Schulz, nuevo presidente del Parlamento Europeo: Martin ¿qué?
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Cristina CartesMartin Schulz, ese hombre que no teme la controversia y que planea poner patas arriba la gestión de Europa, es el nuevo presidente del Parlamento Europeo.
Martin Schulz tiene un nuevo trabajo: presidente del Parlamento Europeo. Pasó, de la noche a la mañana, de estar a la cabeza de la Alianza Progresista de socialistas y demócratas en la cámara a presidirla. Aunque Silvio Berlusconi opinó que el alemán podría perfectamente desempeñar otro trabajo: “M. Schulz, en Italia hay un productor que está grabando una película sobre los campos de concentración nazis. Le voy a recomendar para un rol de Kapo (prisionero del campo encargado de vigilar al resto). Eres perfecto”, le dijo en 2003 a Schulz, que acababa de criticar la omnipotencia de Berlusconi en política y en los medios italianos. Claro, no pasa nada, Silvio estaba haciendo una broma. No os enfadéis.
Godfrey Bloom, diputado europeo británico, ni siquiera intentó esforzarse en dejar ver que no había entendido el comentario. En noviembre de 2010, tras un como de costumbre elocuente discurso de Schulz, Bloom dijo “Ein Volk, ein Reich, ein Führer” (“un pueblo, un imperio, un líder”). Sí, una reflexión que formaba parte de la propaganda nazi del III Reich le valió al independentista británico una expulsión de la sala.
De todo menos aburrido
Estas dos escenas demuestran que en el Parlamento Europeo se recurre mucho a los clichés nacionales. Por eso Martin Schulz es una personalidad controvertida. Este rol le gusta. “No controvertido” podría querer decir discreto, casi aburrido. Podemos decir muchas cosas sobre este alemán nacido en 1955 en Hehlrath (hoy Eschweiler, Renania), menos que es aburrido. No hay debate parlamentario en el que Schulz no haga escuchar su retumbante voz ni se encargue de dar su opinión. Son muchos los que encuentran esta manera de ser arrogante y polémica.
Antes de entrar en política, Martin Schulz trabajó como librero, fundando incluso su propia librería, donde el nuevo presidente se deja filmar en plena discusión con sus clientes de la que va cogiengo un libro de aquí y un libro de allá. Los medios alemanes descubieron a Schulz y, con él, a un alemán que ha conseguido llegar a uno de los puestos más importantes de Europa. Sin embargo, lo que hace un presidente del Parlamento Europeo no está muy claro para la mayoría de los ciudadanos europeos, algo que también se extiende a las mismas actividades del Parlamento. Marin Schulz está en el Parlamento desde 1994 y, visiblemente, le gusta. En eso, se diferencia de la mayoría de hombres y mujeres de la política (sea cual sea el país del que venga), pues es muchas veces utilizado por los gobiernos para alejar a sus políticos más desgraciados. La antigua ministra de Justicia francesa, Rachida Dati, sabe de lo que va la cosa.
“Conflicto abierto con Merkel y Sarkozy”
Martin Schulz no es un simple voluntario en el Parlamento Europeo; también tiene ambiciones políticas. El rol del presidente del Parlamento tenía, hasta ahora, una naturaleza representativa y era el puesto ideal para los políticos que querían acabar su carrera de manera tranquila. Schulz replica: “a aquellos que creen que podemos tener más Europa con menos parlamentarismo les declaro la guerra aquí y ahora”. En consecuencia, hace falta "tener el coraje de entrar en conflicto abiero con Merkel y Sarkozy”. Una declaración de guerra.
Schulz, que de autodefine como “el centro de atención” podría por fin darle al Parlamento el poder que le confieren los tratados. La crisis del euro, sin embargo, ha reforzado el componente intergubernamental (y, por tanto, la cooperación entre Estados) de la Unión Europea y es casi en cavalier suel que Merkozy, Juncker y compañía salvan el euro. Una cumbre de crisis sucede a otra. ¿Y el Parlamento? Está excluído. Martin Schulz llama a eso "sometización”. Ya ha preparado un plan para restablecer el equilibrio de poder a favor del Parlamento: quiere autoinvitarse a todas las reuniones de jefes de Estado y participar en ellas.
Esto no parece gran cosa a primera vista. Pero es necesario saber que, según las reglas, en estas ocasiones solo el Presidente del Parlamento tiene derecho de hacer el discurso de apertura,y que los “grandes” se ocupan del resto entre ellos y en reunión privada. Schulz quiere participar y, según él, es una táctica que puede funcionar: o los jefes de Estado y gobierno rechazan su participación y ridiculizan públicamente el Parlamento, única institución europea elegida directamente por los ciudadanos europeos, o Schulz participa y, por tanto, influye en los debates y en los resultados.
Próxima estación: ¿presidente de la Comisión Europea?
Las esperanzas son grandes y él mismo se ha encargado de hacer su entrada bajo el signo de la renovación. El alemán (fan del FC Colonia según Wikipedia) tiene dos años para probar que sus exigencias van en serio. Algo es seguro: solo después de esto su carrera podrá verdaderamente despegar. El quincuagenario ya habría manifestado su interés por el puesto de Barroso, presidente de la Comisión Europea.
Fotos: Portada (cc)EP/flickr; Texto (cc)EP/flickr; Védeos: Bloom/Schulz (cc)euractiv/YouTube
Translated from Schulz ist neuer EP-Präsident: Martin wer?