Un madrileño entre dragones: El conflicto coreano en cinco preguntas
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Corea del Norte dispara las temperaturas con el primer ataque sobre civiles surcoreanos (Isla de Yeonpyeong, cuatro muertos) desde que terminó la guerra, en 1953. La diplomacia está en marcha; las armas, cargadas. ¿Qué hay detrás de todo esto? Desde los confines de Oriente, el periodista español Alberto Lebrón nos resume las claves del conflicto más sensible del mundo.
Cafebabel.com: ¿Por qué ataca Corea del Norte precisamente ahora? ¿Qué objetivos tiene?
A. L.: Hay muchas especulaciones. Algunos analistas aseguran que Kim Jong-il prepara así la sucesión de su tercer hijo, Kim Jong-un, demasiado joven e inexperto para los gerifaltes del partido. Digamos que estaría preparándole una hoja de servicios aceptable. Otra teoría es la necesidad de hacer ruido; desde que abandonó unilateralmente las negociaciones nucleares a seis bandas, Corea del Norte se siente ignorada por EEUU, está al borde del colapso y utiliza el chantaje militar para arrancar ayuda económica. Una tercera razón sería la afinidad personal: es evidente que Kim Jong-il detesta con todas sus fuerzas al actual presidente surcoreano, Lee Myung-Bak, porque, a diferencia de sus predecesores (fundamentalmente el fallecido Roo Moo Hyun), Lee Myung-Bak es extremadamente exigente con su vecino norcoreano, y verle apretando las tuercas del régimen y protagonizando el último G20 debió de escocer bastante. Y, por último, otra razón de peso es la imprevisibilidad del régimen estalinista (o como queramos llamarlo), sectario y quizás irracional, incapaz de identificar los límites en este larguísimo epílogo de la Guerra Fría.
Cafebabel.com: ¿Qué posibilidades hay de solucionar con serenidad el contencioso nuclear?
A. L.: Como suelen decir muchos analistas y miembros del Gobierno chino, Libia ya abandonó su programa nuclear a cambio de ayudas económicas (jugosas inversiones petroleras). ¿Por qué no podemos esperar lo mismo de Corea? Yo pienso que la situación aquí es más compleja porque entran en juego los intereses de cuatro potencias mundiales: EEUU, China, Rusia y Japón. Pyongyang puede estar desarrollando su programa como arma disuasoria (nadie querría entrar en guerra con un país que tiene armas de destrucción masiva; lo que demuestra, dicho sea de paso, que Iraq no las tenía) y para seguir manteniéndose con ayuda económica. Salvo que de repente Corea del Norte decidiera acometer una reforma política y económica en profundidad, lo cual conduciría a la reunificación coreana, Asia Oriental seguirá viviendo bajo amenaza nuclear.
Cafebabel.com: ¿Tiene Corea del Sur planes de reunificación?
A. L.: Hasta hace unos meses pensaba que los surcoreanos deseaban fervientemente la reunificación. Sin embargo, hablando en Seúl con jóvenes oficiales recién salidos de las mejores universidades del mundo, mi opinión ha cambiado bastante. Corea del Sur, decimoquinta economía del mundo, mira hacia el norte con aires de superioridad. Probablemente muy pocos estarían dispuestos a pagar una hipotética reunificación; y muchos norcoreanos, seguramente, ni siquiera tienen un conocimiento mínimo del mundo más allá de sus fronteras.
Cafebabel.com: ¿Qué hay de la previsible sucesión del dictador Kim Jong-il por su hijo, Kim Jong-un?
A. L.: Sucede algo similar al caso de los hermanosCastro en Cuba; Kim Jong-un, que no llega a la treintena, ha sido señalado para tomar las riendas del país cuando muera su padre. Los líderes norcoreanos no tienen poder absoluto, tienen un entorno que les influye: nada más heredar el cargo, Kim Jong-un deberá dar un golpe de efecto para autolegitimarse, y, dada la naturaleza rancia del régimen norcoreano, nadie espera aperturismo sino más confrontación. Rusia y China desean una Corea unida pero no aliada de los EEUU, así que la situación es de auténtico bloqueo y cada vez más peligrosa.
Cafebabel.com: Aparte del conflicto coreano, ¿qué atmósfera respira un europeo en el Lejano Oriente?
A. L: Para mí, el Lejano Oriente es sinónimo de desarrollo económico con un elevado componente tecnológico. Las llamadas economías emergentes y los nuevos países industrializados exigen poder de decisión a nivel internacional. Europa está perdiendo poder en detrimento del Pacífico. Hu Jintao habla periódicamente con Barack Obama, y lo hace sobre los principales asuntos mundiales. Asia Oriental lidera el crecimiento económico mundial, lo que también se traduce en un protagonismo creciente a nivel internacional. Obviamente, todavía existe mucho camino por recorrer (pobreza extrema en India o China, déficit democrático, algunos conflictos…), pero desde aquí siento cada vez más cómo nuestro planeta camina, inexorablemente, hacia un orden multipolar.
Alberto Lebrón es corresponsal deIntereconomía Business TV en Asia-Pacífico; está especializado en economía y mercados asiáticos.
Fotos: portada: (cc) US Army Korea IMCOM /Flickr; Kim Jong-Il: (cc) Borut Peterlin/Flickr; video: AP (cortesía de YouTube).