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Somos Europa y Café Babel es nuestra pequeña ventanita

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Sevilla

Ayer la Asociación de la Prensa de Sevilla entregó su XXIV Premio de la Comunicación al fotoperiodista Emilio Morenatti. Café Babel Sevilla, junto con A tomar por mundo y Sevilla con los peques, recibió una mención especial del jurado. También se reconoció como socio de honor al periodista fallecido “Pepón” y obtuvo mención especial Radio Sevilla y la Asociación por el Progreso de la Comunicación.

“Somos Europa y Cafébabel es nuestra pequeña ventanita”, así resumía nuestra presidenta, Clara Fajardo, 10 años de información sobre Europa en este rinconcito del Sur tan alejado de Bruselas. Ayer, todas esas horas quitadas al sueño, al ocio o a los amigos valieron la pena. Ayer, esa locura colectiva de todos los que hemos puesto un pequeñito grano de arena en este proyecto tan hermoso y tan necesario a la vez tuvo su recompensa. Ayer, la mención especial del jurado de la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) nos hizo vibrar de emoción y nos dio una inyección de ánimo más que necesaria.

Hoy los problemas seguirán siendo los mismos. Hoy seguirá siendo difícil hacer que a la gente le interese lo que pasa en la política europea. Hoy seguiremos teniendo que trabajar en el periodismo de corta y pega, en el otro lado de la trinchera haciendo comunicación en un gabinete, en un centro deportivo o seguir buscando una forma de vida. Hoy seguiremos sin financiación para hacer de esto un verdadero proyecto de vida. Pero no importa. Ayer, aunque sólo fuese por un momento, cerramos los ojos y sentimos que lo estábamos haciendo bien, que no éramos unas ilusas por creer y defender el periodismo, el de verdad, el de fuentes propias, libre e independiente.

La situación es muy dura. Lo sabemos. Lo dijeron nuestros compañeros de “A tomar por mundo” que un día, hartos de esta crisis que se empecina en robarnos la vida, hicieron sus maletas y decidieron cumplir un sueño: dar la vuelta al mundo y contarlo. Y hoy han conseguido vivir del periodismo en condiciones dignas.

Hay que reinventarse constantemente. Lo sabemos. Nos lo contó Inmaculada Izquierdo que también se vio en el paro y decidió montar su propio medio: “Sevilla con los peques”. Izquierdo puso ayer sobre la mesa algo de lo que habitualmente no se habla: las dificultades que encuentran las mujeres periodistas que deciden ser madres para tener un hueco en la profesión. Ella ha hecho de la necesidad, virtud y hoy emplea a dos personas más.

El periodismo sosegado, reflexivo y consciente parece abocado a la extinción. Lo sabemos. Lo explicó a la perfección el fotoperiodista Emilio Morenatti. Siempre con su mochila a cuestas, como si no necesitara nada más, Morenatti, al recoger el XXIV Premio de la Comunicación de la APS, nos emocionó recordando sus inicios como fotógrafo para, acto seguido, poner el dedo en la llaga. “En 8 años en España han cerrado 375 medios de comunicación”, denunció. Y los que sobreviven, pagan unos salarios de miseria. “¿Qué se le puede exigir a un fotógrafo que hoy en día tiene casi que pagar por ir a trabajar?”, nos preguntó. Su voz, tranquila, de persona que ha conocido muchas miserias humanas y que ve la vida con la amargura que deja indeleble en el alma el dolor ajeno cuando se siente como propio, nos mantuvo a todos atentos a cada una de sus palabras cargadas de recetas para hacer buen periodismo.

Para ser un buen periodista hay que ser buena persona. Lo sabemos. El ejemplo de José Luis Hernández “Pepón” nos lo demostró. Su inesperada muerte, hace ahora un mes, nos arrebató su lúcida mirada sobre la vida y sobre el periodismo. Desde ayer, es socio de honor de la APS y la sala de prensa del Ayuntamiento de Sevilla llevará su nombre. Sin embargo, ayer, no podía alejar de mi cabeza la última vez que lo vi. Fue en el Festival de Cine Europeo. Andaba un poco contrariado, quejándose de las condiciones de la profesión, del poco valor que se le daba a la información y de la precariedad que sufrimos los que nos dedicamos “al mejor oficio del mundo”.

Hace falta voluntad política para que el periodismo cumpla la función pública que le atribuye el artículo 20 de la Constitución Española. Lo sabemos. Y lo analizó a la perfección el presidente de la APS, Rafael Rodríguez. Rodríguez reclamó “una vez más, y en especial al gobierno andaluz porque lo firmó en el Pacto andaluz por la cultura, que reconozcan la categoría profesional de periodista en sus relaciones de puestos de trabajo y que convoquen concursos públicos para cubrir esas plazas”. “Hay que pedirle al nuevo Congreso y al futuro gobierno, sea el que sea, que acaben con las leyes que atentan contra la tan amenazada libertad de expresión, como la Ley Mordaza, y que aseguren la independencia y la profesionalidad de la radio y televisión pública del Estado, de RTVE, cuyos valores están siendo defendidos con enorme valentía por sus trabajadores que se rebelan contra su control y su manipulación. En esa misma línea, al nuevo Parlamento Andaluz, ya no tan nuevo, nueve meses trabajando, hay que decirle y hay que pedirle un nuevo modelo de la radio y televisión pública de Andalucía y decirle a los parlamentarios que los cargos no sean un intercambio partidario de sillones en el Consejo de Administración”, añadió.

Fuera, de aquel salón de la Fundación Cajasol, estaba la verdad incómoda que debemos ser valientes y contar porque esa es nuestra misión como periodistas. El colectivo de intérpretes de lengua de signos de Canal Sur protestaba por un recorte del 40% en un salario ya de por sí bajo. Llevan 88 días de huelga para exigir el mantenimiento de sus condiciones de trabajo. El próximo miércoles, 27 de enero, a las 8 de la tarde, celebran un concierto solidario en el Teatro Duque para poder seguir ejerciendo su derecho a huelga. De esto, como de las reivindicaciones de los periodistas, los políticos presentes en el acto no parecieron darse por aludidos. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, afirmó incluso, para perplejidad de todos los presentes, que “las palabras de Rafael me dejan más tranquilo”.

Pese a todo, hoy seguiremos construyendo Cafébabel: haciendo frente a la crisis, reinventándonos constantemente, reivindicando un periodismo de calidad, reposado y con fuentes propias y haciendo nuestra pequeña contribución para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho a la información veraz, contrastada y plural. Porque, como bien dijo ayer Rafael Rodríguez: “Nada ni nadie nos puede quitar el orgullo de ser buenos periodistas y de hacer buen periodismo. Nada ni nadie nos puede arrebatar jamás la dignidad, la honestidad y la profesionalidad”.