Ser estudiante en tiempos de guerra
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Alfonso Carlos Cobo EspejoEstudios Sin Fronteras permite a los estudiantes ir a la universidad si el país en el que residen está inmerso en un conflicto armado. Marcharse a estudiar en tiempos de guerra: ¿un seguro de paz para el futuro? Es la apuesta de los voluntarios de esta asociación
A menudo, los jóvenes de los países occidentales no se dan cuenta de la suerte que tienen al poder estudiar. En muchos países en conflicto, estudiar y realizar una carrera no es posible. La oenegé Estudios Sin Fronteras intenta, desde 2003, dar una oportunidad a los jóvenes que residen en zonas en guerra o que son políticamente muy inestables, como Ruanda y Chechenia. 500 jóvenes estudiantes europeos son miembros activos de esta red que se extiende por España, Italia, Alemania y Francia. Su presidenta, Aurélia Chaudagne, nos explica su funcionamiento.
¿Qué hacéis para ayudar a los jóvenes que tienen dificultades para estudiar en su país de origen?
Según el contexto del país en el que se encuentren (después de un conflicto, cuando la acción es factible sobre el terreno) y nuestros medios financieros y humanos, ofrecemos becas de estudios o acogemos a los estudiantes en Francia y en otras partes de Europa, financiando su estancia íntegra y asesorando a los estudiantes en el plano administrativo, escolar, social y cultural. 190 estudiantes se han podido beneficiar ya de este programa en los 5 años que lleva activo.
¿Qué deben hacer los interesados en estudiar a través de vuestro programa?
Nosotros trabajamos en zonas donde tenemos contactos de confianza (actualmente, en Chechenia, Ruanda, República Democrática del Congo y Sáhara Occidental) y corresponsales locales que nos suministran información cuando buscamos los candidatos. Los candidatos rellenan un formulario muy completo y se reúnen con los corresponsales locales, que realizan una preselección. A continuación, efectuamos la selección final teniendo en cuenta los formularios y las apreciaciones de los corresponsales, así como la motivación y el proyecto de futuro del candidato.
¿Cómo financiáis vuestras acciones?
Nuestros medios financieros se basan en las donaciones de particulares, en algunas subvenciones públicas y privadas, así como a través de operaciones especiales como las tarjetas de felicitación que estamos vendiendo en este momento, por ejemplo. Nuestro presupuesto es muy limitado y nuestros proyectos se desarrollan en función de este. Por ejemplo, una beca de estudios de un año en Ruanda cuesta alrededor de 1.000 euros, mientras que el coste de acogida de un estudiante checheno en París, también durante doce meses, oscila entre los 10.000 y los 12.000 euros. Esto supone un presupuesto importante.
¿Qué hacen los voluntarios en vuestra oenegé?
La oenegé se sostiene actualmente solo gracias a los voluntarios y a dos personas que realizan el llamado Servicio Civil de voluntariado. Los voluntarios pueden ayudar puntualmente en operaciones especiales y echar una mano, o bien encargarse regularmente del dosier específico de un estudiante a lo largo de un año. También pueden hacer seguimientos semanales... Asimismo, algunos ofrecen cursos de apoyo a los estudiantes que acogemos u organizan excursiones culturales con ellos. Otras posibilidades son trabajar en un puesto para vender algún producto de la asociación o para promocionarla, organizar una campaña de sensibilización, una conferencia o una exposición en las zonas donde la oenegé trabaja. Podemos también organizar un dossier de financiación, trabajar ayudándonos de los nuevos soportes de comunicación e incluso proponer un nuevo proyecto, estudiando siempre si es viable o no. Todas las iniciativas son bienvenidas. Por supuesto, apreciamos mucho a los voluntarios que pueden dedicar varias horas a la semana a lo largo del año.
Translated from Faire des études pour avoir la paix !