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Tándem nostrum: pedaleando para unir los países del Mediterráneo

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Sevilla

Partieron de Sevilla un bonito día de febrero de 2011. Destino: el Mediterráneo. Un tándem como medio de transporte. Mercedes y Luis tienen valor para dar y regalar. Y muchas ganas de difundir un doble mensaje. El primero es ecológico: viajar en bicicleta es sostenible, económico y un modo de socializar.

El segundo es geopolítico: unión e integración entre los países que se asoman al Mar Mediterráneo. Cafébabel Roma los ha entrevistado: esta es su historia.

Tienen 31 años cada uno, Mercedes y Luis. En casa los han tomado por locos cuando han anunciado su proyecto: médico ella, arquitecto él, han decidido dejar su trabajo – en un periodo de crisis y recesión económica – para realizar este proyecto. Cuatro meses después del inicio de esta aventura aún están convencidos de haber hecho lo correcto.

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El viaje durará cerca de un año y medio. Lo estaban planificando desde hace dos años, han estudiado un recorrido que les llevará a atravesar varios países del Mediterráneo con su tándem como único medio de transporte. España, Francia, Italia, Croacia, los Balcanes, Grecia, Turquía, Siria, Israel, Líbano, Túnez, Argelia, Marruecos y, de nuevo, España, donde el círculo se cierra.” La idea era salir de casa en bicicleta y volver a casa en bicicleta”, me explica Luis al citarnos en la etapa romana. Los encuentro junto a su completo tándem (con todos los accesorios necesarios), sonrientes y entusiasmados por contarme su proyecto.

Es un viaje low cost: en España el patrocinio de una cadena de albergues les ha permitido dormir y comer gratis. En Francia han podido contar con la solidaridad de los miembros de www.warmshowers.org (ciclistas solidarios que ponen a disposición de otros ciclistas una cama y una ducha caliente) y de www.couchsurfing.org (la misma filosofía del anterior network, pero sin la necesidad de ser ciclistas).

En Italia, han dormido sobre todo en campings. Digna de mención es la etapa en la lujosa Portofino, donde solo hay grandes hoteles. Pero la suerte estuvo de su parte: se encontraron por casualidad con Andrea, un ciclista que pedaleaba por las calles de Santa Margherita Ligure que los hospedó en su casa y recorrió una etapa en bici con ellos. Aún hay más, en Campiglia d´Orcia, el cura del pueblo les acogió en el centro parroquial. En Roma plantaron la tienda en el centro social ocupado “Ex Snia Viscosa”, que esos mismos días hospedada también a los ciclistas que estaban en la capital italiana con motivo de la “Ciemmona” – Critical Mass Interplanetaria.

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Mercedes y Luis han experimentado en su propia piel las políticas y la sensibilidad en temas de movilidad sostenible. En España, en el trayecto desde Sevilla a Barcelona, han recorrido un mix de vías ciclistas y carreteras regionales. La Costa Azul francesa se puede atravesar casi por completo por vías ciclistas. En Italia sucede exactamente al contrario: el carril bici es casi inexistente, desde Ventimiglia a la Toscana han recorrido la vía Aurelia, de Florencia a Roma han atravesado la mítica vía Francigena. ¿Los automovilistas italianos? “Conducen como locos y no muestran respeto alguno hacia los ciclistas” comenta Mercedes.

Muchos son los encuentros a lo largo del camino, muchas las amistades que nacen con las personas que quedan fascinadas con este proyecto. “El tándem suscita simpatía y curiosidad en la gente. Sobre todo cuando llegamos a sitios pequeños, todos quieren conocer nuestro proyecto y a menudo nos ofrecen su hospitalidad” explica Luis. “La bicicleta, además de ser ecológica – continúa Mercedes- nos permite relacionarnos con la gente porque, al contrario que el coche por ejemplo, no pone barreras”.

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Pero ¿cómo se desarrolla concretamente el viaje? Un día cualquiera para ellos empieza por la mañana temprano. “Cada día recorremos casi 60 quilómetros, con etapas planificadas para terminar cada día en una población donde pasar la noche” dice Mercedes.

Su equipaje es esencial pero no les falta nada. El carro remolcado por el tándem transporta la tienda, sacos de dormir, hornillo, cacerolas, suministros, ropa, cámara fotográfica, kit de primeros auxilios, herramientas para reparaciones mecánicas, un ordenador y un libro por persona. Todo aquello que les acompañará a cada lugar y les hará sentirse realmente en casa. “Compramos alimentos locales en los mercados de la zona y los cocinamos en el hornillo: de esta forma comemos lo mismo que la gente del lugar y entendemos más cosas de las poblaciones que atravesamos”.

Para pedalear tanto tiempo en tándem, han debido adoptar el mismo ritmo y han aprendido a sincronizar la respiración. Han afinado su sintonía. Este viaje se ha convertido en una prueba de fuego para la vida en pareja. Juntos se han enfrentado a los ascensos y han gozado de la embriaguez de los descensos. Han pedaleado en el Valle del Ebro, contra un viento Mistral que soplaba a 120 quilómetros por hora en la Toscana bajo la fuerte lluvia y calados hasta los huesos. Sin embargo, por nada del mundo darían marcha atrás. El proyecto está documentado en la página www.tandem-nostrum.org, donde Mercedes y Luis van subiendo cotidianamente comentarios, fotos, vídeos y mapas con el recorrido recién hecho “para demostrar que existe una única vía que une el Mediterráneo” explica Mercedes.

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El viaje empezó en un momento histórico en el cual, debido a las revueltas en el mundo árabe, la cuestión mediterránea estaba en el ojo del huracán y temas como la integración, la inmigración, las fronteras, la acogida, la hospitalidad… se han convertido en el pan nuestro de cada día de los medios de comunicación. “El hecho de que ahora el Mediterráneo sea noticia demuestra que tuvimos la intuición correcta – concluye Luis – confirma que el futuro de esta macro-región no puede tener otras características que no sean el cambio, la apertura, historias y caminos destinados a encontrarse”.

Tiziana Sforza

Traducción: Elena Urbina