Participate Translate Blank profile picture
Image for Táncház: la diversidad húngara en la pista de baile

Táncház: la diversidad húngara en la pista de baile

Published on

Cultura

Una quincena de 'táncház', casas de baile, atrae a los aficionados al folclore a Budapest. Jóvenes y viejos practican aquí bailes tradicionales de Hungría y de otros lugares. Una manera de celebrar una sociedad multicultural

Los niños primero

“Los bailes tradicionales colectivos y con pasos relativamente fáciles de aprender, ofrecen un espacio privilegiado para la participación y el reencuentro entre generaciones”, dice Orsolya Strack, profesora y animadora del táncház del centro sociocultural Akku. Aquí, al baile de la noche del viernes le precede una sesión de tres horas dedicada a los niños y a los adultos con algún tipo de discapacidad.

Concurso de baile

A partir de las 21 horas, bailarines de todas las edades y llegados de todos los pueblos, aunque la mayoría vive en el barrio, se encuentran, se invitan, y se retan en un ambiente endiablado.

Eslavos del sur o griegos...

Se bebe cerveza del bar y no son pocos los espectadores que marcan el ritmo con apasionados “hop, hop, hop, hop” o que cantan por encima de la música húngara, aunque también escuchamos los ritmos sincopados de los Eslavos del Sur, de Grecia e incluso de Rumanía…

Un 'multi-nacionalismo' positivo

Estos táncház tienen generalmente un dominante nacional (griego, macedonio, eslovaco, serbio…) en el tipo de baile y de música que se practica en ellos. Sin embargo, lejos de ser un crisol de reivindicaciones de identidad, son un lugar para compartir e intercambiar donde reina un ambiente distendido.

culturas vivas

Al centro Erzébetvárosi Kozossegi por ejemplo, vienen en familia, o grupos de jóvenes, para escuchar al grupo Balkanethic, donde la cantante Margareta Szabo aprovecha su doble ascendencia húngara y griega para proponer arreglos un poco al estilo jazz de músicas eslavas del sur. Ella no ve ningún aspecto comunitarista en el gusto del público por las músicas tradicionales. Al contrario, para ella esto es un signo de lo que llamaríamos en la Europa del Oeste, el “multiculturalismo”, y que ella denomina “multi-nacionalismo”: un valor positivo y vivo para los habitantes de Budapest.

Historia en común

La aparición de los táncház en la Hungría contemporánea está directamente ligada a un acontecimiento que sirvió de bisagra en la historia del país. En 1920 se firma el Tratado de Trianon: dos tercios de Hungría son entregados a los países vecinos de Serbia, Rumanía y Eslovaquia. Realizada fuera de toda consideración geopolítica, esta repartición tuvo como consecuencia la división de Transilvania (o Erdély), a día de hoy un territorio multinacional habitado por una población de lengua húngara que ha mantenido una relación estrecha, de carácter familiar principalmente, con la actual Hungría. Ya en la Transilvania de antes de la Primera Guerra Mundial, los jóvenes alquilaban la casa de uno de ellos para beber y bailar en ella durante toda la noche, celebrando así los momentos clave de la vida aldeana.

Preservar el folclore

Tras la huella dejada por Bela Bartok, grupos de jóvenes húngaros se reúnen en Transilvania en los años 70 para reconciliarse con sus raíces, una forma de desafiar también al gobierno comunista rumano, que dificultaba las relaciones entre los húngaros de los dos países y que destruía alegremente la tradición folclórica. Entre ellos se encontraban músicos y etnógrafos atraídos por la música y la cultura tradicional campesinas, que habían sobrevivido hasta los tiempos modernos a la realidad del aislamiento de los pueblos.

Protestas anti régimen

En los años 80, cuando comienzan a surgir las protestas contra el régimen, la organización de un táncház durante el fin de semana ofrecía una experiencia comunitaria alternativa y que se hizo popular en todo el país.

Todo el mundo pone de su parte

Gran parte de este éxito se debe al acompañamiento musical: todavía hoy, los temas campesinos transilvanos y los csango (moldavos) se tocan con los instrumentos originales y los cantantes donan sus voces cuando no hay un instrumento que cumpla esta función.

Translated from Táncház : la diversité hongroise sur un parquet de danse