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Torre de Babel: El "voto rogado"

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Torre de BabelCulturaPolítica

Desde que se instaurara el sufragio universal, cualquier ciudadano de un país democrático tiene asegurado el derecho a voto. Bueno, al menos en teoría. Desde 2011, los españoles residentes en el extranjero tienen que solicitar su derecho a voto en un mecanismo conocido como "voto rogado". Pero, ¿qué significa tener que "rogar" el voto? ¿Qué efectos tiene?

Cuando se acercan unas elecciones, ya sean locales, regionales o nacionales -como es el caso de los próximos comicios en España del 20 de diciembre-, los ciudadanos que viven fuera de su país han de enfrentarse a los posibles problemas que puede suponer ejercer su derecho a voto. Mientras en algunos, como en Francia, es tan sencillo como autorizar a otra persona para que vote por uno, a los españoles nos toca pelear un poco (o mucho) más. 

¿Qué es el "voto rogado"?

Desde enero de 2011, los ciudadanos españoles residentes en un país extranjero no tienen asegurada su participación activa en las elecciones. De hecho, para poder votar, deben solicitar o "rogar" este derecho. Y aunque pudiera parecer un simple trámite, se ha convertido en una auténtica pesadilla para aquellos que quieren ejercer su derecho a voto durante las elecciones en España.

La primera dificultad a la que se enfrentan los "expatriados" es la desinformación. Son muchos los que desconocen qué deben hacer para poder votar desde el extranjero. Es por esto por lo que colectivos como Marea Granate se han movilizado para explicar cuáles son los pasos a seguir si, como español que vive en el extranjero, quieres votar en las próximas elecciones generales.

Pero las autoridades electorales tampoco lo ponen fácil. Por poner un ejemplo: El pasado 31 de julio el Gobierno cerró el censo sin aviso institucional previo, lo que multiplicó las trabas burocráticas para aquellos que no se habían inscrito previamente.

En teoría, el procedimiento del "voto rogado" es similar a la inscripción en el censo electoral que se solicita en algunos países. O lo sería, al menos, si el procedimiento fuera igual de sencillo en ambos casos. Al final, en la práctica, el "voto rogado" supone una limitación del sufragio universal, ya que, aunque técnicamente no se debería impedir a ningún votante ejercer su derecho, la escasa incidencia del voto extranjero ha demostrado que la realidad es un tanto distinta.

Lo que se oculta tras las trabas

Visitas infinitas a los consulados españoles (no se han activado los trámites telemáticos, como sí se utilizan para muchas otras cuestiones administrativas), documentación que presentar, papeletas que no llegan a tiempo... Un sinfín de dificultades que cualquiera podría sospechar que persiguen el objetivo de desincentivar el voto de los expatriados. El que en muchos casos es llamado "voto de castigo", el de todos aquellos que tuvieron que abandonar su país de origen en busca de una oportunidad (generalmente laboral) en el extranjero. 

Sin ir más lejos, ya en las primeras elecciones -las generales de 2011- tras entrar en vigor el "voto rogado", sólo votaron el 5% de los españoles en el extranjero. ¿Y cuáles son las previsiones para el próximo 20D? Sólo 115.000 españoles de los más de 1.875.000 que viven en el extranjero podrán votar en los próximos comicios, es decir, apenas un 6%.

De poco sirvieron las 11 medidas presentadas por el colectivo DosMillonesDeVotos, que aglutina a medio centenar de abogados y juristas, creado para denunciar las numerosas trabas burocráticas a las que se enfrentan los votantes españoles en el extranjero y que proponía múltiples soluciones.

Con todos los plazos agotados para solicitar el voto y un 94% de los españoles residentes en el extranjero fuera del censo electoral, el colectivo Marea Granate acaba de lanzar una ambiciosa campaña; un intento por quemar el último cartucho que permitiría a muchos de estos expatriados que "se han quedado fuera" votar en las elecciones. Con la iniciativa #RescataMiVoto pretenden poner en contacto a españoles en el extranjero con abstencionistas en España, para que voten por ellos. En el momento de escribir este artículo, se había "rescatado" el voto de 941 expatriados.