Unión Europea. Según el Observatorio Europeo de las Drogas, alrededor de un 11% de la población toma marujuana.
Desde los años treinta del siglo pasado, el consumo y el tráfico de las drogas fue prohibido pero desde noviembre de 2006 es legal el consumo privado en España, no así el comercio y venta con fines de lucro, lo cual permite cultivo para uso personal.
Aparentemente se ha encontrado un agujero en la ley con el fin de poder ofrecer a los ciudadanos la marijuana legal. Me explicaron que a cada ciudadano se le permite mantener 80 gramos al mes para su uso personal que significa que esta misma persona puede crecer su propia planta de marijuana en su casa. Y si bien esta idea parece muy larga y pesada, hay clubes y servicios que son más que felices de tener esa carga de encima. Así que no es dificíl encontrar una asociación porque en España hay alrededor de 500 asociaciones de consumidores de cannabis, con mayor concentración en Cataluña y el País Vasco, donde hay un mayor nivel de tolerancia social.
¿Cómo empezó todo?
ARSEC – Asociación Ramón Santos de Estudios Sobre el Cannabis, el movimiento de cannabis que surgió en Barcelona en 1993 – envió una carta al fiscal de antidrogas preguntando si sería un crimen el cultivo de cannabis para el uso del grupo de usuarios adultos. Esto no salió bien porque el caso terminó en el Corte Supremo. Mientras tanto otros grupos empezaron a seguir los pasos de ARSEC.
El primero en hacerlo fue la asociación Kalamudia de Bilbao que consiguió hacer la cosecha de alrededor de 600 plantas de marijuana sin ninguna acción legal. No sólo una vez sino 3 veces. Y así el modelo de cannabis club ha nacido. Desde su aparición en 2002, las asociaciones de cannabis han permitido que varios miles de personas dejen de financiar el mercado negro y conozcan la calidad y el origen de lo que consumen, mientras creyendo empleos e ingresos fiscales.
¿Cómo funciona una asociación de cannabis?
Debido a la falta de una regulación clara, las asociaciones han tenido que improvisar e inventar soluciones con el fin de normalizar sus actividades. Los principales grupos pioneros se reunieron en la Federación de Asociaciones de Cannabis (FAC) en 2003, que inicialmente incluyó 21 clubes. La federación desarrolló un modelo legal y de gestión en los últimos años conocido como Asociación Social de Cannabis, para tratar de encontrar una manera de adaptarse al número creciente de clubes y su complejidad en la legislación vigente. La FAC ha tenido que elaborar una guía sobre cómo crear una asociación de cannabis.
Teo explica: ''La apertura de la asociación es un proceso muy largo, si empiezo ahora podría hablar días y días. Hay un montón del papeleo de hacer y tienes que trabajar con los abogados que cuesta mucho. Y también hay muchas reglas que debes seguir.'' La evolución típica de una asociación de cannabis comienza con su fundación y registración en el registro de asociaciones. A continuación, los miembros aprueban un convenio colectivo sobre el cultivo de marijuana. La asociación alquila o compra terrenos, edificios, equipos y todo lo necesario para cultivar y distribuir marijuana. El cuidado de las plantas se lleva a cabo por miembros voluntarios, personal o por cultivadores (también miembros de la asociación). ''Nosotros cultivamos propios la hierba, mientras que algunas asociaciones grandes emplean a los trabajadores para cultivar marijuana en su nombre,'' añade Teo.
Al ser la organización estrictamente sin fines de lucro, cualquier beneficio económico está reinvertido en la asociación. ''Hemos abrido la asociación de cannabis Legal en mayo 2012 porque todos estamos involucrados con marijuana en una u otra manera y queremos contribuir cannabis con la comunidad y ayudar a los demás. La única manera de que nos beneficiamos es saber que otras personas puedan fumar una marijuana orgánica en un ambiente totalmente seguro'' dice Teo, 20 y de Londres, que abrió la asociación junto con sus cuatro amigos de Bélgica y Dinamarca.
