Solúcar: el sol es el futuro
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Si hay un lugar en Europa donde el sol brilla con toda su intensidad, ese es Andalucía, con casi 3.000 horas de sol anuales de media. Aprovechando este potencial, la región española es pionera en la “tercera revolución económica”.
“Tenemos ante nosotros una tercera revolución económica, una revolución que, tras la industrial y la tecnológica, va a consistir en el tránsito de la economía dependiente del carbono a la economía centrada en las energías renovables”. Son las palabras del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en el discurso que ofreció en 2007 durante su visita a la Plataforma Solúcar, uno de los proyectos más ambiciosos del mundo para la producción de energía a partir de rayos solares, situado en Sanlúcar la Mayor, una localidad de poco más de diez mil habitantes a dieciocho kilómetros de Sevilla.
El excesivo coste que tienen las instalaciones de energías renovables y su mantenimiento han hecho que se cuestione su capacidad de ser una alternativa a otras formas de energía. El Gobierno español no es de esa opinión, como dejan claro las palabras de Zapatero en Solúcar, “los países ganadores a medio plazo van a ser los que se alejen de la economía del carbono y los que no se acerquen a la energía nuclear”. Nicolas Sarkozy y Gordon Brown disienten. España se prepara así para su revolución energética. Mientras tanto, sigue comprando energía eléctrica proveniente de centrales nucleares francesas.
Andalucía, tierra de sol
Las energías renovables emplean a casi 200.000 personas en España
La búsqueda de soluciones que aminoren los efectos del temido cambio climático ha puesto en marcha diversas iniciativas que no solo pretenden ofertar energías limpias, sino que tratan asimismo de ser fuente de riqueza para las empresas que las llevan a cabo. Según un estudio del Centro de Referencia del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) sobre Energías Renovables, estas proporcionaron empleo a 188.682 personas en España, 89.000 de ellos directos. El sector de las energías renovables está en auge en España, según datos oficiales, en los últimos cuatro años se ha aumentado un 50% la producción de energía renovable.
Como ejemplo, la Plataforma Solúcar, inaugurada el 30 de marzo de 2007. La Junta de Andalucía (el gobierno regional) destinó 3,7 millones de euros en subvenciones a la empresa Abengoa para apoyar su puesta en marcha, apenas un 0,31% del coste total, que asciende a la impresionante cifra de 1.200 millones de euros. Asimismo, la Comisión Europea, a través de su 5º Programa Marco, ha aportado fondos para el proyecto y uno de los socios en el mismo es la empresa francesa Saint-Gobain, especializada en vidrios y espejos de alta calidad.
Abengoa es la mayor empresa de Andalucía y forma parte del índice bursátil Ibex 35, que agrupa a las mayores empresas españolas que cotizan en bolsa, con un valor de mercado próximo a los 2.000 millones de euros. La plataforma Solúcar es la joya de su división solar, que también agrupa instalaciones en Estados Unidos, Argelia o Marruecos.
Luz para Colonia o Bruselas
Hasta 2013 no será posible ver a pleno rendimiento la planta de Solúcar, en ese momento se espera que se produzca energía para más de 150.000 hogares, esto es, el equivalente al abastecimiento de la ciudad de Sevilla, Toulouse o Colonia. Todo ello gracias a sus 300 megavatios de potencia, que evitarán la emisión de 185.000 toneladas de CO2 cada año. Sus inmensas instalaciones se extenderán a través de ochocientas hectáreas.
La producción de Solúcar cubriría las necesidades energéticas de Sevilla o Colonia
En la actualidad, funcionan dos de las cinco plantas, Sevilla PV, la mayor del mundo de tecnología fotovoltaica de baja concentración, y PS 10, que funciona por la tecnología de torre, que consiste en un campo de helióstatos o espejos móviles que se orientan según la posición del sol y reflejan la radiación solar para concentrarla hasta 600 veces sobre un receptor que se sitúa en la parte superior de una torre, creando un paisaje casi de ciencia ficción. Ese calor se transmite a un fluido, que puede ser agua o sales fundidas, con el objeto de generar vapor a alta temperatura que se expande en una turbina acoplada a un generador para la producción de electricidad.
El sol que revolucionó un pueblo
La Plataforma Solúcar no solo ha revolucionado el sector de las energías renovables español, su impacto económico en la zona ha sido grande. El alcalde de Sanlúcar la Mayor, Juan Escámez Luque, comenta con satisfacción que la planta ha generado “entre empleos directos e indirectos en la fase de construcción, más de 500 puestos de trabajo”. Y es que la llegada de Abengoa al municipio ha sido una bendición en términos económicos: “Nos ha convertido en referente a nivel internacional en el campo de la energía solar”. Sin embargo, la energía producida en Solúcar se disfruta por igual en toda España: “La energía que se produce, se inyecta en la red y ésta la distribuye a todo el territorio nacional”, concluye Escámez.