¡Una sopita y a la cama!
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Francisco Chica GarcíaSi después de los excesos de grasa, azúcar y alcohol te estás planteando una dieta estricta…¡Es normal! La mejor solución: la sopa
La temperatura cae. El roscón de reyes acaba de atacar a un estómago ya desbordado después de una comilona tras otra. Esperando que llegue Pascua, el final del ayuno en los hogares católicos y la invasión de los huevos de chocolate, los europeos reducirán, indudablemente, su régimen alimentario al mínimo. Y esta es la razón por la que la sopa, también llamada ‘potaje’, entra en escena, con su faldita corta y de colores.
Un plato viejo más viejo que Jesucristo
Al contrario de lo que ocurre con otros platos, la sopa no corre el riesgo de enfrentar a los europeos unos contra otros para saber quién es el padre de tan ingeniosa idea. Triturar las legumbres, eso es más viejo ya que el propio mundo: “La sopa aparece desde el momento en que el hombre encuentra la manera de calentar el agua para cocer los alimentos: un agujero en la tierra y piedras candentes metidas en el agua, un poco de carne, un estómago de oveja. Esto ocurre ya 500 años después de Jesucristo”, según dice la página web francesa vivelasoupe.com. Las primeras papillas de lentejas en Atenas, usadas para “mantener la moral de las tropas” o las sopas de arroz y de habas de los campesinos, pasando por el potaje “excesivamente sazonado de pimienta a base de carne de caza, de pescado o de aves de corral y con miel” de los romanos, las recetas se extienden hasta el infinito.
Lo divertido de la sopa es que siempre podemos añadirle nuestro toque personal. Pensad en aquel hombre que un día metió su “vaca que ríe” en una crema de calabacín y con todo su orgullo, después de un merecido trago, se dijo: “pues oye, está bueno”. Los estándares viajan de un país a otro: del gazpacho fresco y veraniego de España al borchtch de remolacha y de col blanca ucraniano. Y para el placer de los sentidos, no olvidemos nunca el hochepot flamenco (con tocino, con chipolata –un tipo de salchicha- y con col), el minestrone italiano (caldo de legumbres al que a menudo se le añade pasta), la sopa típica para las bodas a la altländer, cocida a fuego lento en Alemania (un potaje muy rico con bolas de carne y huevos), y por supuesto la sopa de cebolla, siempre, tradicional y generalmente consumida en los días posteriores a una fiesta. Justo a tiempo.
Receta: Sopa de cebolla
Preparación: 10 minutos
Cocción: 40 minutos
Ingredientes (para 6 personas):
- 45 gramos de mantequilla
- 2 dientes de ajo
- 15 gramos de harina
- 1,5 litro de caldo
- 1 hoja de laurel
- sal y pimienta
- 6 rodajas de pan
- 60 gramos de queso rallado
Precalentar el grill del horno. Picar las cebollas y freír en mantequilla durante 15 minutos. Espolvorear a continuación harina y añadir ajo. Cuando la harina tome un poco de color, verter el caldo caliente, añadir el laurel y dejar cocer durante 15 minutos. Repartir el queso en las rodajas de pan y gratinar en el horno. Colocar las rodajas de pan con el queso gratinado sobre la sopa y servir muy caliente.
Translated from Mange ta soupe!