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"¡Sí, Bulgaria!": un nuevo partido devuelve la esperanza tras las elecciones

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Política

Para muchos comentaristas, el resultado de las elecciones de Bulgaria del pasado fin de semana solo confirmó el status quo. Sin embargo, un nuevo fenómeno salta a la escena política: "Sí, Bulgaria", encabezado por un antiguo ministro, se hizo con el 2,88% de los votos. Puede que sea un porcentaje pequeño, pero muchos lo ven como la promesa de un futuro desarrollo político.

Después de las elecciones presidenciales búlgaras del año pasado y la posterior descisión del primer ministro, Boyko Borisov, de resignar por segunda vez en cuatro años, el país se encontró en una situación política incómoda. No obstante, incluso con la salida de Borisov de su partido, Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), consiguió un 32,65% de apoyo electoral, situándose como fuerza más votada. El Partido Socialista Búlgaro acabó en segundo lugar con 27,2%; menos de lo que las encuestas predijeron. Los otros partidos en conseguir escaños fueron la coalición nacional Patriotas Unidos (9,07%), el partido étnico Movimiento por los Derechos y Libertades (8,99%) y el recién surgido Volya, o "Voluntad" (4,15%); un partido populista dirigido por Vesselin Mareshki, un hombre de negocios que hizo campaña para que haya un mayor control de la inmigración y unos lazos más fuertes con Rusia.

La creación de nuevos partidos como Sí, Bulgaria y el partido de derechas Nueva República señalan un cambio en el panorama político, y nuevas esperanzas para el electorado. Una de las principales promesas electorales de Sí, Bulgaria era luchar contra la corrupción, así como poner en marcha reformas educativas y sanitarias. Su líder, Hristo Ivanov, fue el antiguo ministro de justicia en el gabinete de Borisov que dimitió después de que el gobierno fracasara al implementar una propuesta de reforma judicial.

Estamos en un período de incertidumbre política en Bulgaria. Según Transparencia Internacional, Bulgaria encabeza la lista como el país más corrupto de la Unión Europea, y más del 50% de la población cree que las autoridades búlgaras no se han esforzado lo suficiente en la lucha contra la corrupción; lo que explica el apetito por nuevas voces en la política.

Había más de veinte partidos distintos y coaliciones que cubrían todo el espectro político haciendo campaña durante las elecciones; cosa que muchos ven como un síntoma positivo ya que es una señal de que los votantes búlgaros están buscando nuevas perspectivas.

"Cuando no encuentras lo que buscas, lo creas"

Mariyan Rumenov, un estudiante de derecho de 25 años, estaba entre los candidatos de Sí, Bulgaria al noroeste, en la ciudad de Targovishte, en donde creció.

"Tenía muchos motivos para participar", afirma Mariyan. "Soy un chico joven con estudios que ha decidido quedarse en el país, mi conciencia no me permite manterme al margen mientras lo destruyen", dice Mariyan. Según él, 18 años después de la caída del bloque oriental todavía hace falta limitar la presencia en el poder de los restos del antiguo régimen comunista, que hace que cualquier reforma significativa sea casi imposible.

Vladimir Ivanov, un chico de 23 años que trabaja en contabilidad, también está de acuerdo en que los jóvenes búlgaros están volviéndose mucho más activos en política: "Eso es exactamente lo que yo y muchos otros luchamos por ser: jóvenes, trabajadores políticamente activos con actitud occidental, que quieren que su país se parezca más a Alemania".

Los seguidores de Sí, Bulgaria provienen de contextos diferentes y se encuentran principalmente en la capital. Entre ellos hay trabajadores del sector de la sanidad, académicos, abogados, y especialistas en tecnologías de la información. Pero cuando les preguntas el porqué deciden ser más activos politicamente ahora, su respuesta es practicamente la misma.

“Cuando no encuentras lo que buscas, llega el momento en el que decides crearlo tú mismo”, dijo Hristo Ivanov, durante una rueda de prensa antes de las votaciones. Ivanov ha declarado que el partido es de centro, con un "perfil transparente". Según él, la gente no tiene dificultades para entender "la enfermedad que padece el estado búlgaro".

Sí, Bulgaria también tiene como objetivo construir un frente más unido y durante las elecciones crearon una coalición con dos partidos: los Verdes, que se han hecho famosos gracias a su participación en varias protestas, y los liberales Movimiento por la Unidad Europea y la Solidaridad, que fue creado en 2014 como protesta contra el denominado gabinete Oresharski, que nombró al magnate de los medios Delyan Peevski, jefe de la agencia nacional de seguridad.

"Ahora hay un partido para la gente con estudios"

Sí, Bulgaria no recogió suficientes votos para formar parte del Parlamento, algo que Ivan Bakalov, el editor del periódico digital e-vestnik, cree que puede ser resultado de una campaña poco definida durante las elecciones. A pesar de todo, su éxito ha dado esperanzas para el futuro a mucha gente.

"Por mucho tiempo, la escena política búlgara no tenía un partido que representara a la gente con estudios", dice Vladimir, que parece dispuesto a dar su apoyo a Sí, Bulgaria en el futuro. "Son gente que trabaja duro, la educación y la economía son primordiales para ellos. Ahora, un partido como ese existe".

Translated from "Yes, Bulgaria!": A new party brings hope after elections