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“Turquía: operación limpieza”: Autoridades contra comercios

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SociedadPolítica

¿Pero qué mosca le ha picado al país? Desde hace más de un mes, una nueva escoba lo está dejando todo patas arriba: el fútbol, el ejército y hasta las calles de Estambul. ¿De qué “basura” se quieren deshacer? ¿Pero quién empuña realmente la escoba? Como consecuencia de la gran “limpieza de polvo” de las autoridades turcas, cafebabel.

com publica en tres episodios la serie “Turquía: operación limpieza”. Tercera parte: la calle.

Es la primera semana de agosto. Las calles adyacentes a Istiklal Caddesi, la principal arteria comercial de la ciudad, son el escenario de una sorprendente operación de limpieza. Quien haya deambulado por los meandros de esas callejuelas, reinos de cafés y otros bares sabe que, una vez entrada la noche, algunas de ellas son casi inaccesibles. El peatón tiene que abrirse camino como puede entre las mesas y sillas que invaden la calle. Al decidir limitar la influencia de estas “terrazas” en la vía pública, el ayuntamiento ha provocado un curioso juego del gato y el ratón.

Escobazo en las calles de Estambul

Como en Turquía todo tiene carácter político, la medida tomada evidentemente divide la opinión pública. Algunos no tardan en denunciar una gestión que apunta a in fine prohibir el consumo de alcohol en la vía pública. Es cierto que el comienzo de la operación por el ayuntamiento ha coincidido con el Ramadán. Sin embargo, cualquiera podría constatar que a los cafés que no sirven alcohol también les afecta la situación. Aquellos que ven este escobazo favorable consideran que los comerciantes han sobrepasado sus derechos. No respetan los límites fijados sobre la ocupación del dominio público y no pagan las licencias de explotación. Y eso es exactamente lo que el ayuntamiento quiere controlar.

Érase una vez...Pero los comerciantes hacen oídos sordos. La rebelión se organiza con dos manifestaciones improvisadas. Por la mañana, los agentes de la ciudad apoyados por las fuerzas del orden dividen el barrio bajo la mirada incrédula de los habitantes de Estambul. Cerrando la marcha, los vehículos del servicio de propiedad se encargan de hacer desaparecer la menor traza de ocupación del dominio público. Cuando se pone el sol, las mesas y las sillas vuelven a aparecer. ¡Una vuelta a la normalidad que a veces dura poco! Imagínate sentado en la mesa de la terraza de un restaurante. El camarero te acaba de servir un calabacín relleno y enseguida vuelve para llevárselo sin más explicación que invitándote a comértelo… dentro. Durante los minutos siguientes, asistes, pasmado, a un ballet de mesas y sillas que desaparecen de la calzada a medida que los comensales se van. “¡Viene el ayuntamiento, viene el ayuntamiento!” nos explican finalmente. Las rondas están en efecto organizadas para comprobar que las operaciones de limpieza llevadas a cabo por la mañana tengan efecto. Está confirmado. ¡Cuando se caza al polvo por la puerta, vuelve a entrar por la ventana!

Este artículo es el último de una serie de tres. El primero está dedicado al fútbol, y el segundo al ejército.

Fotos: Portada (cc)christian.senger/flickr; Texto : giannisl/flickr, erindipity/flickr

Translated from « La Turquie, le grand ménage » : les commerces térrassés par les autorités