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[spa] Arbeitsmigration in Holland: Rechtes von Roten

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beatriz mateos

El que crea que en Holanda el populista de derecha Geert Wilders es el responsable de alimentar el miedo a la inmigración procedente del Este de Europa, ha recibido ahora un escarmiento. El Ministro de Trabajo socialdemocrático  Lodewijk Asscher avisó de las “negativas consecuencias” de la inmigración que se espera de Bulgaria y Rumanía a partir del 2014.

A partir del 2014, los rumanos y búlgaros tendrán acceso al mercado de trabajo europeo. Por eso, a partir del próximo enero llegará una indudable invasión de mano de obra barata, la cual se disputará los trabajos con los antiguos ciudadanos europeos poco cualificados. Este es el terrorífico escenario que señala el Ministro de Asuntos sociales y de Empleo holandés Lodewijk Asscher en su carta abierta junto con el británico David Goodhart, director del think tank británico, Demos. “La urgencia del problema no se percibe todavía lo suficiente en Bruselas, y por eso nos queremos pedir con énfasis a nuestros homólogos europeos que le concedan más importancia a los aspectos negativos de la libre circulación de trabajadores y abordar juntos el problema”, mantuvo el autor.

rompiendo diques

Ha llegado el momento de anunciar un código naranja. Este código de alarma se anunciará en los Países Bajos cuando el agua del río alcance un nivel alarmante. “Debemos tener cuidado”, han escrito Asscher y Goodhar  “en algunos sitios están a punto de romperse los diques”.

Ya en marzo de 2013 había explicado el socialdemócrata Asscher en una carta a la Cámara Baja que quería organizar una Cumbre de la UE sobre el tema de la migración laboral después del verano. “Debemos ocuparnos de que no aumenten también los problemas debido al incremento de la cifra esperada de trabajadores inmigrantes. Esto resulta aún más importante teniendo en cuenta la apertura de las fronteras en el año 2014 para los trabajadores búlgaros y rumanos”.

Goodhart se está ocupando desde hace tiempo del asunto de la migración laboral. En abril de 2013 publicó el libro The Bri­tish Dream: Suc­ces­ses and Failu­res of Post-war Im­mi­gra­ti­on, en el que explica que la alta cifra de inmigrantes debilita la solidaridad nacional, y esto puede representar una amenaza al ideal socialdemócrata de un estado de bienestar. Él promovió la limitación de la inmigración acentuando al mismo tiempo la integración de los inmigrantes ya establecidos. El libro causó polémica incluso antes de su publicación.

Geert Wil­ders

La carta que se ha publicado tampoco ahora ha logrado su aprobación. El Ministro de Trabajo búlgaro Hasan Ademov explicó al periódico búlgaro Presa. “Mi homólogo se equivoca”. Bulgaria y los Países Bajos “han firmado un acuerdo bilateral que incluye mecanismos de control del mercado de trabajo en ambos países”. Esto excluye el pluriempleo, uno de los temores de Asscher y Goodhart. Después, Ademov comparó las declaraciones de Asscher con las de “su aliado populista radical Geert Wilder”. Este se había ocupado el año pasado de los desacuerdos diplomáticos cuando su partido creó una plataforma Web que recogía las protestas de los ciudadanos procedentes de Europa Central y Oriental.

En aquel momento, 10 embajadores de Polonia, Bulgaria, Rumanía, Hungría y otros países europeos habían escrito una carta abierta a la Cámara Baja del Parlamento holandés, y habían considerado “denigrante” la plataforma del PVV (Partido por la Libertad) dirigida a un grupo concreto de personas. La Comisión Europea también condenó firmemente la página web y exigió al Primer Ministro Mark Rutte su distanciación oficial. La creadora era entonces la parlamentaria europea rumana Re­na­te Weber.

enterremos los cadáveress

Con Asscher está siendo ahora mucho menos fuerte el eco en los medios de comunicación y en las opiniones. El escritor holandés Arnon Grunberg criticaba en los Países Bajos en un breve comentario publicado también en el periódico De Volks­krantque Asscher y Goodhart carecían de propuestas concretas en su carta sobre lo que hacer. Los autores tampoco han aportado los hechos que demuestran los efectos negativos de esta migración laboral.

Sin embargo, Grunberg y sus críticas forman parte de una minoría. El periódico De Volkskrant hizo una encuesta online junto con la carta de Asscher. 5.074 personas estaban de acuerdo con la afirmación “los trabajadores holandeses poco cualificados tienen que ser protegidos de la invasión procedente de Europa Oriental”; ¡un 83 por ciento! Parece que a casi nadie le molesta que la declaración provenga de un socialdemócrata. Sin embargo, en los comentarios se muestra lo contrario: “con esta opinión, el partido PvdA (Trabajo) intercede finalmente a favor de los trabajados holandeses”.

Parece que se han olvidado de que la idea fundamental de la socialdemocracia era que no debía darse ningún nacionalismo. Grunberg lo recuerda con una broma, al preguntar si los malditos de esta tierra solo podían despertarse hasta el Zevenaar holandés y no los orientales de allí. La conclusión de Grunberg: “si hubiera socialdemocracia en los Países Bajos, yo diría: enterremos nuestros cadáveres antes de que empiecen a oler”.

Translated from Arbeitsmigration in Holland: Rechtes von Roten