Sorbete de testículos
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Europa es la tierra de la Nouvelle Cuisine. Es donde las nuevas generaciones de cocineros más se han esmerado en renovar y refinar el paladar de sus comensales, exportando la vanguardia de lo que se hace en los fogones. Sin embargo, la mayoría de los ingredientes usados en nuestras cocinas, no son autóctonos de nuestro continente. Tanto es así, que las costumbres culinarias y los platos más representativos de nuestros países no hubieran nacido si no hubiéramos incorporado ingredientes ajenos a nuestra tierra.
¿Sin el tomate, existirían la Pizza Napolitana o el Gazpacho andaluz? ¿Sin la patata, existirían el famoso Irish Stew (estofado irlandés) o el Haché Parmentier francés? ¿Cuánto dinero dejarían de ganar los belgas si no vendieran sus trufas y pralinés elaborados a base de chocolate? ¿Serían lo mismo las barras de los bares sin los típicos cacahuetes servidos junto a la cerveza? ¿No echaríamos de menos el socorrido Guacamole hecho con aguacate durante las fiestas de jóvenes que apenas saben cocinar otra cosa?
Muchos no lo imaginan, pero es fácil reconocer que los cinco ingredientes mencionados provienen de Latinoamérica: y es que al importarlos hace siglos también importamos sus nombres de raíz nahuátl, es decir, mejicana, a menudo terminados en “atl”, y que en nuestros idiomas europeos casi siempre han derivado en “ate”, “at”, “ata” o “ato”. Como curiosidad, reseñar que el aguacate, proviene también del nahuátl y significa “testículos”, por su forma pendente de los árboles.
Hoy, los cocineros europeos ya le han dado la vuelta al continente americano y se asoman a otras culturas gastronómicas para reinventar el negocio de la restauración de vanguardia. Como suele afirmar el chef catalán Ferrán Adriá, “el futuro de la cocina europea se encuentra en el sudeste asiático”. ¡Quién sabe; quizás nuestros hijos terminen comiendo Chop Suey de choucroutte y codillo!
ELLA: "¡Qué pena!, no sirven sorbete de aguacate.
ÉL: Sí, bueno, ejem, ya no es la época... (¡!)
Ilustración de María Luque
Sorbete de aguacate: un postre sencillo y selecto en 10 minutos
Reserve 700g de aguacates, 5cl de zumo de limón, 30cl de agua y 200g de azúcar en polvo.
Partir los aguacates en dos, deshuesar y pelar. Cortarlos en trocitos y batirlos hasta reducirlos a puré: debe pesar algo más de 350g.
Verter el puré en un cuenco y añadirle lo más pronto posible el zumo de limón. Sólo así no ennegrece el aguacate.
Hervir el agua con el azúcar en un cazo para que derive en almíbar y dejarlo enfriar.
Incorporar el puré de aguacate al almíbar y meter en la nevera. ¡Listo para servir en copas sorbeteras!