[spa] Jan-Ole Gerster: "Soy el Frankenstein de todos mis héroes"
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María García FunesEl director de cine, joven promesa de Alemania, cuya película debut Oh Boy (2013) ha acumulado elogios y premios, nos cuenta de sus inspiraciones, del apocamiento alemán y de por qué no quiere ser comparado con Guy Ritchie.
Jan-Ole, ¿en qué radica la vigencia universal de tu primera película?
Creo que se ve que la película no fue hecha para ir detrás del éxito. Es en blanco y negro, tiene un protagonista pasivo. En cierta manera podríamos decir que la película retoma un sentimiento con el que puede identificarse mucha gente que se mueve en un mundo que con frecuencia les resulta extraño. Y esto aunque en realidad uno tiene a su disposición todas las oportunidades y sin embargo no sabe exactamente si eso que satisface es una vida feliz. ¿Por qué una sociedad, a la que teoréticamente cada vez le va mejor, es cada vez más infeliz?
¿Esto es así? ¿Cada vez somos más infelices?
¿Por qué estamos tan quemados, tan deprimidos? Nuestra sociedad es cada vez más sana, más libre, ofrece más igualdad de oportunidades, nuestras propias viviendas, los niños se hacen mayores, pueden ir a la universidad y hacer prácticas en un despacho de diseño de páginas web hasta que tienen 31 años. Estas oportunidades ilimitadas pueden convertirse también en una prisión. Mi protagonista tiene en cualquier caso problemas con ese mundo de ahí fuera.
¿Qué conocimientos necesita un joven director en este mundo desgraciado hoy en día?
El único consejo que puedo dar: No tiene ningún sentido doblegarse. Creo que uno ve en mi película que la hice con poco presupuesto y mucha diversión. Puede ser que muchos se sientan intimidados para realizar un determinado material que no siga las tendencias actuales. ¿Qué quiere ver la gente ahora mismo? ¿Algo como Resacón en Las Vegas? Yo siempre estaría a favor de que uno se libere de semejantes ideas. Es una pena si las primeras películas ya son tan planas y poco problemáticas.
¿Cómo defines buen cine?
En Broke Back Mountain estuve sentado al lado de hombres superheteros que lloraron. Va de lo universal de esa historia de amor. Ang Lee, que es de China y en realidad hace taquillazos superamericanos, lo consigue. Es algo más que sólo un cowboy en Montana. O Xavier Dolan. Tiene ahora mismo 25, es joven y atractivo... lo odio. Laurence Anyways me tuvo pensativo durante semanas. Pero el cine tiene que pelear más hoy en día. En los años 60 y 70 eran las mejores películas al mismo tiempo también las que más éxito tenían, hoy eso ya no es así.
A tí te inspira la Nouvelle Vague (Nueva Ola). ¿Hay una ola actual en el cine alemán?
Yo tenía claro que de esta manera mis protagonistas son visibles en la película. Adoro a Truffaut, Allen, Godard, Jarmusch y todos los demás. Soy el Frankenstein de todos mis héroes. Por supuesto que me alegra que se me compare con todos esos grandes pues sólo soy un maldito alumno. No sé lo que hago. Sin embargo estoy contento de que nadie me haya comparado con Guy Ritchie. Cuando pienso en el cine alemán veo una diversidad real sin una dirección clara. No tengo la impresión de que tengamos en Alemania un movimiento cinematográfico. Estaba por supuesto la Berliner Schule (Escuela Berlinesa), pero yo no pertenezco a ella. También pienso que ni siquiera me aceptarían como miembro. Uno de los mayores directores del grupo es Christian Petzold [Barbara (2012)]. Pero si una película como Goodbye, Lenin o La vida de los otros pertenece a la Berliner Schule, ¿a quién le importa?
¿Por qué te son tan importantes las realidades alemanas?
Una película que se desarrolle en el día a día berlinés sin abordar estos temas sería para mí alejarse de la realidad. Si vives en Alemania te ves continuamente enfrentado con ese fantasma del pasado. Y Oh Boy no es más que la búsqueda de lo cotidiano y la identidad. A menudo pienso sobre la reputación alemana, sobre nuestra identidad, especialmente cuando viajo. Fuera no soy Jan-Ole Gerster el director, sino Jan-Ole Gerster el director alemán. E incluso cuando yo no tengo nada que ver con el pasado alemán sigo teniendo esa sensación de arrastrar conmigo un peso por el que soy responsable. Hoy leemos los periódicos, hablan de Grecia y Angela Merkel lleva un uniforme nazi. Sigue estando ahí fuera.
La capital alemana juega uno de los papeles clave en tu película.
Vine en el año 2000 a Berlín y la gente pensaba que era demasiado tarde, que hacía tiempo que la fiesta se había acabado. Y ahora yo les digo lo mismo a los veinteañeros que vienen a estudiar o trabajar. Berlín no es bonita como París o Barcelona. Las ciudades deben evolucionar, la pregunta es simplemente en qué dirección. La Estación Central, Spreeufer, Postdamer Platz, ¿son estos los símbolos de una nación reunificada? East Side Gallery, Tacheles, ¿decisiones que van en la dirección correcta? Oh Boy es mi visión personal de la ciudad, nada más. Al principio, cuando llegué a Berlín, me gustaba ese encanto en descomposición de la RDA en combinación con la subcultura berlinesa. En el año 2000 Berlín era un gran parque de juegos para gente joven. Amé la ciudad. Niko intenta no hacer nada y yo intento junto a él detener el tiempo. Una vez quise parar el reloj antes de que todo continuase tan rápido como ahora.
Translated from Jan-Ole Gerster: "Ich bin der Frankenstein all meiner Helden"