Una parte de los beneficios se utiliza para diversas actividades sociales, tales como cursos y conferencias, asesorias legal y médica, protestas y actividades políticas de presión para promover la normalización del consumo de cannabis. Para unirse a una asociación tienes que estar invitado por un miembro, que también garantiza que la persona que desea unirse realmente es un consumidor de cannabis. Por una cuota de hasta 20 euros al año, se llevará a tu subsidio los 80 gramos de marijuana que te proporcionará un rendimiento por un precio justo que tu puedes obtener en la asociación cada día, igual que en una tienda. Por cada miembro que se une en la asociación, ésta podrá añadir plantas en su campo de hierba cada vez mayor.
No sólo el sitio donde se vende marijuana
''Me gusta el ambiente social de marijuana, es una droga muy social,'' afrima Teo. Además de la venta y la posibilidad de fumar marijuana, las asociaciónes tiene también una de las caracteristicas más importantes – presentan el núcleo social, donde no importa si eres un jefe de la impresa o solamente un estudiante.
Así puedes encontrar un grupo de estadounidenses sentados alrededor de la mesa, riendose de sus aventuras turísticas del día, en la esquina encuentrarás un empresario que acababa de terminar una reunión, un par de chicas junto al bar fumando un porro y reflexionando dónde salir por la noche.
Christine, Alex y Rachel, todas de Estados Unidos, han venido a Barcelona para estudiar hace 4 días y explican ''nosotros nos enteramos en este sitio en segundo día que estabamos aquí.'' Les la ha presentado un amigo de la universidad. ''Es un espacio donde te encuntras con la gente del todo el mundo, hay la gente francesa, alemán, inglés,.. Todos se reunen alrededor de la ganja,'' añaden. En el otro lado de la sala, mientras fumando un porro gigante, inicia a decir un chico de Inglaterra, Shane: '' Los consumidores de marijuana somos como una familia grande.''
Quizás, la salida de la crisis…
La FAC ha hecho la investigación que dió los siguientes resultados. A través de las asociaciones, un millón de personas españolas iban a obtener su sumistro, se crearán algunos 30.000 puestos de trabajo con en las cotizaciones sociales, se recogerán 50 millones de euros de los impuestos y 100 millones de euros de IVA – junto alrededor de 300 millones de euros de ingresos directos para el gobierno español.
En el pueblo Rasquera, en la provincia de Cataluña, ya han comenzado su batalla contra la crisis, donde después de una larga consideración y el referéndum, los 940 habitantes dieron la luz verde para el cultivo de marijuana para 5000 socios del club de fumadores. ¿Y cómo ha ocurrido esto? Un pueblo pequño, deudeado y desempleado vió en la oferta de la asociación ABCDA la salida de la crisis. ABCDA pagará al pueblo 650.000 euros al año por el derecho de cultivar su sumistro anual allí. El acuerdo crearía un máximo de 40 puestos de trabajo y pertmitía que el ayuntamiento paga su deuda de 1,3 millones de euros en dos años.
El futuro
La situación administrativa de la mayoría de las asociaciones es casi normalizada. Sin embargo, todavía hay muchas preguntas no resueltas y las asociaciones están permanentemente en riesgo de varios problemas legales, especialmente durante el cultivo y transporte. Con el fin de evitar esta situación, la FAC ha elaborado las propuestas para que las asociaciones serían supervisadas por instituciones públicas y por lo tanto que se evita las intervenciones judiciales y de policía. Esto se combinará con el protocolo administrativo incluyendo la lista de los lugares de cultivo, las inspecciones de ellos, los impuestos de producción y el transporte supervisado. Con las asociaciones se creará un mundo en el cual la planta psicoactiva se obtendrá a través de una red de los grupos democráticos con su objetivo de mejorar la calidad de vida de muchos, en lugar de hacer más ricas un pequeño número de personas.
Por último, tal vez la idea de establecer dichas asociaciones no sólo en España, sino también en otras partes del mundo, no es tan desfavorable. Pero la gente que va a crear nuevas asociaciones en el futuro tendrá que considerar una cosa más. Lo explica mejor Daren, de Estados Unidos, ''Estos sitios me parcen geniales, pero después de fumar tantos porros, tengo un hambre inexplicable y propongo a las asociaciones que consideran sobre el servicio de la comida,'' se sonríe y hace un nuevo porro…
Texto: Nina Behek, fotos: Miha Mohorič